Traducción del artículo del Padre Marquis (por Luis)

Gracias Luis por esta traducción. El artículo posteado más atrás se refiere a la cuestión moral de la prohibición de las drogas.

LAS LEYES SOBRE DROGAS SON INMORALES

Por RRPP John Clifton Marquis, S.T.

U.S Catholic, May 1990 

El gobierno federal, los estados, condados y gobiernos municipales de EEUU se han pasado los últimos 50 años redactando y promulgando leyes antidrogas con severas y crecientes penas para los transgresores. Estas leyes son falsos dioses que prometen una salvación que no pueden conseguir. Todos los años demandan una mayor adoración a sus devotos, más tiempo, más fondos, más gente, más recursos. Y aún así, no importa cuan duras sean las sanciones (incluyendo a la misma pena de muerte), el negocio de proveer drogas solo se incrementa, ciertamente se robustece.

Esto es simple, hechos históricos.

Las leyes sobre drogas son una cuestión moral. Cincuenta años de legislación antidroga han producido exactamente el efecto opuesto de lo que esas leyes intentaban: las leyes han creado una tentadora y lucrativa estructura económica para la venta de drogas. Cuando la ley no promueve el bien común, sino su deterioro, la ley en si se transforma en algo malo y debe ser removida.

El innegable resultado de la legislación antidroga es ciertamente que las drogas serán muy, pero muy caras. El corolario de ese hecho es que la gente cometerá muchas y graves faltas para conseguir la plata que se necesita.

La cuestión moral aquí es hacer lo más que se pueda para darle a la comunidad el máximo control sobre la disponibilidad de drogas y su consiguiente uso. La sociedad no puede curar a todo alcohólico o drogadicto, ese es un hecho. Pero la comunidad puede crear condiciones para que la gente inocente no se convierta en víctima y en donde la atención de profesionales de la salud tenga mejores oportunidades (con más fondos y más gente disponible) para servir al proceso de cura de drogadictos.

El pricipio moral implícito aquí es muy viejo y muy seguro: elegir el menor de dos males.

El abuso de drogas es malo. Ese mal es evidente para la persona que se droga y todo allegado a ella. Pero el problema de la drogadicción es un problema que la iglesia y la sociedad pueden enfrentar y en muchos casos curarlo o controlarlo. En la práctica nuestras comunidades tienen las herramientas espirituales y psicológicas a la mano. Aún así la mayoría no cuenta con suficientes recursos humanos y económicos para utilizar estas herramientas para ayudar a la gente que desesperadamente las necesita.

Drogas y abuso son evidentemente problemas serios. Aún, una más entrometida y punzante enfermedad moral resulta de la presencia de la droga en los Estados Unidos, la codicia. La codicia es un mal mucho más sutil que la inmadurez que lleva al abuso de sustancias. Como un cáncer produce males agregados tan destructivos como su raíz. El pueblo de los Estados Unidos conoce por experiencia diaria los estragos que la droga produce en sus vidas. Este es el mal moral que debe eliminarse.

Soy plenamente consciente que para muchos millones de ciudadanos norteamericanos

la sola mención de la completa legalización de la droga suena como una blasfemia. Por eso definí a las leyes antidrogas de EEUU como falsos dioses. Son el idolatrado Frankestein que funcionarios electos han creado. Hacen del comercio de drogas algo increíblemente lucrativo. Ni la acción de la policía, ni la interpelación a los zares de la droga perturbará a los señores de la droga. Como nación los Estados Unidos pueden detener y juzgar miles de proveedores. Las autoridades de aplicación podrán encarcelarlos a todos a un costo desastroso para el público. Pero por el nivel de ganancias que las drogas ilegales producen, siempre habrá otros perdedores que tomen sus lugares. Los líderes continuarán. 

Los líderes morales no tienen otra alternativa que elegir entre la auténtica moralidad que lleva al bien, y la moralidad cosmética que solo se parece al bien.  Adiós leyes antidroga!

Pero el trágico error de la moralidad cosmética, como otras formas de cosmética es que no produce cambio en lo sustancial.

Los partidarios de la moralidad cosmética prefieren parecer buenos que pagar el costo de hacer el bien. La auténtica moralidad sabe de sus limitaciones dentro de la condición humana y hace lo mejor que puede por el bien común. 

