La versión de la ruptura de Duhalde con de Narvaez puede ser un invento oficial para generar inestabilidad en el aparato de traición peronista en la provincia, o la consecuencia de una apuesta un tanto vergonzante por parte del “colorado” hacia ese sector.
De cualquier manera algo es cierto y es que hay dos alternativas, una es intentar llegar al gobierno sin el peronismo como hace la coalición cívica o intentar hacerlo como heredero de ese material de alquiler por decirlo de algún modo. Son apuestas que se hacen y dadas las circunstancias y los peligros me parece que ambas son válidas. Lo que no hay es una tercera vía de estar en el peronismo y esconderlo o estarlo de un modo histérico. Porque entonces se cocecha lo peor de ambas posibilidades.
Fácil la cosa no es, pero bueno si se quería facilidad el camino era otro. Cómo podía estar seguro de Narvaez de que esas “colectoras” que rechazó, y son motivo de las quejas que señala Crítica Digital, y que se supone que lo apoyarían en realidad fiscalizaran solo para ellas y se encontrara el 29 borocotizado por todos lados. Por un lado el oficialismo quería explotar la imagen negativa en algún sector de Duhalde, señalándolo como el ajedrecista detrás de de Narvaez, cuando ellos se quedaron con lo peor del aparato duhaldista. Por el otro el viaje del ex presidente provisional se interpreta como una ruptura y una debilidad. Desde el poder la flexibilidad es total, porque solo interesa el poder, no quedar bien. El problema es que siempre lo que se dice desde la banda de facinerosos peor que haya conocido la Argentina en el gobierno condicione la estrategia de los adversarios. Esta contradicción lo único que muestra es el juego habitual de la izquierda, típico del comandante Verbitsky, buscar que sus enemigos se conviertan en enemigos de si mismos. En general lo logra.
Un lapsus. Cuando vi el titulo del post me acordé de la frase “…la vergüenza de haber sido y el dolor del ya no ser…”. Lamentablemente, todavía el tango Cuesta Abajo describe un sentimiento general argentino. Espero que podamos cambiarlo.
Me parece que el Kichner será al peronismo lo que el Alfonsín fué al radicalismo. Ambos terminaron por desnaturalizar la esencia de sus partidos, incluyendo a las izquierdas retrógradas e inútiles.
Tal vez de aquí en adelante surjan nuevos partidos políticos que logren apoyo mayoritario y que no estén atados a las viejas banderas partidarias populistas, estatistas y demagógicas.
En realidad no se si estoy expresando una opinión o un deseo. Disculpen.
Estan olvidando cual es la prioridad absoluta:
Sacarles el poder a las alimañas.
Está bien quererles sacar el poder a las alimañas pero hay que ver el PROntuario de los candidatos con posibilidades de entrar al Congreso de la lista del propochismo bonaerense que publicó ayer en su blog y en facebook Mariano Iraola.
Si votara en PBA reconozco que me sería muy complicado.
Esta noticia acerca de la deserciòn de Duhalde en el apoyo a De Narvaèz,me viene a confirmar algo que ya sospechaba desde el incio de ese dudoso maridaje: ¿el peronismo va a consentir que ejerza su liderazgo un advenizo que entrò por la ventana?
Puesto de otra manera: los grandes capos del PJ -gordos de la CGT incluìdos y disidentes de toda laya- ¿van a aceptar que este colorado con tatuaje herede la conducciòn del partido?
Siempre me respondì que no, que no podìa ser asì. Supuse que el apoyo estarìa condicionado a llevar en la boleta a varios impresentables que el Duhaldismo atesora en la provincia. Al no hacerlo, De Narvaez quedò a la deriva.
Creo que el gobierno hará todo el fraude que puedan y nosotros le permitamos y si huelen la derrota procuraran embarrar la cancha, impugnar,demorar, ocultar, falsear, e “interpretar” un resultado adverso.
Saben que una derrota es un paso mas hacia el traje a rayas.