¿Existe la prisión por deudas impositivas? No
Esto sorprende a mucha gente. Y sorprende porque estamos tan en el horno que la gente está ya preparada y adoctrinada para que algo así, tan aberrante, ocurra.
La ley penal tributaria, al contrario de lo que dice La Nación y lo que dicen todo el tiempo diarios, radios y la televisión, no sanciona la deuda impositiva, sino la evasión fiscal. Es decir el ardid, el engaño para evadir el pago de impuestos.
Sin embargo el estado deja que se crea que está penalizada la deuda y poco a poco las interpretaciones y las actitudes de los supuestos justicieros, verdaderos asaltantes públicos, tienden a tratar como criminales a los deudores del fisco. Recordemos que no son siquiera deudores por haber adquirido compromisos, sino por haber otros dispuesto que se debe ese dinero para todas las cosas maravillosas que el estado quiere hacer por el “contribuyente”.
Más allá de las maniobras que quiera hacer un gobierno del que nunca se puede pensar bien porque se corre el riesgo de equivocarse mucho, el problema tampoco es como lo dice la nota y lo pone en boca de un abogado que no quisiera que sea el mío, que el cierre de las causas por evasión dejará sin trabajo a los juzgados en lo penal económico. Ese argumento es parecido a sostener que terminar con la pena de muerte no es bueno porque desaparece la industria de la silla eléctrica y que los abogados se quejaran porque les haría bajar sus honorarios.
Lo que desnuda el proyecto oficial en este aspecto es que al Estado le interesa la guita y que la ley penal tributaria no está hecha para castigar el fraude fiscal sino para amenazar a los que no pagan y si pagan no importa nada.
Lo cierto es que hasta castigar el engaño al estado en relación a los impuestos y que se considere fraude el hacer una declaración a la que se obliga por ley, es decir una declaración contra la voluntad del individuo, diciendo algo distinto a la realidad es una aberración. El estado quiere cobrar algo que no le pertenece, es su problema conseguir la información que necesita. El artículo 18 de la Constitución Nacional dice que nadie puede ser obligado a declarar contra si mismo. ¿Eso dejaría sin financiación al estado? ¿A mi que me importa?
En el pasado, cuando jóvenes, asaltaron el poder con violencia. Luego, en el 2001 usaron mercenarios. Una vez logrado el objetivo y en la comodidad del “bonvivant” usan las leyes como afjps y ahora el blanqueo para seguir ocupando los espacios que, impávida, esta nueva generación anestesiada les deja. A gran parte de esta geeración tampoco le importa si tenemos democracia, chavismo o matrimoniocracia. Sólo les importa el hoy. El despertar puede ser tan duro como el wake-up call en el Taj Mahal.
Demasiada ignorancia se enseñorea sobre èsta sociedad opiacea, durmiente de una interminable siesta.
Mientras, buitres y hienas, la pasan bomba.
Mientras la inmensa mayoría siga quejándose de los impuestos por considerarlos excesivos -que no inmorales-, el estado gozará de buena salud.
El no pago de impuestos no puede nunca ser un crimen por la sencilla razòn que NO HAY VICITMA.
Tambìen tengamos en cuenta que a un asesino, un vilador o un cleptomano armado siempre pueden encontrar algùn requiscio legal para “zafar” de la carcel, ahora el ùnico “delito” al que sistemàticamente se le han incrementado las penas son los “delitos” tributarios… es decir tu vida , tu libertad y tu propiedad no importan un comino, lo ùnico que importa es que desembolses lo que a ellos se les antoja y nada màs . Es por ello que hasta que no hagamos una rebeliòn fiscal en serio, obviando todo pago de impeustos que podamos eludir, no comprando bienes registrabels y no pedir ni una boleta, etc. etc. etc. estos tipos nunca van a tener un limite. COn estas aberraciones juridicas, la de crear delitos sin victimas, estos mafiosos en el poder pueden ejercer un control ilimitado sobre nuestras vidas. Es la vieja tactica comunista, te creo miles y miles de leyes imposibles de cumplir y si jodes mucho siemrpe tendran una “causa” para meterte preso…y asi estamos…El primer paso es entender el juego