Mucha gente está convencida  que todo problema se resuelve con sólo un poco más de poder de fuego. Al momento los Estados Unidos tiene ya el tercer nivel de encarcelamientos siendo superado por la Unión Soviética y Sudáfrica. La continua   aplicación de leyes antidroga puede llevarnos al primer puesto. Los fondos necesarios para educación y salud se ven menguados por mantener reparticiones policiales y cárceles. Las libertades y procesos judiciales de EEUU están comprometidas por la creciente manía de ganar en una corte  de un modo u otro. Los auténticos líderes morales no pueden darse el arrogante lujo del machismo, que se resiste a considerar no ganar. Ganar en el caso de abuso de drogas es encontrar el rumbo y los métodos que provoquen el máximo de salud y seguridad para toda la sociedad no teniendo un tratamiento peor que la enfermedad.

El hecho es que los Estados Unidos nunca tuvieron crimen organizado hasta la Prohibición. El ilegal (y por supuesto muy caro) alcohol creó un nuevo mercado con matones, ametralladoras, con lucha a muerte por ganancias. El porcentaje de ciudadanos de EEUU que bebían fuertemente de hecho se incrementó luego que el alcohol fue prohibido. Cuando el alcohol fue legal nuevamente, el entonces crimen organizado simplemente eligió el comercio de droga.

El argumento frecuente contra la legalización de las drogas (todas las drogas, a todos los niveles) es: “Eso hará creer a la gente, principalmente a los jóvenes que las drogas son buenas” La gente involucrada en la venta y consumo de drogas piensa hoy que son buenas.  Obtienen dinero o placer tan altamente valorados por la cultura norteamericana. A esta altura lo que es imperativo para los dirigentes en los Estados Unidos es darse cuenta de qué entienden los jóvenes por bueno o malo.  Dentro de su cultura (y su experiencia de lo que los adultos  han estado haciendo por la última generación con la ley) ilegal simplemente significa “difícil de conseguir”, “fruto prohibido” ó “juguete de adultos”. La ley bien puede haber sido una maestra del bien y del mal para San Pablo y Santo Tomás de Aquino, pero difícilmente lo sea para la juventud norteamericana.

Otro popular argumento (y grueso desconcepto) es que la las drogas legales estarán muy disponibles. La realidad es que las escuelas primarias y las cárceles de EEUU son dos de las zonas mas calientes del comercio de drogas. ¿Cuánto mas disponible puede tornarse la droga?

Legalizar todas las drogas en los Estados Unidos tendría un inmediato y dramático efecto; las haría baratas. En el mercado actual, un kilogramo de heroína ilegal o cocaína ilegal tiene una valor en la calle de varios millones de dólares. Un kilogramo de marihuana ilegal tiene un valor en la calle de aproximadamente un cuarto de millón de dólares. Un kilogramo de cocaína legal valdrá quizá unos doscientos dólares (*) y un kilogramo de marihuana tendrá el precio de un tabaco caro. Mientras las drogas sean ilegales lo obsceno del precio se mantendrá. Drogas legales no hacen barones de la droga. Las drogas legales erradican la razón de la violencia para control del mercado.

No hay duda que cierta gente abusará de las drogas legales: esto es lo que pasa con el alcohol legal. Es también un triste hecho humano que cierta gente sobria y razonable maneja autos temerariamente, se juega y pierde todo el dinero duramente ganado, usa del don del habla para desparramar difamaciones, calumnias y chismes, y  continúa haciendo una gran variedad de cosas inapropiadas y pecaminosas. La naturaleza humana está después de todo lastimada por la realidad del pecado. Pero hacer leyes no es nuevo, y nunca ha sido la fórmula mágica para el bien.

Los problemas, sufrimientos y dificultades que invariablemente resultarán de la legalización de la droga serán lejos, lejos menos numerosos y menos destructivos para  la sociedad entera que el robo, soborno, violencia, crimen, grescas y autodegradación que son el pan de cada día en los Estados Unidos de hoy. Los ciudadanos de EEUU

deben tener la integridad y honestidad plena de admitir en lo claro de sus mentes que en este momento no están haciendo prevención a la adicción al crack o droga alguna. Los metodos vigentes no funcionan. La humildad, no la soberbia, ayudará a la sociedad a encontrar la mejor senda para alcanzar su meta que es el bien común.

