Las pobres monjitas

El kirchnerismo era demasiada degradación, pero la intervención del monasterio ya le dio categoría que no existía con anterioridad. Pongámosle colapso moral de una década tenebrosa. Ahora bien, en este momento vemos lo que pasa, como cuando eran gobierno, pero no hay instituciones funcionando (salvo para recaudar) que reaccionen. La responsabilidad ya no es de ellos. Esta semana Macri anunció una nueva “guerra” contra el narcotráfico, pero ahí tienen haciendo declaraciones altisonantes a la principal mafia del país, sin que de verdad se los toque.

Nadie levantó una información difundida por Laura di Marco en Radio Mitre. Habló de la existencia de un “Vaticano Group” dirigido por Gustavo Vera, el delegado oficioso de Bergoglio, con el fin de generar oposición a Macri. Como sabemos el elenco gobernante se caracteriza por ignorar los conflictos y la única línea de acción que tienen respecto del papa es la tentativa de seducción, a la que el monarca eclesiástico responde con gestos despectivos. Mientras sus operadores Vera y los curas comunistas auto denominados “villeros”, se mueven en abierta intervención en política contra el gobierno, al que consideran demasiado a la derecha como a todo lo que no sea de ultra izquierda. En el oficialismo Rozitchner explica que las derechas y las izquierdas no existen más, a lo que no le dan mucha pelota las izquierdas pero si las “derechas”, porque no hay ninguna. En la legislatura porteña el “Vaticano Group”, cuenta di Marco, se juntó con dos jueces conocidos por beneficiar al kirhcnerismo mucho más allá del sentido común: Casanello y Rafecas. Ayer Rafecas dijo que las monjas de General Rodríguez no tenían nada que ver con la circulación de fondos robados y se atrevió a afirmar que López había hecho todo para involucrarlas. A la misma conclusión habrá llegado el sagaz “investigador” que nombró la Iglesia para determinar esas responsabilidades.

Es un chiquero que tienen enfrente los de Cambiemos y el principal problema político del país, pero en el gobierno especulan con el tema y con los beneficios que puede traer el espectáculo de esta gran banda frente al público. Después dicen que la falta de escrúpulos es algo que inventó el peronismo, pero la Argentina es un país donde todos son capaces de jugar con cualquier cosa. Son estómagos a prueba de balas, pero agitan el fuego. Hay una escena de la película Pi, donde el protagonista se divierte con un león, situación muy parecida a la de estos vivos.

Las monjas no tenían idea, dice el interlocutor del “Vaticano Group” Rafecas. El video que todo el mundo conoció en el que se lo ve a López golpear la puerta, dejar los bolsos y el arma y luego a la monja ayudando a entrarlos, fue interpretado por los que lo comentaban como no determinante para establecer si la señora en cuestión sabía lo que estaba haciendo. La razón es que no se observa que mire hacia el arma. Pero el indicio no es lo que hace la monja sino lo que hace López, que es dejar el arma muy tranquilamente en el piso sin ninguna preocupación porque la mujer lo viera y, dado que no sabía cuál de ellas iba a responderle, esa actitud las involucra a todas. Dicho en otros términos, es López y no la mirada o no mirada de la monja, el que da un indicio claro y contundente de que entre todos ellos había complicidad.

Seamos conscientes del tamaño del escándalo, no ya de López y sus bolsos. El de la justicia nada más simulando actividad; recordemos el allanamiento que se hizo una semana después, la excusa de no entrar al cuarto de una monja, que encima se certificó después que no era tan monja, porque estaba en clausura. Hablamos de una investigación judicial, de una acción detenida in fraganti, eso no fue otra cosa que la determinación de no investigar. Después el nombramiento del “investigador”, cuya única actividad fue lograr que los diarios titularan “La Iglesia investiga”. Por último la reunión del “Vaticano Group” auspiciada por el propio Bergoglio, información que nadie se muestra interesado en levantar o profundizar y, el final “feliz”, el cuento del propio Rafecas de las monjitas inocentes y el plan de López para involucrarlas. López es al final, un señor que perjudicó a la pobre Cristina Kirchner y a la Iglesia, posiblemente a sueldo de Clarín y Macri. Después dicen que los milagros no existen.

Ahora tratemos de interpretar al oficialismo y su vaivén entre el saibabismo y el maquiavelismo indolente. Hacer como que no pasa nada, hacer como que se hace lo que no se hace mientras no se suministra al público información sobre todos estos escándalos, dejándole la cuestión a jueces ya no de la servilleta sino de la caja de seguridad, cuando la materia involucra a la administración del estado que tienen a su cargo, algo mucho más cercano que el narcotráfico en sí. El final debería escribirlo Robert Louis Stevenson, a mi me excede.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

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