En exclusiva, siempre No me parece anticipándose a las noticias: Geminoid, el perfecto juez kakista.
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La solución para acabar con las presiones de los jueces: ¡Turn it off mister K!
El kakismo ya tiene remplazantes para Bisordi y López Biscayart
Aquí hay reemplazantes para lo que se te ocurra.
El grado de descomposición ha llegado a tal extremo, que cualquier cosa puede suceder y a nadie parece importarle.
Creo que ya no hay remedio.
Entre Bolivia y Argentina prácticamente no hay diferencias, y de este pozo podrido no salimos más.
El juez Bisordi y los demás jueces de la Cámara de Casación Penal, serán juzgados por una pandilla sedienta de venganza. No tendrán un juicio justo ajustado al Derecho, no se repetará la defensa en juicio ni el derecho de apelación.
Esta chusma insolente, ignorante y prepotente en que se ha convertido el Consejo de la Magistratura después de la reforma y reducción del número de miembros hecha recientemente, demuestra claramente que el propósito de dicha reforma era arrancar fallos favorables a los subversivos. Fallos que ningún proceso judicial coherente podría serles favorables a sus absurdos e inmorales demandas. El rechazo a las recusaciones realizadas por el Juez Bisordi contra los miembros del Consejo de la Magistratura, no debería sorprendernos porque era de esperar que los recusados cumplieran órdenes del “Capo”.
La subversión montonera, apoyada y protegida por la pandilla que detenta el poder, si es que no son la misma cosa, no tienen otra vía que la extorsión y amenaza contra los jueces, para conseguir un fallo a su favor, que justifique todos los asesinatos y saqueos cometidos treinta años atrás.
Los verdaderos jueces que hacen honor a su oficio, las leyes, la jurisprudencia y precedentes judiciales, nunca podrían justificar esta inmoralidad y criminalidad que pretenden disfrazar como Derechos Humanos. Si una norma lo justificare, no sería considerada como “Derecho”, sería un contrasentido. El Derecho es lo correcto, su fin es proteger al hombre, sus propiedades y su vida, nunca el robo, el asesinato, o la extorsión.
El juez Bisordi y los demás jueces de la Cámara de Casación Penal y el juez Biscayart, correrán igual destino por haber desafiado a la chusma gobernante. Están condenados de antemano, no tendrán derecho a la defensa, ni a la apelación. Su veredicto será culpable, porque así lo ha decido el Capo Máximo.
La República Argentina ha muerto, la democracia ha muerto y el Estado de Derecho también. Solamente la providencia y los ciudadanos concientes que no tragan la manipulación que hace el gobierno y la prensa, podrán acudir en su ayuda.
Es cuestión de tiempo, y veremos como los jueces caen uno a uno ante la inclemencia irracional de estas pandillas.