La realización de Robert Redford decepcionó a muchos críticos tal vez porque no es un panfleto al estilo Michael Moore sino una inteligente y muy dramática (en el sentido estricto del término) forma de presentar la encrucijada en la que se encuentran los Estados Unidos y sus guerras algo desorientadas contra “el mal” (presentado como así, como concepto).
Se puede coincidir o no con la visión de Redford, pero “Leones y corderos” no es la típica expresión de corrección política de la izquierda de Hollywood y plantea dilemas reales sin pintar como villanos a los de su vereda de enfrente a pesar de que fue acusado de eso.
Se le criticó el tener una estructura estática en la que en paralelo se muestran el contrapunto entre una periodista “liberal” (con acento en la i, es decir de izquierda norteamericana) y un senador conservador respecto de las guerras en Afganistan e Irak, junto con otro entre un estudiante desencantado de la política norteamericana y un profesor que lo sacude con ganas (lo que más me gustó de la película) y a la vez otros dos estudiantes, uno hispano y otro negro en el frente de batalla.
Que dos conversaciones ocupen buena parte del film puede parecer pesado, pero no lo es porque el interés y el dinamismo no depende de que haya movimiento en un sentido físico. La cuestión con esta película es que el tema debe interesar como tal al espectador para entender la situación en la que se encuentran los personajes. Algo que me parece que ocurre con cualquier ficción.
Robert Redford y Andrew Garfield (sobre todo éste último, el estudiante nihilista) se llevan las palmas en materia de actuación. Brillantes ambos.
Muy recomendable.
Cuatro velitas
Muchas gracias por el dato. Iré a verla.
Lo bueno de Hollywoddo es que a veces se muestra el otro lado, otro punto de vista.No es como aquí, con el cine argentino más pobre que las ratas, sin buenos actores, ni directores, ni libretos; el cine es además un planfleterismo político.
Negociemos, José, una fiesta con comida gratis no es para despreciar.
La oposición la retomamos en marzo. Démoles 100 días para que se acomoden…
Gracias!!!
Es bueno saber que Redford no se la pasa todo el día defendiendo al Che, a veces piensa y hace buenas películas, espero con ansias que el año que viene se filme La Rebelión de Atlas, va a ser una buena forma de esparcir las ideas de Rand a nivel global y sobre todo en la juventud.
Hola José
leí tu comentario y la vi el Sábado.
No lo podía creer, el discurso del Profesor (Robert Redford) parecía calcado de lo mismo que les digo a mis alumnos en la Facu. Mi materia es Planeamiento Urbano de 6º Año está muy ligada a las políticas, los Valores…
El personaje del alumno… lo conozco de memoria!..con ligeras variantes lo vengo tratando desde 1985. La decepción, el desaliento, el desengaño…antes de haber comenzado…porque total…en este país todo es una porquería, una permanente corrupción!
… Mi esfuerzo por transmitirle que yo estoy ahí porque quiero estar, que la vida real es muy distinta a la relativa placidez de la Universidad, que si no le gusta este mundo que le dejamos..que luche pero que intente construir otro…Este es el mejor que le hemos podido dejar en nuestra generación, con todos nuestros errores y debilidades…pero nosotros ya comenzamos a retirarnos…ahora quedan ellos.
Te confieso que yo misma he desafiado algunas veces a algún alumno ofreciéndole que ya el 4 lo tiene…pero que con esa actitud prefiero que no venga más a clase…
Por otra parte me golpeó mucho cuando el alumno le pregunta por qué se toma toda esa molestia y finalmente si el Profesor ha descubierto alguna genialidad…y Redford confiesa que cuando comenzó, él estaba lleno de ilusiones creyendo firmemente que iba a descubrir nuevas teorías para viejos problemas..y finalmente no llegó a hacerlo..Tampoco se quedó por el sueldo… que es poco…pero confiesa que es egoista..que le da un gran placer cuando puede pegar un empujón a un alumno para que llegue a ser alguien, una persona con vida propia…pensante, crítica…
Yo agrego que el contacto permanente con la juventud, con su frescura, para mí (que trabajé siempre en empresas privadas)fue un incentivo para seguir adelante con la investigación…Las empresas privadas en mi rubro son muy chatas, muy miserables en cuanto a la búsqueda de nuevas soluciones…o perder un minuto en leer siquiera un libro de actualización…
Para mejor, casualmente mi colaborador docente es idéntico a Robert Redford, sólo un poco más joven…así que ya te digo…me sorprendió que en un contexto tan diferente pudiera darse una problemática relativamente similar…Una juventud que se retira del desafío antes de haberlo siquiera intentado en la realidad…y yo además señalo siempre que toda una población está pagando una Institución como la Universidad (a diferencia de la película)…y muchos, ni ellos ni sus hijos van apoder pisarla jamás…por eso acá hay además una obligación social y moral con esa población..que la cosa no es simplemente venir como si esto fuera una Guardería de adolescentes…que en algún momento hay que devolver lo que se ha recibido gratuitamente…
Disculpá, me olvidé de aclarate. Yo enseño en Arquitectura de la UBA.
Saludos cordiales.
Si también lo vi como algo muy universal Marta, gracias por el comentario.