Una revista acaba de publicar un reportaje a un “arrepentido” (sin arrepentimiento, como todo arrepentido argentino por supuesto) que confiesa que la cantidad declarada oficialmente de los fondos de Santa Cruz de 500 millones de dólares es menor, nada menos que en otros 500 millones de dólares, a la real. También habla de un depósito de diez millones de dólares no declarado en las Islas Caimán (por mucho menos se condenaba a todos los funcionarios noventistas), de no rendición de fondos, de ocultamiento y de una especie de banda que maneja la plata de Santa Cruz.
Majul, interin, se ocupa de los Martín Fierro y del mundial.
Grondona acaba de empezar. De los fondos de Santa Cruz no anunció nada, pero tiene un programa histórico. El hombre de la semana Roberto Lavagna y Carlos Menem. La pregunta tremenda de Don Mariano para el televoto es ¿A quién prefiere como presidente? ¿A Kirchner o a Lavagna? ¡Si será malo el doctor! Imaginemos el esenario: balottage entre K y Lavagna. ¿No sería la perfecta reproducción de la encerrona en la que se encontró Menem en el 2003, en la que iban todos contra él y no tenía casi votantes nuevos para un eventual valotage.
¿El kirchnerismo “bueno” derrotará al “malo”? Si se cumple hay que ir averiguando quién es la mano derecha de Lavagna, porque si éste resulta presidente, aquél seguramente será el encargado de traicionarlo y terminar con él. Así es la política en la Argentina.
La opción Lasaña o Kirchner es sinceramente para sentarse a llorar.