¿Quién quiere trabajar para Néstor Kirchner?

Hay unos pocos personajes dentro del ambiente periodístico, un puñado apenas, por el que la corporación salta con aire de escándalo cuando son tocados. Nelson Castro es uno de ellos.

Por algún motivo sacar de Radio América a Claudio Chiaruttini no tiene el mismo valor que hacerlo con Nélson Castro en Radio del Plata. Interferir en el servidor de Opisantacruz, no es igual que hablar mal de Savat. Presionar por el cierre de P+E y borrar a todo el periodismo televisivo no alineado, es menos importante que meterse con Joaquín Morales Solá.

El por qué no lo voy a descubrir ahora, el estándar de lo que está dentro y fuera de la corrección política es un mal bastante universal. Pero si es importante ver que la regla que se defiende rara vez es la libertad de expresión. Esa regla se sostiene, o se demuestra que se sostiene cuando se defiende la expresión del distinto, porque entonces se advierte que se le da valor al pacto general de respetarse (se persigue ese beneficio) y no solamente al gusto de identificarse con una idea determinada, con un personaje determinado, o con un sector “bienpensante” o catalogado de “correcto”.

Todo se puede disfrazar. Así como nuestra izquierda malcriada tiñe sus rechazos estomacales/ideológicos de moral y difama a todo el que exhibe un pensamiento no disparatado como el que promueven, a la vez que le concede impunidad a los fieles, sin discutir una idea jamás, muchas veces se justifica la “discriminación” entre quienes merecen ser defendidos y quienes no en una sensación de “respetabilidad” relacionada con un mero marketing.

Este no es un problema de Nelson Castro, es de todos. Tendríamos que pasar a la etapa en la que se defiende la libertad de expresión como a la libertad religiosa, es decir, para todos.

Tampoco creo que el caso de Nelson Castro sea de libertad de expresión. El kirchnerismo se compró una radio (preguntarse con qué plata es un problema de corrupción en todo caso) y hace con ella lo que quiere. Habría que discutirle en todo caso el derecho a tenerla, cómo la compró y demostrar la ilegitimidad, si es posible. Y si se lograra demostrar que el dinero no le pertenece al grupo o lo obtuvo de un modo ilegal, el remedio no es dejarlo trabajar tranquilo al periodista en cuestión ¿O alguien cree que si?

Lo primero que hace una persona racional que se compra una radio es no tener a alguien adentro que lo denuncie. Y si es culpable con más razón aún. Así como no le pagaría a su abogado para que lo entierre.

No es igual el caso de canal 7. Ese medio no le pertenece al kirchnerismo para que haga promoción de su facción aún en contra de un vice presidente de la nación y menos para que tergiverse la información haciendo loas del poder.

En todo caso en Radio del Plata habría que haber saltado con mucho más énfasis al momento en que se ve como el gobierno, o gente cercana o privilegiada por un gobierno que se ha autoamnistiado con un blanqueo, aparece comprándose medios con plata que no tendrá que demostrar de dónde viene. Pero eso es antes.

O se puede analizar la noticia observando como el grupo de montochorros, que cuenta entre sus ideólogos y defensores a gran parte de los “investigadores de la corrupción de los noventa”, se ve que sólo puede prosperar bajo una campana informativa protectora en la que no hay resquicio para diferencia alguna. Cuestión de la naturaleza del grupo gobernante, que es distinta al problema de Castro. Acá entonces nos tendríamos que poner a pensar por qué recién al final del quinto año la banda en el poder se ve en la necesidad de salir a comprar medios. Hace muy, pero muy poco tiempo, no les hacía falta. Y eso si es un problema de libertad de expresión, o ético mayúsculo del periodismo.

Nelson Castro corre el riesgo de quedarse sin espacio porque ya había rechazado una oferta de Radio Mitre para quedarse en del Plata. Un problema con el que se encuentra cualquiera en un caso parecido. Le pasa a alguien que trabaja en un medio que es crítico o normal digamos y de repente se vuelve el más chupamedias (no se por qué me suena el caso).

