Un impuesto, más una regulación impositiva pueden ser suficientes para dejar fuera del “blanco” a una persona. La métafísica fiscalista ni siquiera considera esta cuestión. El “negro” para esta metafísica es consecuencia de la mala conducta de algunos que no quieren cumplir con las obligaciones con “nuestro estado”. La solución entonces es quebrar esa resistencia, sin ninguna preocupación garantista en este caso.
Ningún avance de “nuestro estado” tiene vuelta atrás. Las regulaciones tímidas se convierten en regulacionse totales. Un Guillermo Moreno es suficiente para que cualquier arbitrariedad se convierta en dogma legal con un breve proceso de acostumbramiento. Nada es más permanente que un impuesto transitorio. Esta es la premisa dos de este post: La inercia lleva al aumento del control de la vida privada y al encarecimiento de estar dentro del sistema.
La tercera premisa es que la mayoría de las personas, llegado un punto que nosotros hemos pasado hace rato, pueden escapar del sistema de forma parcial. Alguna cuenta no la declaran, alguna regla se la pasan por algún lugar de su anatomía y todo está bien. El Banco Mundial demostró que si los argentinos pagaran todos los impuestos el 98% de sus ingresos irían a parar al estado. Algo imposible de lograr, el sistema se sostiene en la hipocresía general. Que como lo he dicho muchas veces es el único ingrediente que lo hace soportable.
La cuarta premisa es que hay gente que no tiene la capacidad siquiera de estar dentro del “blanco” de forma parcial. Eso que los socialistas atribuyen a la maldad del mercado y no es otra cosa que la consecuencia directa de la estupidez de su amado estado: Los barrios marginales, el negro fiscal y legal absoluto. El estado ni siquiera está “presente”, como ellos dicen, en esos lugares.
Después queda la quinta y enorme premisa: El estado moralista que decide controlar lo que la gente ingiere tiene la brillante idea de prohibir las drogas. Con o sin impuestos, declaradas o no declaradas, ese mercado está por decisión política, ni siquiera por le inercia mencionada, fuera del sistema. Está en el negro fiscal absoluto, igual que la gente más pobre.
Creo que la conexión es clara ¿no? Carrió cree que “el paco” es la consecuencia de la maldad de los intendentes del conurbano, pero en realidad esa maldad, en todo caso, y complicidad no es otra cosa que la consecuencia de la combinación entre el estado omnipresente y el estado moralista. A la baja rentabilidad, a ciertos niveles, de estar dentro, se le suma una alta rentabilidad de estar fuera. Señora Carrió, el paco es el hijo no reconocido de su forma de “amor a la humanidad”
Pero acá viene el gran final a toda orquesta. Los brasileros creen que la violencia en Brasil no es producto de todo esto sino de los videojuegos.
Me parece que el que eres tu quien tiene problemas con las drogas. Te puedo asegurar que mi mente es lo que màs deseo conservar, y lo he conseguido. Soy más moralista que ninguno, jamás he consumido drogas ni me emborrachado, pero mis normas son mías y no pretendo imponérselas a los demás.
Lo que te aconsejo es que te alejes de la iglesia, son lugares insalubres.
Decime Jorge Peña ¿que planeas hacer si me cruzo en tu camino? ¿yo soy el facho?
Grecia: el mercado negro es producto de la intervención estatal; también lo es el mercado negro de cigarrillos de tabaco, derivado de una especialmente injusta y excesiva presión impositiva. En ambos casos el encarecimiento artificial alienta el gangsterismo, pero en uno desde la misma producción, y en el otro a partir del último eslabón de la comercialización. De persistir el perjudicial mercado negro, su origen seguiría siendo una forma de intervención estatal (impuestos prohibitivos), no la despenalización.
Roark: decías que “las drogas, la pobreza, la promiscuidad, las enfermedades y toda clase de miserias humanas surgen cuando la mente está en suspenso.” Con todo respeto, creo que afirmaciones como esa no contribuyen a la causa de la despenalización. Hay fundamentos mejores que el deseo de ver morir a quienes no nos simpatizan, y a la hora de esgrimirlos no tenés competencia. En cuanto a las enfermedades, lamentablemente surgen cuando la mente está en suspenso y también cuando la mente está en actividad; y por cierto, también hay drogas que pueden aclarar la mente y mejorar la productividad.
Todos: los cristianos tienen buenas razones para apoyar la despenalización; son las mismas que tienen los no cristianos. ¿Queremos al estado eligiendo nuestro alimento? La respuesta seguramente no dependerá de nuestra religión.
Roark, calma, el plan era discutir una idea, no seguirle el juego y terminar intercambiando insultos, que es lo que jp generó cuando se quedó (o lo dejaron sin argumentos).
Y odio tener que citar a alguien que hizo tanto daño a la humanidad, pero “la Religión es el opio de los pueblos”, y creo que más de uno acá piensa que una Misa es un caso interesante de Histeria Colectiva, o que la Religión tiene el mismo efecto placebo o de estupidización que muchas drogas.
Yo creo que más que la religión el opio de los pueblos son los dogmatismos, sean políticos, religiosos, raciales etc. La verdad es que no entiendo porqué siempre terminamos a los insultos ¿tan difícil es respetar la opinión distinta del otro sin entrar en descalificaciones o comentarios provocadores? Jorge, vos me reputeaste porque una vez dije que me alegraba si el boludo de Rivas se moría después de la golpiza que le dieron los chorros, te pusiste en moralista y ahora te ponés a amenazar físicamente a otro comentarista porque piensa distinto a vos, para mi te fuiste al carajo, ni Scotta llegó a ese extremo.
Mariana y Marcelo
Ustedes son médicos y me van hacer puré con sus argumentos, y en cuestiones médicas no podré ganarles nunca una discusión., pero haré mis comentarios con lo que he aprendido leyendo en libros de sociología y psicología cuando estudiaba administración de empresas.
Se que las enfermedades se producen con la mente en estado activo o en suspenso. Las enfermedades son parte de la naturaleza y tienen sus fines. No nos gustas los fines pero debemos aceptarlos. Cuando he dicho que las miserias humanas se producen por tener la mente en suspenso, quiero decir que el hombre paga las consecuencias de no usar su única arma que tiene para defenderse, que es su mente. No es cierto que la gente es pobre y pasa necesidades por culpa de otros, o por el egoísmo de algunos. El ego es un don de los animales entre los que está el hombre, y el ego es indispensable para la supervivencia. La gente es pobre porque quiere serlo. La pobreza es producto de sus propios actos, y el resultado de sus propios vicios.
