En el programa de anoche en Radio de la Ciudad (AM 1110, Repaso nocturno) hicimos un recorrido por las carpas en la Plaza de los dos Congresos pidiéndole a un experto en Feng Shui que nos hiciera un “diagnóstico energético” de lo que ocurre ahí, con la idea de divertirnos un rato con esta manifestación del disparate en el que se ha convertido la argentina “post noventista”.
El “diagnóstico” indicó que en relación a los colores de las carpas los elementos que las rodean, el contenido y los materiales que predominan, las carpas K representan intensiones agresivas y de cortar la creación y la alegría de la carpa del campo. Además, de acuerdo a los materiales del mobiliario oficialista, nuestro experto pudo determinar que la gente que las habita es paga. Y no creo que les paguen los K con sus rentas extraordinarias, aunque esto no formó parte del análisis sino que es una conclusión mía.
Parece ser que por razones energéticas a la muchachada campestre le vendría bien que la fuente de la plaza estuviera en funcionamiento porque el agua sirve como cortina para las malas ondas. Sin embargo está vacía y en reparación. Sugirió entonces que los ruralistas buscaran la forma de construir algún cerco vivo que los separe del kakerismo para evitar ver las carpas de la mala onda y que eso de alguna manera los influya.
Creer o reventar. Lo que es la ciencia ¿no?
La verdad es que Macri tiene razón. Lo de las carpas es una payasada.
Lo de ls carpas, es un festìn para quien quiera hacer analogìa respecto al inconsciente colectivo. Si invitàsemos a Carl Jung se darìa una panzada.
La vuelta a la tolderìa. “Civilizaciòn ò barbarie” dirìa Sarmiento y saldrìa con un garrote (cabròn que era) a volar al malòn, acampado en pleno corazòn de la Capìtal de la Naciòn.
Nos flata, segundo paso, la llegada del malòn ya que los caciques D’Elìa, De Petri, Pèrsico yà tienen a sus tribus arengadas.
“Civilizaciòn ò barbarie”…la Ley, El Congreso, La Constituciòn en una vereda y la conjura del salvaje indòmito del otro.
Argentina no se termina de responder que quiere, què elije.
La tolderìa està en piè y el Congreso en sesiòn.
Toda una bisagra en la Historia.
Viene al caso, hoy leì una de las màs directas y claras editoriales de La Naciòn:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1025400&high=editorial
Quien se sume a èsto està definitivamente cabalgando en el malòn.
Yo tengo una solución “energética” para este tema: 15.000 voltios en las carpas K.
Ya lo han dicho muchos antes que yo, y lo dirán muchos después que yo: esto es un circo, y ahora con las carpas lo confirmaron.
De todos modos, que la policía no pueda actuar y ejecutar órdenes de Ejecutivo local (Macri) y que las fuerzas paramilitares tengan más fuerza que las legales ya huele a dictadura…
Se cocina hace rato la idea de kirchnerismo perpetuo, y algunos lo huelen desde más que otros, pero ya apesta tanto que muchos que antes alababan a esta parodia de Gobierno empiezan a ver que en realidad es una parodia de Mugabe.
Ni analistas políticos, económicos, psicólogos, yo llamaría a un etimólogo y un bioquímico, uno para analizar los insectos y otro para analizar la materia fecal, por que tal vez no vemos la lógica por que elegimos el profesional que hace el análisis.
Por otro lado, los colores de las carpas kk, buscaría un pai umbanda, te va a saber explicar mejor, no maltrates a un sabio del Feng shui, por que si sigue analizando, se va a colgar del primer farol sano que encuentre.
fe de erratas: etimólogo x entomologo
Los transeúntes que pasan por el lugar de las carpas -la mayoría gente trabajadora- sabe distinguir entre la carpa de las cigarras y la carpa de las hormigas.
Lo bueno de estas carpas es que acercan a los ciudadanos los testimonios vivos del grave conflicto que tiene postrado a este país desde hace mas de 70 años:
¿Cual es el número razonable de parásitos que puede sostener una comunidad productiva.?
Lo triste de estas carpas es el nivel de estupidez en el que se dejan meter los dedos en el orto. Poniendo consignas de que los montoneros y el erp son amigos del peronismo… Es un pésimo matriomonio por conveniencia.