Tal vez podría exigir el cumplimiento del contrato, si es que no prevé una rescisión anticipada, de cualquier forma todo se traduciría en una indemnización que seguro no será de poca plata, pero no pasa de la categoría, en ese aspecto, de problema privado.

Lo que de verdad no entiendo es que él se quiera quedar en ese chiquero, que no reclamara él mismo el rompimiento contractual ante la sola llegada del señor Spolzky. Por qué alguien querría trabajar para otro al que acaba de denunciar. Podría entenderlo si fuera un problema de no perder ingresos indispensables. Esa permanencia la entendería, pero no el el caso de este periodista al que le ha ido muy bien.

Me pasa como con los empresarios que dicen ser víctimas del poder, cuando tienen muchas más opciones que otros de patear el tablero. No es que no lo justifico, es que ni siquiera lo entiendo.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

11 comments

  1. Excelente nota. Estas reflexiones son las que me han convertido en seguidora del blog. Nadie lo ha dicho de una forma tan contundente y clara. ¿Por dónde pasa la verdad?, eso es lo que los periodistas deberían tratar de esclarecer sin caer en falsos ideales que transforman la realidad en una mezcolanza.

  2. Hablando de trabajar para K, deci la verdad Jose, algunos personajes que andan por los diarios digitales defendiendo al gobierno, lo hacen por convicción o “trabjaan”. No me sorprenderia que opinaran asi, el progresismo es una plaaga, no una idea, pero hay algo extraño. En las notas sobre sus supuestos defendidos, ni aprecen, pero fijate en una nota sobreel campo, o cobos, y aprece todo el peloton con profundas reflexiones que no superan las tres lineas ( del estilo “dejen de joder, oligarcas” )Hace la prueba, entra por ejmplo, a Critica Digital, en “Kirchner dice que nunca defendio los cortes” tenes suerte si encontras un oficilaista en 6 paginas de comentarios,(porque es imposible defender racionalmente la contradiccion K en este asunto) y en laguna nota sobre el blanqueo de capitales, ni lo sueñes. Ahora, si hay una ” De Angeli tal cosa..” ahi van a aprecer todos.
    Ahora son para los dos cosas ( campo y botnia) los pladines de la libre circulación. Dese cunado la fiebre constitucionalista? Son desopilantes, y seria mas desopilante todavia si ganan las elecciones,porque de acá a octubre van a hacer de todo por ello.
    Los politicos argentinos salen de acá, no son extraterrestres, alguien los vota. Aristoteles ya caracterizaba el despotismo como la froma de gobierno de los pueblos que no quieren ser libres.

    Salute

  3. Es aquí o en la china, si invitas a alguien a tu casa, y este te insulta y te ofende, seria de tontos dejarlo en tu casa, ahora si la casa es robada o tomada, ese es otro asunto, el gran problema de la argentina es que nadie se anima a decir las cosas como son, y lo peor de todo es que los periodistas no son una gran familia que todos cuidan de todos, sino que es un feudo donde todos cuidan de unos pocos.

  4. Muy buen post Jose, te felicito.

    Con este incidente es claro que Nelson C. va a quedar como un paladín de la etica y la moral ya que va a quedar como alguien que fue desplazado por defender sus ideas (¿?) y por oponerse al regimen. Y el gobierno seguirá acentuando su rechazo de una sociedad que está empezando a abrir los ojos justo cuando comienzan a percibir el deterioro economico.

    Relavizar este hecho sería hacerle el jueguito al gobierno, que ha sido lo que periodistas politicamente correctos han hecho durante el primer mandato del kirchnerismo.

    Espero que este incidente les abra los ojos a los periodistas lameculos para que empiecen a denunciar todo lo que han venido callando hasta ahora.

  5. El razonamiento es válido, sobretodo cuando se lee entrelíneas.
    Ya sea por la indemnización o por otros motivos que no alcanzo a comprender, otro caballero de reluciente discurso se cae del caballo de la verdad.