Nos hacen creer que los ricos son inmorales y los pobres las víctimas, y veo con mis ojos que la depravación, la inmoralidad, la corrupción, son independientes del nivel económico de las personas. La falta de valores produce miseria, y los valores los crea nuestra mente razonadora, son producto de nuestro pensamiento.
Nos dicen que la gente consume drogas, alcohol porque tiene problemas no resueltos, pero ¿no es al revés?. Creo que por consumir drogas, alcohol, por elegir el ocio en lugar del trabajo la gente se empobrece. Todo lo necesitamos requiere un sacrificio, nada nos viene gratis, y la ley de la naturaleza indica que cada uno debe ganarse su propio sustento, buscar satisfacer sus propias necesidades con su propio esfuerzo y hallar la felicidad por si mismo. Cada individuo sabe lo que necesita y sabe que es lo que le hace feliz.
Ustedes son médicos y para llegar a serlo s requiere un sacrificio muy grande: muchas horas de estudio, abstinencia de diversiones, y la recompensa es que tienen un estadio de vida más alto y un ingreso monetario superior al de la mayoría de la gente, no me digan que no porque conozco muchos médicos; puedes darte gustos y placeres que otros no pueden. Lo que han conseguido es de ustedes, se lo han ganado con su esfuerzo, no se lo han robado a nadie, es de ustedes y solamente ustedes. Si en lugar de estudiar, hubiesen preferido callejear, juntarte con amigotes a fumarse un porrito en la plaza como Andrés Calamaro, seguramente no serían médicos, vivirían sin un peso en el bolsillo y estarías culpando al sistema por su situación.
A los preocupados por la gente que deseen hacer algo por ayudarlos me parece correcto que lo hagan. Yo no creo en los bien intencionados, para mi son ladrones con intenciones de vivir a expensas de la gente y no a favor de la gente. ¿Porqué quieren que el estado atienda estos problemas? Si están tan preocupados por la gente porque no se unen, hacen una asociación, libran cheques contra sus cuentas bancarias y juntan fondos para ayudar a los pobres y necesitados. Es mejor, claro hacerlo con el dinero del estado que es el dinero de los otros. Es muy piola esa forma de altruismo gastando dinero ajeno.
La legalización de las drogas es lo que se debe hacer. Mejor dicho no prohibición en lugar de legalización, visto que las prohibiciones solo se pueden hacer por leyes.
Los Estados Unidos tienen este problema desde hace años y el asunto no se resuelve porque se mezclan el moralismo puritano, el misticismo, la ignoracia de otros con la realidad, y la verdad es que los políticos no tienen las ideas claras acerca de cómo proceder.
Prevalece el pensamiento estatista de que el gobierno puede resolver el problema y crean la DEA que me imagino donde acabará este organismo, con un narcotraficante dirigiéndola.
En estas cuestiones, cuando el estado pretende hacer moralismo prohibiendo determinados actos lo que se consigue es el resultado exactamente opuesto. En una época el Congreso de EE.UU pretendió prohibir, consumir, comerciar, y transportar bebida espirituosas tal cual el texto de la enmienda XVIII. Como el negocio de licores era rentable los perjudicados se asociaron con bandas criminales para defender sus negocios y el resultado fue una ola de delincuencia que jamás se había visto. La pretensión moralista de la enmienda impulsó al público vaya a saber porqué a consumir más y el negocio de licores aumentaba en lugar de disminuir.
Cuando algo está prohibido parece que aumenta el apetito por consumirlo: nena eso no debes hacerlo hasta que estés casada. Nene si te tocas ahí te van a salir pelos en la mano o granos en la cara, y la nena lo hace a escondidas de la madre y el nene se toca hasta el hartazgo.
Cuando el congreso aprendió que la moralista enmienda XVIII era más demoniaca que celestial, fue revocada por la enmienda XXI que permitía todo lo que la otra prohibía, y el problema del gangsterismo tan grande en esos tiempos disminuyó considerablemente. Pero desgraciadamente parece que el hecho ya es muy lejano en el tiempo y las enseñanzas de la enmienda XVIII se han olvidado incluso en los Estados Unidos.
Estimado Roark: coincidimos en cuanto a que el estado no es la solución sino el problema. Releyendo algunos comentarios al post, nos parece conveniente aclarar una vez más que la liberación del mercado de drogas no resolvería los problemas asociados al consumo con fines autodestructivos (imposibles de resolver mediante leyes), sino los asociados a la prohibición.
La primera parte de tu último mensaje, sin embargo, puede matizarse: la productividad no siempre se contrapone al ocio. El mismo Hipócrates recomendaba embriagarse de vez en cuando.
Por último, valoramos tu incansable afán de persuadir a cualquier lector honestamente dispuesto a examinar tus argumentos, pero ciertas expresiones funcionan como regalos en bandeja para los que, incapaces de reconocer su ignorancia o error, aprovechan cualquier excusa con tal de cambiar el eje del debate.
Estimados, haya paz antes que todo. Fumémonos…. la pipa de la paz. Dense la mano (pero no se pasen ninguna sustancia)
Gracias por las explicaciones que me permiten reveer y pensar. Pero no hay caso, no puedo entender. Me pasa como con el tema armas. El caso del alcohol y el de la droga son algo diferentes. No se si se pueden comparar. Hay drogas, como el paco que ya no se consume por el precio de liquidación sino por los efectos que causa y es un poquito mas adictiva ( por favor, reconozcan algo) que el alcohol, la consumen sectores de avanzada de clase media y alta. Saben bien los médicos los problemas físicos que conlleva su uso. Por eso vuelvo a lo que decía antes, es un problema un poco mas complejo de manejar. Si recuerdan la famosa “guerra del opio” entre China y Gran Bretaña comenzó por el indiscriminado comercio de Gran Bretaña de opio. Lo importaba a China a cambio de te y otras vituallas pero la cantidad de consumidores era tal que los chinos debieron decir hasta acá. Había libertad de consumo en ese entonces en China de el “hada negra”. Libertad de consumo.
Grecia no se puede avanzar sin incorporar lo que se dice. El paco se está produciendo en plena prohibición.
Lo único que ha hecho la prohibición es adormecerte y confiar. En nada!
Cuando alguien pretende hacer moralismo para los demás e imponerlo por la fuerza es porque tiene un problema moral que lo afige seriamente. Hitler contrariamente de lo que se dice eran un puritano acérrimo, creía ciegamente en los valores cristianos y en la pureza del hombre. A los judios los consideraban sucios y degenerados porque tenían unas costumbres que confrontaban con sus ideas. Por eso el nazismo tiene tantos simpatizantes en la iglesia. Durante la segunda guerra mundial el Vaticano hizo la vista gorda respecto de las carnicerías realizadas por Hitler.
