El aumento de la recaudación fiscal es motivo de alegría entre los contratistas del estado que se ven obligados a retornar algunos pesillos a los que toman la decisión de contratarlos. Como en el caso Skanska, cuanto más se recaude más contratos para dibujar, mayor posibilidad de hacer felices a los funcionarios con regalitos.
Me gustaría que este tipo de noticias se titulen mejor: “Fuerte caída del patrimonio de los productores y consumidores en 13.000 millones”. Que increíble todo lo que hay que entender para darse cuenta por qué esta es la verdadera noticia, cuántos prejuicios hay que derribar.
Cada peso que aumenta la recaudación es un peso más en el bolsillo de un ladrón, y un peso menos en el bolsillo de un honesto productor.
Siempre es bueno recordar que el país mas próspero de la tierra, nació a partir de una rebelión fiscal.
!Viva la contracultura tributaria!