  6. José, excelente tu nota. El problema que veo es que cada vez son menos los medios en que permiten que sus periodistas hagan críticas al gobierno. No cabe dudas que el regimen que nos gobiena es facista o cuasi dictatorial. De acá a octubre se verán mucho más estos hechos. Ponele que Nelson Castro vaya a FM Identidad, lo escucharía la misma cantidad de gente, seguro que no. Creo que en reside el repudio, más que en la figura de Nelson C. Politica & Economía, News Line TV y tantos otros canales o programas que tenía en sus filas a periodistas liberales no existen mas. Por lo tanto la gente idiotizada por la propaganda del gobierno, aun siendo personas inteligentes no entienden bien de que hablaos. No les pasa es sus charlas con amigos? No me parece es un bálsamo para la inteligencia, pero cuánta gente lo lee? A News Line TV cuánta gente lo conocía? De todas formas hay que difundir a los medios digitales y a FM Identidad que tienen una linea iberal. Felicitaciones

  7. No he visto mucho a Nelson Castro. Lo poco que he escuchado decirle no me ha gustado. He olfateado un tufillo a moralina que siempre me ha parecido ser de gente que está dispuesta a cualquier arreglo.

    Pero sea lo que sea Nelson Castro la libertad de expresión es mucho más importante que cualquier periodista, canal de tv o gobierno. La libertad de expresión y cualquier libertad es sagrada.

    De este gobierno no debemos esperar nada bueno. Lo que han hecho con Cobos y Schiaretti en Córdoba lo hacían los rusos en las épocas de Stalin. Cuando alguien no aparecía en una foto era señal de que iba a ser eliminado, los traidores al régimen pagaban con la vida en la URSS Eran las nefastas purgas soviéticas que este gobierno está llevando a cabo de otro modo, todavía no con asesinatos, pero si con muertes civiles de personas disidentes. No quiero imaginarme lo que voy a ver desde aquí hasta las elecciones de octubre, y menos de las elecciones del 2011.

    José Benegas no entiende lo que ocurre con la pandilla que gobierna este país, porque aplica las reglas de la lógica en un mundo de la “no lógica”. Quizá si fuera un gánster del submundo o un loco del manicomio podría entender esto.

  8. Excelente interpretación de los hechos.

    Es impresionante como, por sus intereses y su ideología, el periodismo bienpensante y políticamente correcto defiende o permite (que a para el caso es lo mismo) la censura a ciertas personas; y, cuando les conviene, defienden sus puestos o los de sus amigos utilizando como excusa el derecho a la libertad de expresión.

    Muy buen post!

  9. No estoy para nada de acuerdo. No porque no crea que quien gestiona un medio no tenga derecho a decidir sobre su programación, no porque defienda a Nelson Castro, sino porque se parte para el razonamiento de premisas absolutamente anómalas. Se supone que en Argentina hay una ley de radiodifusión, la famosa y polémica ley 22.285 que, con todos sus defectos, asegura que las licencias de radiodifusión no son transferibles entre actores privados. Dice además, que el licenciatario debe presentar un proyecto que debe respetar al momento de poner una emisora en el aire, eso implica entre otras cosas un plan de contenidos. Y acá parece que las licencias se trocan sin más, ya sea entre empresarios amigos o enemigos del gobierno, y parece que alguien tiene derecho a manejar una radio a placer por haber “adquirido la licencia”. No es así. El espacio radioeléctrico es un recurso escaso y de suma importancia, y su uso debe ser administrado por el estado, las licencias respetadas y no vendidas entre privados como si se tratara de inmuebles. El problema entonces es que Electroingeniería o quién sea no tiene derecho a hacerse cargo de la emisora, del mismo modo que no tenía este derecho Tinelli… y podemos seguir hasta el infinito buscando orígenes… Realmente, decir que alguien es “dueño” de un canal de televsión de aire o de una radio, es un error fatal pero no involuntario que nos están tratando de meter en la cabeza como normal…

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