El Ayatolah Khomeini era un puritano fanático, conservador al extremo, es lo que llamaríamos las derecha más recalcitrante y conservadora. Khomeini extendió el significado de guerra santa o “Jihad” a eliminar al adversario, al infiel, cuando el término significa guerra interior contra el pecado. En esto coinciden el islamismo con el cristianismo y el judaísmo. La Biblia es el libro más individualista que se haya escrito. Todo su contenido está dirigido al perfeccionamiento del individuo, no al perfeccionamiento de la sociedad. Cuando la Biblia dice que se debe ayudar al prójimo lo hace como un consejo y no como un mandato, y se entiende por prójimo a nuestros hermanos, nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo. Prójimo es similar a próximo. La Biblia no impone nada por la fuerza, sino que son los moralistas que quieren aplicar los preceptos bíblicos como ley, haciéndoselos tragar por la fuerza a quienes no siguen sus preceptos. El moralismo es violento, totalmente antihumano, quita lo más valioso para el ser humano que es su libertad, y le hacen imposible conseguir su felicidad. Si verdaderamente aman al ser humano lo mejor que pueden hacer es dejarlo libre y en paz.
Roark: la verdad es que no das ni siquiera para el desprecio, sos tan ignorante y estás tan lleno de mala fe que das lastima. Realmente no se que edad tendrás , supongo que entre 18 20 años por el tipo de razonamiento que utilizás.
Ojalá consigas lo que quieres, que es ser un empleado de un empleado de Ribas o Cavallo si tenés suerte. Te repito: das lastima.
Me parece que del debate de este tema ya se pasó a la descalificación.
Es momento de bajar un cambio porque el tema es interesante y si se cambia el rumbo del mismo todo queda en la nada. Tratemos de seguir en el tema, de lo contrario esto quedaría reducido a una charla de café.
Grecia, repasá: los interesados en mantener la prohibición eran los británicos, y el negocio se les terminó cuando los chinos la dieron por terminada. El libro mejor documentado acerca del tema es Historia de las drogas II (el segundo de tres volúmenes). Muy recomendado.
Un poco de historia:
(…)”Por su parte, las guerras del opio son un fenómeno complejo, que no se explica pensando en una China donde el opio fuese desconocido, y movida a importarlo por las potencias occidentales. Los chinos conocían las triacas grecorromanas desde el siglo X por lo menos, y usaban cocimientos de adormidera y opio propiamente dicho desde tiempo inmemorial Pero los emperadores manchúes –que acababan de imponerse mediante invasión, ocasionando las guerras civiles más sangrientas de la historia universal- decidieron prohibir el pago de transacciones comerciales con opio (al comienzo mediterráneo -mucho más rico en morfina-, y luego producido por los ingleses en grandes plantaciones situadas al sur de la India) para preservar el superávit de su balanza de pagos, exigiendo siempre metales preciosos a cambio. De ahí que empezaran prohibiendo la importación, y sólo bastante más tarde el cultivo en China, cuando la persecución de usuarios había producido ya un enorme mercado negro, y una generalizada corrupción.
Es interesante subrayar el divergente resultado que suscita un régimen de prohibición si se compara con el de indiferencia legislativa. Los usuarios chinos cotidianos de opio (unos tres millones, aproximadamente el 0,5% de la población) eran en una alta proporción personas desnutridas y laboralmente nulas. Durante el mismo periodo, en cambio, los usuarios indios cotidianos de opio (otros tantos, pero un porcentaje mucho más elevado de la población) no presentaban síntomas de degeneración física ni incapacidad laboral, hasta el extremo de que el ingente informe conocido como Royal Commission on Opium (1884-1896) concluye diciendo: “El opio en la India se parece más a los licores occidentales que a una sustancia aborrecible”.
Suele olvidarse, al hablar de las guerras del opio, que su consumo occidental era por entonces no ya superior sino muy superior al del lejano Oriente, pues -si bien empezaba a verse relegado por el uso de morfina y codeina- seguía siendo el tercer artículo más vendido por las farmacias.”
Fuente:
http://www.escohotado.com/articulosdirectos/toxicomanias.htm
A.Escohotado, Historia general de las drogas, Alianza, Madrid, 1998 (3 vols.).
“hasta la segunda mitad del siglo XIX, seguimos sin hallar testimonios de toxicomanía o adicción, salvo casos de alcohólicos, tabacómanos y cafetómanos, que -por cierto- suelen recibir castigos crueles”
El fragmento es parte de esta última cita, que pone en contexto el experimento de la guerra contra las drogas, una locura específicamente moderna (es extensa pero vale la pena):
“En sentido jurídico, y en el habla común, la toxicomanía se liga a las drogas ilícitas llamadas estupefacientes (narcotics). Dicho criterio informa el derecho internacional desde el Convenio de Ginebra de 1931, que por primera vez atribuye a los Estados, y a la Liga de Naciones, “luchar contra la adicción”. Este Convenio incluía inicialmente tres drogas (derivados del cáñamo, derivados del opio y derivados del arbusto del coca), a las que luego se incorporarían muchas más, tanto naturales como sintéticas y semi-sintéticas. Todas ellas son, por imperativo legal, estupefacientes “toxicomanígenos” o generadores de adicción.
Es interesante constatar que lo evidente hoy -para el legislador y para buena parte de la población- no lo fuese en ningún momento histórico previo, aunque el cáñamo, el opio y la coca hayan sido plantas conocidas y empleadas inmemorialmente. La civilización sumeria, la egipcia y la grecorromana usaron con gran generosidad el opio -hoy considerado droga adictiva por excelencia-, sin dejar testimonio escrito sobre ningún opiómano. El dato es tanto más notable cuanto que esta droga se usaba muchas veces a diario -en las famosas triacas o antídotos-, sencillamente como tónico preventivo de diversas dolencias. Lo mismo puede decirse de las culturas asiáticas a propósito del cáñamo, y de las americanas a propósito de la coca.
Los antiguos tomaban o no esas sustancias, en mayor o menor cantidad, pero la costumbre de consumir una droga -por razones recreativas, religiosas o terapéuticas- no se distinguía de cualquier otra costumbre, no suscitaba inquietud social y no interesaba lo más mínimo al derecho ni a la moralidad establecida. La única excepción a esta regla son -en Eurasia- las bebidas alcohólicas, que sí generaron discusiones teóricas, reproches éticos e incluso persecución. Para algunas religiones (como la brahmánica, la budista y la islámica), alcohol es sinónimo de oscuridad y mentira, y la regla mahometana decreta apaleamiento para quien sea hallado borracho.
