Le faltan fotos de la señora tirada en algún sillón de su residencia a la nota del cristinólogo don Joaquín Morales Solá que para alargarla a su extensión habitual se ve hizo un gran esfuerzo. Se resume así: “Cristina es distinta, se reunió con Bergoglio en la segunda semana de su mandato, mientras su antecesor y marido no lo hizo jamás”.
La conclusión es un poco ingenua porque se ve que Morales Solá se ha comprado al personaje que la señora quiso vender que se parece mucho al hombre fuerte que quería ser de la Rúa cuando se paseaba en un spot con policías con caras de malos (la señora prefiere los reyes, y no tiene problema en que sean ficticios como se ve en la foto).
Un análisis político de este acercamiento a la iglesia sería menos generoso pero explicaría mejor lo que está ocurriendo. Se llama “cerrar frentes”, empezando por los que son al pedo como este con Bergoglio que don K abrió para mostrarle a su Rasputín don Horacio Verbisky lo buen montonero que es.
Y los frentes se cierran porque ya no se pueden bancar, en menos de quince días, todos los nuevos que se han abierto con los Estados Unidos, con la justicia norteamericana (que no es lo mismo y si los puede dañar) y con Moyano al que han hecho uno de los dueños más importantes del páis. Con el grado de obsecuencia que consigue (pensemos cuanto político estuvo dispuesto a dejar su dignidad pisoteada en el piso para votar la hiper pelotuda resolución contra Estados Unidos ayer, y hasta dar discursos para sostenerlo) al kirchnerismo ya no le alcanza. Hasta tuvieron que utilizar ya el último recurso que es recostarse en la retórica psicótica del jefe que saben que tiene efectos secundarios terribles sobre la autoridad presidencial.
Además de esclavos los kirchner están incorporando amigos o al menos adversarios no hostiles con los que puedan conversar y ese es el dato más novedoso de este momento.
Buenísima lectura táctica de las movidas del kakismo.
Me regocija como queda el papel del Parlamento K, si se confirma la presencia de Antonini en la Rosada.
Si con esto no cae la cínica máscara del régimen, esto no tiene remedio.
Esto me hace acordar a “Braden o Perón” o a “que se venga el principito”. Los ingorantes populistas siempre deben buscar un enemigo externo para sustentarse.
Jose:
Imperdible la foto de Ambito de Cristina con los titeres en la ciudad de los niños.
Es la foto que podria ilustrar la nota de Morales Sola….
Si es muy buena Miguel! Ya la pongo.
Impresionante la falta de inteligencia para aceptar que le sacaran una foto entre todas las marionetas…¿qué pensó en ese instante? ¿o no pensó como me parece que es su estilo?
Muy buen post. Pero faltó una reflexión sobre el decisivo peso de la virgen desatanudos en toda esta cuestión. Ayer lo escuché a Silvestre, maravillado con el gesto de Bergoglio. A partir de allí hay que sentarse a esperar. Milagros supongo.
La visita de las altas jerarquías eclesiásticas a la presidenta, puede tener distintas lecturas pero ninguna -creo- permite suponer un cambio de estilo en el gobierno.
El cardenal Bergoglio fue a reclamarle el cumplimiento de los compromisos que tomó con los pobres y los marginados, no a felicitarla por haber triunfado en las elecciones.
Ha sido una forma algo más cordial de parte de la Iglesia para refirmar su postura. Nada ha cambiado y no creo que se produzca ningún milagro.
El boludómetro del Congreso debe estar al mango. Si llega a aparecer alguno de los Fernandez, explota.
Benegas, Ud ha dado en el clavo. Esto que esta haciendo se llama “cerrar frentes” y “estrechar filas”. Cuando empiezan los quilombos grandes y creáme este de EE.UU. lo es, fundamentalmente porque sus consecuencias son imprevisibles, la lógica dice que es la hora de acercar posiciones con “enemigos inventados” tal el caso de la Iglesia y el conflicto con Uruguay. En estas horas de incertidumbre a los Kirchner no le van sobrar “amigos” ni “lealtades”. Cuando esto pase de marrón oscuro, va a llegar la hora de “despegarse” y de los mensajes tipo “algo hay que hacer para salvar la República”. En ese preciso momento, los voy a querer ver.