By Jose Benegas
Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.
View all of Jose Benegas's posts.
Esta bien que hoy ni la UCR ni lo que tienen dentro son Alem y que siempre se ejecuta al mensajero. Pero…
El Gobierno:
“No obstante una tímida tentativa del gobierno para detener las onsecuencias del despilfarro mediante algunos proyectos que envió al Congreso, los acontecimientos siguieron precipitándose en el sentido de la bancarrota ‘El consumo había aumentado en proporción al derroche bancario. El lujo y los gastos improductivos se habían multiplicado. Todavía se descontaba el provenir de millones de millones. Se había perdido la noción del dinero’”
“La catástrofe comenzaría como ocurre siempre por la restricción de los créditos de los Bancos particulares alarmados, a los que seguirían los Bancos oficiales, con lo cual se detendría el movimiento de los negocios, escasearían los compradores y empezarán los cracks particulares en cadena.” (etc.)
“La enseñanza media respondía a los mismos principios, a fin de producir generaciones de descastados, dóciles al destino que se les deparaba de ser súbditos de una factoría que no podría aspirar a ser nación.” (etc.)
Ni hablar de los ferrocarriles “garantidos” y las “emisiones clandestinas”.
La Gente:
“… hay necesidad de trabajar poco al lado de la de ganar mucho, es decir, que lo que más desean es un buen acomodo. Es decir en castellano un empleo en el cual se trabaje poco y se gane mucho (…) Cualquiera diría que para ocupar un puesto se necesita aptitud, pero esto es un sofisma en Buenos Aires. Los puestos en que se gana dinero circulan en un núcleo de amigos. No se pregunta cual es el más apto, sino cual es el mejor recomendado,”
Escritos por José Antonio Terry y Eduardo Wilde, Ministros pero también escritores y periodistas, es decir testigos de la época.
Pienso que quizás el problema sea más de idiosincrasia que de Seguridad Jurídica.