La filosofía griega discutió abundantemente en torno al vino, “don de Dioniso”, argumentando algunos que era básicamente una maldición, y otros –presididos por Platón- que otorgaba entusiasmo sagrado. A diferencia de los pueblos germánicos, que toleraban la embriaguez de mujeres y hombres jóvenes, la cultura grecorromana prohibía severamente su uso en tales casos; en tiempos de Tarquino el Grande, por ejemplo, una dama fue condenada a morir de hambre tras descubrirse que tenía las llaves de una bodega. Severísima fue la represión del culto báquico en la Roma republicana –entre el 186 y el 180 a.C.-, que supuso exterminar a unas diez mil personas, si bien el trasfondo del caso sugiere que además del escándalo producido por ritos orgiásticos había razones de conveniencia política, que poco después desembocarían en las primeras guerras civiles.
Por lo que respecta a las otras drogas, el criterio de la antigüedad grecorromana y asiática lo describe ejemplarmente la Lex Cornelia de sicariis et veneficiis (“ley Cornelia sobre homicidas y envenenadores”), que estuvo vigente desde tiempos republicanos hasta el fin del Imperio: “Droga es una palabra indiferente, donde cabe tanto lo que sirve para matar como lo que sirve para curar, y los filtros de amor, pero esta ley sólo reprueba lo usado para matar a alguien sin su consentimiento”.
Ulteriores informaciones sobre uso de sustancias psicoactivas desaparecen casi por completo hasta el siglo XIII. Es entonces cuando se han difundido los primeros aguardientes (generando grave inquietud tanto en Europa como en China), cuando comienza la cruzada contra las brujas (a quienes se acusa de “tratos con hierbas y pócimas diabólicas”), y cuando se opera un giro hacia el fundamentalismo farmacológico en el mundo islámico (que busca prohibir café, opio y haschisch). Tras el descubrimiento de América -un continente sin tradición monoteísta, con culturas hechas a una rica variedad de drogas en contextos tanto religiosos como terapéuticos y recreativos-, la alarma ante este tipo de productos crece hasta finales del siglo XVII. En este momento empieza a cundir –gracias a humanistas, médicos y boticarios- un criterio laico, y el arsenal de sustancias conocidas pasa a considerarse materia médica, libre de estigma teológico y poder sobrenatural. Desde entonces, y hasta la segunda mitad del siglo XIX, seguimos sin hallar testimonios de toxicomanía o adicción, salvo casos de alcohólicos, tabacómanos y cafetómanos, que -por cierto- suelen recibir castigos crueles; Francisco I de Francia decreta pérdida de las orejas y destierro para los primeros, en Rusia los bebedores de café se exponen a perder la nariz si son descubiertos, y en Irán –como también en algunos puntos del norte de Europa- el tabaquismo se paga unas veces con tormentos y otras con pena capital.”
Antonio Escohotado
Fuente:
http://www.escohotado.com/articulosdirectos/toxicomanias.htm
Historia de las drogas de Escohotado es el libro que hay que leer para empezar a hablar de este tema. Todos quieren imaginar un apocalipsis cuando se levante la prohibición como si no hubiera habido libertad de consumir cualquier cosa antes de principios del siglo XX cuando empieza el camino de la prohibición. El miedo propagado por los prohbicionistas hizo su efecto y nunca hubo que temerle tanto a la drogadicción como durante la prohibición.
Dos más dos, son cuatro.
Espero no haber llegado tarde y repetir algo que otro ya expuso.
Creo que debe haber libertad de consumir lo que a uno se le plazca, pero eso sí, transfiriendo mínimas externalidades a la sociedad, por eso:
1) Delito o daño cometido bajo efecto de perturbación por drogas debe tener agravante de pena, lo mismo que conducir alcoholizado.
2)Seguro de salud mas caro para cubrir los tratamientos.
En cuanto al estado moralista y la prohibición,
creo que puede ser un enervante del negocio.
Si se legaliza la droga desaparece el kiosco de los intendentes del conurbano que son los que le dieron los votos a K.
¿Y con el juego de azar que pasa con el estado moralista?
Junto con la propaganda de los juegos pasa el aviso de que el juego es dañino.
¿No es una cargada?
El primer párrafo del hipervínculo que agregó Mariana y Marcelo en este blog, donde se describe el significado de la palabra manía, es perfecto para describir esta preocupación por los problema sociales. El párrafo dice:
En sentido literal, etimológico, las toxicomanías son conductas relacionadas con ciertos tóxicos, cuyos efectos euforizantes tientan poderosamente a algunas personas. La palabra manía es en griego clásico un término sumamente ambiguo, que significa unas veces “extravío”, otras veces “inspiración”, y otras “entusiasmo”. Pero el uso actual del término no tiene connotación positiva, y el Diccionario editado por nuestra Academia de la Lengua ofrece tres acepciones básicas: “1.Especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al furor. 2.Extravagancia, preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada. 3.Afecto o deseo desordenado.” Tóxico, del latín toxicum, es una palabra no ambigua, que significa “veneno”.
Creo que los moralistas preocupados por la vida de la gente tienen que quitarse esa manía que se describe en el párrafo anterior.
Esta va para Doble Doble V y algún otro que le pueda interesar sobre la presión fiscal en la Argentina, el link es:
http://www.doingbusiness.org/ExploreTopics/PayingTaxes/
Cuando uno ve esto y sabe que está disponible para cualquier inversor extranjero y también nacional,
entiende porque José afirma que este estado de cosas se sostiene en la hipocresía.
Bueno, ya no voy a polemizar mas porque no me puedo convencer, puede ser que algún problema biológico me lo impida. Pero también puede suceder que hace rato que no creo en la magia.
Pablito, muchas gracias por ese hipervínculo. Es un aporte valiosísimo.
A primera vista he visto que Argentina está bochada en asuntos de negocios. 109º lugar entre los países más dificiles de hacer negocios, en en general está por debajo del centécimo lugar en todos los rubros. Esto es lo que hemos conseguido con tantos años de peronismo combatiendo al capital.
Y no nos olvidemos también del radicalismo y el militarismo combatiendo al capital. Perón puso la música y el resto acompañó.
Estimado José: Leyendo todo esto sobre las drogas me surgen algunas reflexiones: Una cosa son los aspectos legales, en los cuales coincido contigo totalmente, de hecho, basta leer mi post. Las prohibiciones generan entre otras, el impulso contrario. La Ley Seca en EE.UU. es un ejemplo perfecto. No solamente estimula el consumo sino que genera la peor corrupción, la del dinero fácil en ingentes cantidades. La corrupción del narcotráfico compra políticos, empresarios y jueces. Y los compra por una mezcla de dinero y miedo. La legalización, no sé si haría disminuir el consumo. Lo que estoy absolutamente seguro es que los carteles mafiosos se caerían estrepitosamente. La cocaína costaría por kilo mas barata que un kilo de harina. Claro, harían falta mucho más que un par de tipos con huevos para tomar ese tipo de decisiones. Alguna vez leí hace años que si un día el FBI se pusiera bien cabrón y decidiera “realmente” no dejar pasar un gramo de merca, apenas pasaría los controles un 10 o un 15 % de lo que pasa diariamente. Tienes razón José. Hasta que USA no decida realmente tomar el toro por las astas, esto seguirá in crescendo.
