Uber sube las tarifas cuando la demanda se ve sobrepasada en una zona para atraer más choferes, que son independientes y trabajan por dinero. Como vos y como yo, lo hacen para sus propios fines, no para los nuestros. Alguien me dijo que esto estaba mal porque si hay una emergencia y se necesita agua, las botellas de agua deberían ser gratis. El problema es a quién le decimos que tendría que suministrar agua gratis.
La cuestión con un precio no es “por qué” algo tiene tal precio sino “para qué” lo tiene. Las cosas no se producen por generación espontánea ni están en el lugar en el que las necesitamos por un milagro. La tarifa dinámica tiene la finalidad de atraer más conductores a un determinado lugar, con el fin de solucionar el requerimiento mayor de transporte. Si hay más gente que quiere viajar, se necesitan más automóviles en el lugar. Si hay diez, viajan diez, pero si son veinte los que están pidiendo autos en un determinado momento, o se hace algo para que aparezcan en poco tiempo o diez se quedan sin viajar. La tarifa dinámica responde a la inteligencia del mercado que no solo se ocupa de lo que está ocurriendo ahora, sino de lo que debe ocurrir después. La solución de UBER es el precio. El proveedor de UBER también es una persona, con toda la mentalidad socialista que los embarga nadie sabe si es más rico o más pobre que el cliente, probablemente sea lo segundo, pero la idea del socialismo es propagar la irresponsabilidad en nombre de una bondad livianita y superflua que ni responde a sus propios criterios de resentimiento social.
Para que una persona se ponga a manejar un auto en UBER se lo debe atraer, se lo atrae con plata. Tal vez los comentaristas trabajen por las necesidades de los demás, no lo descarto. Pero los de UBER lo hacen por plata, así de insensibles son. Entonces la compañía sabe que para mantener a sus clientes atendidos en el momento oportuno el mejor método es decirle a sus proveedores que pueden ganar un poco más para moverse del lugar donde están. Los clientes pagan más para tener su auto en el momento en que quieren o si no esperan a que la demanda disminuya y pagan la tarifa normal. Tanto en la emergencia con la botella de agua como en la alta demanda de UBER, los clientes quieren el agua y el auto ahora, la prioridad no es ahorrar en ninguna de las dos cosas. El dinero es el mecanismo que tenemos para acelerar las cosas, está para eso, sirve para eso. Los que hacen moralina con estas situaciones, no están impedidos de agarrar sus propios autos e ir a buscar pasajeros de UBER y llevarlos gratis a sus casas o hacer lo mismo con las botellas de agua. Pero existen las tarifas dinámicas y las botellas a 100, porque esos buenos no aparecen nunca, salvo para ofrecer gratis lo que es de los demás.
Es muy estúpido, además de inmoral, ese comportamiento. Todos juegan con el tiempo, los recursos y el riesgo que corren los demás. Por eso viven en una sociedad donde todo es cada vez más caro, porque a los peligros y riesgos de toda actividad se suma esta jauría moralizadora que todo lo quiere parasitar, así que tanto los choferes de UBER como los vendedores de agua tienen menos motivos para estar donde se los necesita y los incentivos deben aumentarse, solo porque existen todos estos represores del lucro. Parte de las tarifas dinámicas y los precios especiales que pagamos por todos los picos de demanda, tienen ese plus necesario para que la oferta se aguante el peso agobiante de la mentalidad parasitaria.
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