Si se quieren encontrar verdaderos maestros a la hora de mentir y de negar lo innegable el lugar es la Cuba de los Castro. Convirtieron a la Isla en una enorme favela pero venden un paraíso. No han producido nada en cincuenta años pero mientras se consumen el capital anterior a su revolución repiten que son “bloqueados” por Estados Unidos, cuando sólo se trata de un embargo bastante limitado teniendo en cuenta que Cuba se ha convertido en el principal exportador de lástima hacia aquél “enemigo” y el principal importador de limosna desde allí.
Pero volvamos a la Argentina, donde un grupo de ladrones que años atrás se dedicaban a las bombas y los tiros, cada vez que son señalados en sus delitos descarados o que avanzan contra la libertad o la propiedad o acomodan a alguno de sus cómplices en una empresa a la que han extorsionado antes para que vendan, salen sus lenguaraces a insultar a los críticos y a acusarlos de “no tener propuestas”. Cómo si hubiera que hacerle una propuesta a un asaltante nocturno. Más o menos así lo ejemplifica Carrió en sus últimas apariciones diciendo que no tiene por qué hacer propuestas a un ladrón que está metido en el cuarto de los chicos. La otra posibilidad es responder que la propuesta consiste en encarcelar al ladrón que es la mejor que se puede hacer.
Cuba sirve para entender el juego y quién lo inventó y de dónde lo sacaron estos malandras. Es pura “culpa revolucionaria”. No criticar hasta no tener una propuesta, donde la falta desde el poder pasa a ser una falta propia. El abuso es una falencia del abusado que no es capaz de proponer algo mejor.
Yaoni Sanchez, la autora del exitoso blog Generación Y lo cuenta así:
Soluciones
Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Diciembre,23,2008
Si no propones “soluciones”, ni se te ocurra hacer uso del arma de la crítica, me aclaran algunos que tampoco exponen un solo remedio. Su tono me evoca las aburridas asambleas pioneriles en las que estuve presente durante todos mis años escolares. Cuando me llegaba el turno de hablar y mis señalamientos desbordaban lo personal para criticar lo sistémico, alguien me paraba en seco para recordarme que un verdadero revolucionario plantea soluciones, no quejas. Ejercer el criterio debía hacerse de forma constructiva –me advertían– y con el tiempo comprendí que no era un llamado a la diatriba provechosa sino al conformismo.
Aquellas críticas cercenadas trajeron estos problemas para los que ni siquiera los proponedores de la “crítica útil” tienen una solución. Mis pocos conocimientos en materia económica no me permiten, por ejemplo, aventurarme a enmendar el entuerto de la dualidad económica en el que vivimos hace quince años. Tampoco tengo antecedentes científicos para saber cómo se resolverá la maldita circunstancia del marabú por todas partes. Piernas cortas en la política me impiden prever cómo se harán efectivas las palabras de Juan Pablo II de “que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba.”
Sin embargo, mi olfato ciudadano me ha hecho descubrir intuitivamente la SOLUCIÓN. Sólo la libre opinión hará que aquellos que pueden mostrar remedios se atrevan a hacerlo. El economista que guarda en su gaveta el plan para sanear la economía cubana necesita garantías de que no será castigado por decir sus ideas. Todos los proyectos políticos, sociales y de política exterior, que están ocultos ante la posible represalia que pueden sufrir sus creadores, reclaman un espacio de respeto.
Dejen que todos hablen, no importa si en lamento o con el respaldo de una propuesta estudiada para enfrentar los problemas. Anuncien públicamente que cada cubano puede decir lo que piensa y proponer una solución desde el color político y la orientación ideológica en la que crea. Verán entonces como afloran los bálsamos, como la queja deja lugar a la propuesta y cuán mal les sienta eso a los crónicos detenedores de la crítica.
Muy bueno el artículo.
La táctica de la “crítica con propuestas” se inscribe en la mas general de anestesiar la resistencia al régimen o al menos la resignación de los sometidos.
A esta metodológia pertenece la inoculación de la “nueva cultura tributaria” que apunta a convencer sobre la “obligación moral” de pagar impuestos o al menos lograr la aceptación de la inevitabilidad de su pago.
En suma…. un manso rebaño de ovejas.
Excelente artículo. En realidad está gente no quiere escuchar propuestas, es una mera muletilla para salir del paso.
Y no quieren propuestas porque en realidad no buscan soluciones, lo único que les interea es que la política siga siendo un negocio.
Yoani predica con el ejemplo: en un congreso sobre educación sexual, cuya organizadora y única oradora fue Mariela Castro -hija de Raúl-, Yoani hace una pregunta que lleva implícita una propuesta. Su actitud respetuosa y segura al hablar contrasta con el tono agresivo, la postura desafiante y las evasivas de la defensora de la revolución, quien demuestra lo mucho que le molesta que le hagan propuestas.
Les dejo el link:
http://www.youtube.com/watch?v=Vqz0uVJfCAc