Ahora, en lo personal, me asombran comentarios tan sesudos de personas que no habiendo consumido nunca drogas ni ser adictos a ellas, opinen con tanta liviandad, creyendo que saben y la tienen muy clara. Lamentablemente quien esto escribe sufrió esa enfermedad durante años y pasó por circunstancias terribles. Solamente quien pasó por ese infierno sabe realmente lo que es. Y ojalá, y esto lo digo desde mi corazón, quienes piensan así, como Roark por ejemplo (con quien coincido en muchas cosas), nunca tengan la desgracia de tener algún ser querido víctima de esa terrible enfermedad. Ante ella, no hay médico, psicólogo ni sacerdote que pueda hacer nada mientras el adicto no quiera parar. Y generalmente sino se detiene, el adicto muere.
Gracias José por tener este espacio.
Evelynmunda subrayo esta afirmación porque es crucial: “no hay médico, psicólogo ni sacerdote que pueda hacer nada mientras el adicto no quiera para”
La destaco porque confirma que la salida está en el individuo. La droga es un problema de determinación individual, se resuelve no con un “tratamiento” sino con una decisión firme. Los demás acompañan. Esto es así con cualquier adicción. El lema de alcoholicos anónimos es “Dios dame fuerza para cambiar lo que puedo cambiar, resignación para aceptar lo que no puedo cambiar, y sabiduría para reconocer la diferencia”. Alcoholicos anónimos no es una organización médica, ni siquiera psicológica. Y por supuesto que el alcohol, como otras drogas genera adicción.
El problema de las drogas se resuelve con responsabilidad que es hija directa de la libertad.
Roark, coincido contigo en varios puntos pero no creo que la gente con problemas de drogas sean malas personas que merecen morirse.
Yo conozco un caso del hijo de una amiga de mi madre que tuvo problemas con las drogas y la paso mal y bueno, ahora el chico que tendra unos 30 años se casó y le va muy bien con la pintura que es algo que siempre le habia interesado y le esta yendo muy bien.
No todos los drogadictos salen a delinquir, es más, la mayoría no lo hace.
Y no me queda claro si te parece positivo que se mueran porque consumen dinero publico (o sea dinero nuestro) o porque justamente son drogadictos. En el primer caso entonces solo querrias que se mueran los que acuden a rehabilitacion o ayudas estatales. Pero si no te gustan porque son drogadictos no se porque te parece positivo que se mueran (no era que los vicios correspondian a la esfera privada de cada uno por lo que solo perjudicaban al viciado?)
Ademas como dijo José por ahi, las drogas son vistas como algo malo en parte porque son prohibidas….por qué el alcohol no nos parece malo y las drogas si? Además las drogas bien utilizadas (o no tanto) han ayudado a artistas, escritores y musicos a estar más “lúcidos” a la hora de trabajar.
Sobre lo que decia Grecia, creo que tiene razon en parte ya que…qué va a pasar cuando salgan algunos burocratas a decir “vamos a formar la “Comisión de control de sustancias” que va a decidir qué drogas son aptas para comercializar y cuales no”. Ahí seguro que se arma tremenda joda con coimas y cosas por el estilo para que se permita comercializar tal o cual marca de drogas y las que no puedan comercializarse legalmente por no cumplir tales o cuales requisitos van a ir a parar por ahi y más baratas que las autorizadas…
Igual creo que la solución precismanete no está en prohibirlas ya que a la vista tenemos las consecuencias. A lo mejor se podría probar con una liberalizacion progresiva para ver como se va presentando la situacion…
y otro apunte sobre las drogas
nadie se crea que esta salvado de caer en ellas, el problema de las drogas pega en cualquier clase social y a cualquier edad e incluso no importa cuantas veces te hayan dicho en tu casa “no pruebes drogas”, basta que se prueben un par de veces para en alguna gente poder empezar a crear dependencia.(en otras no)
Eso sí, toy de acuerdo que somos personalmente responsables tanto de empezar a consumirlas como de dejar de hacerlo y que las penas para el caso de delitos bajo sus efectos debe incrementarse.
Estoy de acuerdo con la mayoría de los que sostienen la derogación de la prohibición de producción y venta de “drogas”. Sus explicaciones son claras y acertadas y en realidad habría poco que agregar. Pero veo que algunos participantes no tienen claro qué queremos decir cuando hablamos de mercado negro.
Para ellos voy a tratar de explicar que pasa con “las drogas“ cuando se las prohibe y su producción y comercialización se hacen en un mercado negro o sea en la clandestinidad.
Lo que pasa hoy en día con la droga es lo mismo que ocurrió en la década del 30 con la ley seca en Estados Unidos. Al estar prohibida la fabricación y venta de bebidas alcohólicas, los consumidores recurrieron al mercado negro para su obtención. Quienes la producían y comercializaban ? Los que vivían al margen de la ley, es decir los delincuentes. A qué precios ? A precios mucho más altos que los anteriores cuando el alcohol era legal, por varias razones que eran consecuencias de la misma prohibición. Debían hacerse en destilerías escondidas en cantidades no muy grandes, transportarse en forma clandestina y disimulada cosa que encarecía el producto. Pero el principal componente del costo era el alto beneficio que debía ser sumado a los costos porque a medida que crece el riesgo en una actividad económica crece la ganancia esperada. Nadie se mete en un negocio tan riesgoso para ganar pequeños porcentajes sobre el costo cuando lo que esta en peligro es su propia libertad; la posibilidad de una larga condena en la carcel. Debe tenerse en cuenta otro alto componente del costo que son los sobornos y coimas a las autoridades para conseguir vías mas seguras para su comecialización, eludir la condena en caso de ser agarrados o parar las investigaciones
Y aquí estamos en el peor aspecto de la prohibición. El crimen asociado a la droga es infinitamente peor que los efectos malsanos en los adictos a la droga. Los jueces, funcionarios, políticos y policía comprados y corrompidos por el tráfico constituyen un mal social de incalculables consecuencias.
(A este aspecto se debería sumar los recursos inútilmente gastados en la persecución de la comercialización y tráfico de drogas.)
