Nustro amigo Dan Mitchell del Cato Institute me mandó su último video derribando el paradigma Keynesiano, esta vez subtitulado en español.
El Estado no es un estímulo, dice Dan Mitchell
No me parece. Un blog para el desacuerdo
www.josebenegas.com
La lógica indica que entre quienes mas van a impulsar el estimulo del gasto estatal redistribuidor están los se van a favorecer,
que son quienes tienen poder de lobby sobre los gobiernos.
Aca lo hemos vivido estos años, la UIA, los sindicatos y los que se hicieron amigos del poder y se alquilaron como aplaudidores en cada una de las farsas públicas de este régimen de sobornadores y chorros.
Los que terminan pagando la fiesta de todos estos vivos son los giles que con el voto los llevan y los mantienen en el poder.
Ahora se viene el congelamiento de salarios para que puedan hacer la digestión completa de los aumentos salvajes de los servicios públicos.
Y para aquellos que con el voto llevaron a esta carroña al poder, todavía les falta lo mejor:
La factura por el Choripán y la coca que recibieron para asistir y aplaudir en la plaza al matrimonio de corruptos que los va seguir sometiendo por 3 años mas.
Quizás la proxima vez se fijen a quien votan.
Mientras tanto, vayan practicando la coprofagia.
Excelentemente bien explicado. El problema es que Keynes es dios y a dios no se lo contradice. Este tipo de material jamás llega a las universidades. Muchos profesionaes recibidos en Ciencias Económicas y Administración de Empresas no saben quiens en Hayek ni Friedman. Sólo han leído los libros del dios Keynes.
Y no me extrañaría que alguien insulte a Benegas, al Cato Institute o a este hombre que expone.
Para mi lo más desesperanzador es comprobar como una gran cantidad de personas sin malas intenciones cree que el estado tiene la obligación de solucionarle sus problemas particulares, darles trabajo, vivienda, etc.
Cuando uno les explica que el estado no produce, por lo tanto lo que da lo tuvo que sacar antes a todos, se quedan mirando como si se les hablara en chino.
A mi entender tienen una formación solo basada en las demagogias desde la “justicia social” de Perón hasta “la distribución de la riqueza”,
pasando por “la ética de la solidaridad social”, frases en las que han puesto su fe como si fuesen principios religiosos.