En el caso de la fabricación y comercialización de estupefacientes todos los aspectos aquí descriptos se dan en grado superlativo. Un aspecto que me olvidaba es el de los ejércitos de esbirros (asesinos a sueldo) que necesitan productores y comercializadores de drogas para su protección frente a la policía o frente a otros competidores delictuales con los que dirimen sus espacios de mercado en conflicto con el asesinato de los grupos rivales. (Recordar Cartel de Cali, Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria ,etc). Este costo que es alto se suma a los demás.
Pero vayamos a los números para ejemplificar la cuestión y hacerla clara.
Si la cocaína fuera legal como lo fue hasta el año 1920 un kilo de cocaína saldría entre dos y cuatro veces un kilo de azúcar. A cuanto está el kilo de azúcar? A tres pesos? Bueno, un kilo de cocaína en la farmacia saldría entre seis y doce pesos
Cuanto sale hoy en el mercado negro ? Creo que el gramo de cocaína está a 10 u$s. Me dicen que si es de la máxima pureza sale 20 u$s. O sea que un kilo sale hoy 20.000 u$s
Más de 60.000 $/kg contra 12 $/kg que saldría si estuviera legalizada. Esta es la realidad. Pongámosle impuesto como al cigarrillo o un poco más; saldría alrededor de 100$ el kilo.
Aparte de todo el crimen asociado que trae la prohibición, muchos adictos por los altos precios de la droga debidos a la prohibición recurren al robo y al delito para conseguirla. Este es otro aspecto maligno que no debemos olvidar.
Entendés ahora Grecia que es lo que queremos decir cuando hablamos de mercado negro versus mercado legal ?
Gracias por tu paciente explicación. Coincido en muchas partes pero siempre me queda el temor (¿temor al vacío?) de la libertad de drogarse en sociedades como ésta en las que hay situaciones mucho mas simples de resolver que por obra y gracia de nuestra clase política (y de nosotros también) terminan en extremos que no tienen retorno, por lo menos hasta acá.
José, me prendo a lo de la pipa, acá tengo un poco de “hierba de la paz” para encenderla, jajaja, es un chiste, no se enojen, me pareció genial la respuesta de José a Evelyn que pone de manifiesto el hecho de que al final todo se reduce al individuo y a su voluntad, y ahí no hay ni estado ni clínicas de rehabilitación que valgan.
En los comentarios donde dice que concuerdan conmigo acerca de que la intervención del estado es un problema y no la solución, se contradicen. Admiten que el individuo tiene libertad de escoger, pero desean que los costos y consecuencias de esa libertad los pague la comunidad y no el individuo. Todos los comentarios que me responden dicen: estoy de acuerdo, pero……… Y lo que he tratado de poner en claro en todos mis comentarios es que es estado no intervenga para nada en las decisiones privadas de los individuos. Y no solamente el estado, sino también la familia que a menudo es más abusiva, invasiva y perniciosa que el el estado.
Primero y principal: adhiero 100% todo lo que expresa aquí Jorge Peña, a quien lo veo bastante solo contraargumentando las bestialidades vertidas por Roark y Darío Damián. No cabe otro adjetivo: BESTIALIDADES. A TAL PUNTO, QUE EN UN PRIMER MOMENTO NO SABÍA SI REÍR, POR LO BIZARRO QUE PARECE TODO ESTO, O LLORAR, POR HABERME TOPADO CON “REALIDADES” QUE CUESTA CREER QUE EXISTAN. ¿De qué planeta son estos muchachos?
Sus afirmaciones provocan vergüenza ajena. ¿Hablan en nombre del liberalismo y por eso defienden la individualidad a ultranza, aún contra el individuo mismo?. Me suena a fundamentalismo. Ningún liberal serio podría compartir las exteriorizaciones marcianas aquí vertidas. Veamos:
Según Roark, si ves un pibe aspirando pegamento hay que dejarla pasar (ya te explico cómo…), porque él, el pibito, “es responsable”, y deberá “hacerse cargo” de lo que está haciendo. Sin dar muchas vueltas (sin disimulo), establece que es mejor que el pibe se muera de una vez por todas. Cuanto más rápido, mejor, para sentir el alivio de estar “sacando (te) un drogadicto que se pone en tu camino y fastidia tu vida”. “La gente que quiere vivir tranquila”, según Roark, y no merece que existan enfermos (ENFERMOS, digo yo), de modo que hay que festejar, porque ESOS drogadictos de HOY “mejor que se mueran”, porque habrían sido “un problema mañana” . Roark, también sanitarista, concluye: Si querés conservar el “cuerpo sano” y la “mente radiante”, tan solo basta saber “lo que me (te) conviene”. ¿Tan sólo eso?. ¿Y cómo no nos dimos cuenta antes, che?
En todo este pastiche filosófico, Roark lo incluye a Cristo: “Todo se hace en nombre de Cristo, no es que tenga nada en contra de esto, pero comienzo a sentir hartazgo de este hombre. Este mundo comienza a apestar de tanta humanidad”. Es decir, que desde hoy lo sepa la Cristiandad: Cristo ya viene hartando y el tema de la humanidad huele mal”.
Bueno, después de recuperarme de tanto veneno, no me queda otro remedio que pensar, de la manera más benévola posible, que estamos frente a un imberbe autosificiente… (como los que echó Perón de la Plaza). Le adivino el gesto de su cara desafiante hablando con el mentón por delante y la palma de su mano sacudiendo, compadrita, a quien lo escucha, atónito: “Nunca me valgo de los consejos, mucho menos cuando no los he pedido” (aquí, imaginemos el corte de manga, y un verbal “tomá”, que asienta para rematar su gesto “amable”). Pero, eso sí, la cosa es distinta cuando proyecta mandatos al prójimo. Le dice por ahí a alguien que se atrevió a refutarle: “Lo que te aconsejo (él no sigue consejos pero aconseja…) es que te alejes de la iglesia, son lugares insalubres”. REPITO: ROARK LA TIENE CLARA, RE CLARA. ACABA DE DICTAMINAR QUE LOS CURAS ENFERMAN.
Creí que la sorpresa terminaba ahí, pero no. Darío Damián dice también trae lo suyo. Cual testimonio de vecina falsa apoyada en su escoba, nos revela: “Con respecto a la prostitución la verdad no me importa, cada uno hace de su cuerpo lo que quiere y detesto que el Estado en su visión medieval moralista se meta en estos temas porque no le compete”. Bueno, Damián, como tú digas: Legalicemos la trata de blancas, y si son nenitas y nenitos, mejor. Abramos las fronteras, saquemos del medio a esos chicos irresponsables que eligieron prestar su cuerpo por un peñique. Que desaparezcan (que sigan desapareciendo).
Estimados, esta discusión así no conduce a ningún lado. Se llegó al punto en que en medio de los ataques todo el mundo habla en planos distintos de cosas distintas, con independencia de lo que se pueda compartir o no.
Si alguien quiere que se mueran los drogadictos es su tema y si alguien quiere llevárselos a casa y regalarles caramelos también. El asunto acá es cuál es el efecto de la prohibición. Y hablamos de adultos, no de menores.
Lo que te ofende Otros Cantares es que haya dicho que siento hastío de de tanto cristianismo, eres un fundamentalista que ha tomado esta doctrina como la verdad absoluta y has renunciado a tu pensamiento.
No es lo mismo cuando un niño de droga que no sabe lo que está haciendo, porque no está madura que un adulto que es dueño de sus elecciones. Cada uno debe ser soportar todas las consecuencias de sus elecciones.
Si tu hijo te dice “Papi, no quiero ir a la escuela” no le harás caso y lo enviarás a la escuela porque tu decisión no es madura, y lo mismo sucede con la droga. Pero a lo que remito es porqué debemos pagar las consecuencias de elecciones que no hemos hecho. ¿No deben ser los padres quienes deban cuidar a sus hijos?, ¿Porqué otros debemos pagar la irresponsabilidad de otros?
Te digo una cosa, a la teoría de Cristo las tomo como la de cualquier otro filósofo. Yo no me arrodillo ante nadie y mucho menos ante un hombre.
Opinemos e interpretemos los HECHOS, no las situaciones ideales que se supone que, si la estatolatria es eficaz, ya deberian estar resueltas. La prohibición , tal como señala Jose no ha porhiido nada, solo ha agregado mas problemas a los problemas que un vicio puede generarle al resto. El problema principal es que para satisfacer un vicio una persona (adulta tal como señala Jose) debe recurrir y tatar con criminales y que la rentabilidad de esa actividad convertida en delito es tan alta que alcanza para corromper a quien haya que corromper para dejar en los HECHOS que circule libremente.
Insisto con el amigo Spooner, LOS VICIOS NO SON CRIMENES. Creo que a esta altura lo que esta establecido es que la prohibicion solo agrava la situacion, de los viciosos y del resto de la sociedad que tiene que soportar el comprotamiento delicitivo (fundamentalemtne por el alto precio) de los viciosos y de los proveedores que por los propios incentivos generados por la prohibicion se convierten en bandas armadas que imponen la ley de la selva. Insisto tambíen en la falacia en la que se cae constantemente y es la de econtar “LA SOLUCIoN” a cualquier situación que no nos gusta, malas noticias muchachos, la solución no existe por la sencilla razón que lo que para algunos es un problema para otros no significa nada y para otros quizas es una situación placentera. Asi que lo que mejor podemos hacer es tener muy claros cuales son los costos y cuales los beneficios de una determianda ley, insittución, proceso etc. etc.. En el caso de la droga está claro que los costos son muy altos comparandolos con los beneficios que se obtienen, que hasta donde yo puedo ver no existe.
Alguien más arriba señalo el hecho que droga libre implicaba camáñas de publicidad etc. etc. bueno en el caso que una publicidad omita informar o directamente falsee los datos, como por ejejmplo diciendo que LSD es un elixir de felicidad eterna, creo que estaria cometiendo un fraude (dejo a los abogados la tarea de interpretar correctamente lo que estoy diciendo) ya que estaria induciendo al consumo de una sustancia prometiendo un beneficio que no es tal y para combatir esto ya hay abundantes pruebas médicas y figuras delicitivas que entiendo que se pueden aplicar.
No perdamos de vista que la prohibición es algo relativamente nuevo, a principios del siglo XX muchos opiaceos eran de venta libre , es decir no es cierto que con la droga libre todos estarían drogados por ahi.
VUelvo a insistir , la legalización obviamente presentaria situaciones sociales, sobre todo con los adolescentes y jovenes que requerirán alguna atención por parte de las familias , autoridades, etc., pero evitar reconocer el fracaso de la estrategia aplicada en los ultimos 60 años para “combatir” a la droga (que conviene recalcar que drogarse es una decisión personal) solo puede agravar las cosas
Obviamente si hablamos de menores la discusión toma un cáliz totalmente distinto, creo que tanto Roark como Darío Damián se referían a las conductas de mayores en el tema de las drogas y la prostitución. Y me permito agregar algo al último comentario de Roark, yo tampoco me arrodillo ante nadie, menos ante un hombre y muchísimo menos ante una estatuita de yeso, (aunque respeto a los que lo hacen).
Lo que sigue quedando por fuera es el acto privado y voluntario de aquellos que con buena intención abogan por cuidados al prójimo del tipo: “Muchachos, hice una fundación con gente amiga y les damos casa y comida a chicas embarazadas y coordinamos la adopción de los niños”, “rehabilitamos drogadictos”, etc. eso poniendo la mano en el bolsillo propio y no en el ajeno que en definitiva es lo que hace el estado.
Como dijo una vez Bastiat, que no lo deba hacer el estado no significa que no se pueda hacer en absoluto.
Lo que el objetivismo defiende a rajatabla es que no existe moral alguna que habilite a una persona a quitarle a otra. Sin poner en la menor duda la intención de algunos foristas, está el derecho natural de otros foristas de no ser expropiados en nombre de la moral del otro.
Yo tambien pienso como José. Creo que la discusión se está saliendo de madre.
Vuelvo al punto esencial del asunto con dos reflexiones:
1)El crimen asociado a la droga que surge por causa de la misma prohibición, es un mal mucho peor que el perjuicio que la droga causa en los adictos.
2) La peor y mas maligna de todas las adicciones es por lejos el alcoholismo. La legión de adictos al alcohol suma varios millones a lo largo y ancho del mundo. Los alcohólicos superan en número ampliamente a todos los demás adictos sumados.
Y el alcohol es una droga legal.
Si leo a quienes se oponen a ésta mi posición respecto de la prohibición y les pido que sean coherentes con lo que han expresado, concluyo en que pedirían volver a la Ley Seca.
De lo contrario no son consecuentes con lo que sostienen
En este tipo de discusiones me asustan los fundamentalismos, de cualquier tipo. No estoy discutiendo un problema moral, me gustaría entender razones. Por eso creo que la no prohibición ayudaría a desarmar las mafias que se esconden detrás de ese enorme negocio ilegal ahora. Pero no me queda en claro en que medida descendería la cantidad de consumidores. Creo que podría hasta aumentar, algunos lo reconocen. Entonces digo que el problema es mas complejo que el de la ley seca. ¿Por qué? Luis Alberto dice que el alcohol es una adicción mas maligna todavía, NO ESTOY DE ACUERDO. Sabemos que los efectos de las drogas, mezcladas, también con alcohol, actúan como estimulantes en grado superlativo y animan a cualquier salvajada a individuos que las consumen. ¿O por qué algunos delitos están teñidos de tanta agresividad? todos lo repetimos, esos tipos están dados vuelta. No se contienen a si mismos. Toman un revólver ¿y matan porque si o porque no les responde la cabeza llena de droga?. Repito, no hay moralina ni religión. La razón ante todo. Cuando me dicen: “porque si”, o lo dijo fulano en el tomo tal, lo miro con sumo cuidado porque no hay un ejemplo que me puedan dar de una sociedad latina corrompida y desarmada, carente de educación y dispuesta a sobrepasar los límites, que haya liberado el consumo de drogas y los problemas hayan desaparecido. Algunos negocios se harán a la luz del día, pero nadie me asegura que no nos metamos en un problema peor.
¿Cómo solucionarías vos esto Grecia?
Primero que me paguen, José.
Ahora, en serio, planteo que algunas decisiones no son tan simples. No creo que en una polémica como ésta, pueda decirte YO (que como ves no se nada) cual es la solución, pero lo interesante del intercambio de ideas, que a veces se “cargan de emocionalidad”, por decirlo así, es que todos podemos dar un paso hacia adelante conociendo mas y mejor de un tema. Por lo menos yo lo hice, reconozco que algunos aspectos se solucionarían con la liberalización. Pero siento que alguno minimiza el problema reduciéndolo al tema de la libertad (ya se que la libertad está primero) y eso no me asegura una vida mejor.
Otros cantares de un ojo abierto. Opinar libremente me parece a mi que no es una bestialidad, lo que sí me parece es que vos tildas como una bestialidad las opiniones en las cuales vos no estás de acuerdo, lo cual es una bestialidad muchísimo mayor que cualquier opinión.
Martín,
Roark no discrimina edades al hablar de las drogas. Transcribo una de sus tantas frases constructivas: “Cuando veo en los diarios que gente muere por consumir drogas me alegro porque me estoy sacando un drogadicto que se pone en mi camino y fastidia mi vida. Un niño drogadicto hoy es un problema mañana, por lo tanto no creo que se deba ayudar o fomentar un problema para mañana”. (sic) Reconozcamos que se zarpó con su verbo pragmático y punto. No vale la pena dar muchas más vueltas sobre el tema, pero tampoco pasar por alto afirmaciones bárbaras.
La Libertad acepta lindos, feos, virtuosos o defectuosos, y es plástica, dinámica, contraria a la tiranía de los dogmas, incluído el liberal y este, entiendo, es el aspecto más destacable del liberalismo (de no ser así, sentiría que me aprisiona).
Más que un statu quo de “cajita feliz”, la Libertad incluye pelear y ganar, en lugar de patear para un costado todo aquello que posea tufillo a “un problema para mañana”. No creo que esté escrito en algún lugar que el Estado deba desentenderse de todo, aún menos de los fenómenos que crecen de manera exponencial superando lo que cada individuo pueda afrontar. Demás está decir que no hablo del mamarracho de estado que nos gobierna. OK?
Ignoro si la drogadicción y el alcoholismo pasan por prohibir y liberar. Son dos formas de intervenir. Tal vez, “liberar” implique –indirectamente- aún más intervención del Estado desde otros lados, como los de la Educación, Sanidad, legislación laboral, Minoridad, etc. Me excede el poder inclinarme con conocimiento de causa por una u otra postura, y percibo que también ocurre con varios otros entre los que aquí vienen comentando. Sería interesante escuchar a un bioeticista o experto en el tema del Derecho relacionado con las Adicciones.
Darío Damián: comparto el valor de opinar libremente como también el de valorar como bestial una afirmación (para mí bestial). Creo haberlo fundamentado y te invito a que me cierres la idea sobre la libertad de prostitución donde el Estado juega desde la platea.
Me gustaría que pudieras explicar qué hay para las prostitutas que se sienten arrodilladas (no ante un yesito, precisamente). ¿No deberían estar protegidas por el Derecho? (por favor, no me digas que todas las prostitutas son prostitutas porque quieren….).
Otra cuestión: ¿A qué edad crees que empieza la prostitución?. ¿Cómo crees que se desarrolla este nigozio?
José, quizás esto debería ir en el Off Topic… qué opinás si se le agrega el número a los comentarios?
Grecia, vos decías que te teníamos que dar una serie de soluciones. Nos ibas a pagar? Sobre la libertad por supuesto que no te asegura una vida mejor. La falta de libertad sin embargo, te asegura una vida peor. Eso está claro.
Otros cantares, en cuanto a la edad en la cual comienza la prostitución creo que no existe una edad fija.
En realidad la prostitución no era el tema de este post en particular pero como me lo preguntaste te doy mi opinión. Me parece que el Estado debe abstenerse de intervenir en este tema. De hecho, el “mercado de la prostitución”, que no se lo llama mercado negro aunque lo sea, también surge como consecuencia de la no legalización.
Ahora quisieras que vos me digas si el Estado debe intervenir en este tema y que beneficios tendría la supuesta intervención. El tema de la prostitución es proporcional al de las drogas y el mercado negro surge como consecuencia de la no legalización, al igual que el de las drogas.
No me tenés que dar ninguna solución, José. Acá estoy diciendo lo que pienso ¿se puede?. No agredo a pesar del clima pesadito, solo disiento. Y siempre estoy reconociendo que en algunas cosas Uds tienen razón. Pero creer que la libertad todo lo resuelve, es un engaño.¨Pienso como “(otros cantares de un)Ojo abierto”, que podés terminar preso de otras circunstancias. En definitiva, nadie tiene la justa acá. Ni vos ni yo.
Grecia, no puedo saber si tenés la justa porque no propones ni la libertad ni la no libertad, solo reclamás que yo estoy igual de confundido que vos. Aunque fuera cierto no se qué agrega esto. No estoy compitiendo con vos, te estás confundiendo.
Te pregunto no porque crea que no podés opinar. Solo trato de mostrarte que te ponés en una posición en la que parece que hubiera que solucionarte los interrogantes pero a su vez no aceptas, sin rebatir, lo que se te responde.
Lo que es básico para que una discusión tenga algún sentido, por mi parte la dejo acá porque ya no lo tiene, es que no se asigne al otro de manera caprichosa cualquier cosa. Eso es una falta de respeto. Que a esta altura me contestes que estamos diciendo que la libertad soluciona todo es no haber leído siquiera lo que te dije. De modo que nadie te ha engañado, te falta preguntarte quién va a suplantar la libertad a la que le temés. Nunca entendí como la desonfianza en el individuo puede llevar a transferir la confianza en un individuo con poder.