La auténtica definición de humildad es la verdad. 

(*) N del T: Los precios aquí indicados llaman la atención por lo altos. En los hechos son cien veces menores todos ellos. Si donde dice 1 Kg se leyera 100 Kg los precios serían correctos y coinciden con la información que tengo.

Probablemente ello se deba a la ignorancia que tiene el norteamericano medio sobre el sistema métrico decimal. Esos precios no corresponden a un kg sino a un quintal métrico (100 kg)

El párrafo corregido sería: “En el mercado actual, un kilogramo de heroína ilegal o cocaína ilegal tiene un valor en la calle de varias decenas de miles de dólares. Un kilogramo de marihuana ilegal tiene un valor en la calle de aproximadamente dos mil quinientos dólares. Un kilogramo de cocaína legal valdrá quizá unos dos dólares…”

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

55 comments

  1. Estimad@s
    Todos tenemos el derecho de pensar lo que queramos acerca de cualquier tema, por cierto también podemos pensar a favor o en contra de la despenalización para uso personal de las drogas hasta ahora prohibidas.
    Podemos aportar los datos que creamos convenientes para apoyar nuestras ideas pero me parece fundamental chequear las fuentes ya que Internet, la forma mas simple de reunir datos acerca de cualquier tema permite tambien verificar los origenes de las fuentes, cantidad de veces que aparece un autor, fotografias para ver quien es quien, en fin un sinnúmero de posibilidades.
    Vuelvo a reiterar estoy a favor de la libertad personal para hacer TODO lo que no molesta a terceros, empezando por mi propia libertad; no deseo que nadie venga decirme que esta bien o mal con mi vida. Que puedo tomar o que no.
    Pero también creo que tengo la libertad para que no me encuentre en cada esquina con un tipo que quiere (nuestro) dinero para comprar sus drogas para uso personal y que probablemente en estado de pre abstinencia cometa todo tipo de violencias para satisfacer su necesidad.
    Por eso yo me opongo a la despenalización del uso de drogas para consumo personal, ya que provocará delitos mas violentos aún. ( pienso al revés que J.Marquis y no creo que sea una cuestión de mercado ).
    No creo que porque sea barata y simple de conseguir se acabará el negocio y asi se podrá abordar mejor este tema.
    Por otro lado, se pueden poner infinidad de ejemplos similares que nos llevarian a conclusiones poco felices.
    Pero fundamentalmente creo muy importante chequear las fuentes; fijense por uds mismos quien es John Clifton Marquis; hagan el ejercicio : busquen imágenes de John CLifton Marquis o de John Marquis o busquen que páginas web levantan su opinion, que ha escrito ademas de esto, etc. : cristiansforcannabis.com; thehawaicannabis connection.om, en fin, los invito a buscar quien es este Father de la iglesia católica.
    Saludos

    1. Qué importa quién es Marquís si no está aportando información sino razonamientos? Estás buscando una argumento ad hominem. No es ninguna fuente, podría ser un personaje totalmente ficticio, tan ficticio como Celularis. Y como ves que seas ficticio no me inhibe de responder tu argumento ni trato de ver quién te avala.
      En cuanto a que no te gusta que se te acerquen drogados a pedirte plata, a nadie le gusta eso. Pero eso no agrega nada a esta discusión que es sobre la prohibición y su eficacia, que no es mucha porque drogados se te acercan hoy.

  2. Celularis:

    ¿Porqué en lugar de chequear información sobre la persona que escribe, no verificás la información que ésta te transmite? Eso es lo que en verdad cuenta.

    El argumento último para negarse a derogar esta legislación inútil y costosa es “ la mayor disponibilidad ” de la droga al alcance de la población. Veamos en este aspecto el testimonio de quien escribe:

    “Otro popular argumento (y grueso desconcepto) es que la las drogas legales estarán muy disponibles. La realidad es que las escuelas primarias y las cárceles de EEUU son dos de las zonas mas calientes del comercio de drogas. ¿Cuánto mas disponible puede tornarse la droga?”

    La droga estaba plenamente disponible en las escuelas primarias en el año 1990. Si eso es cierto, ¿queda algún argumento para evitar la derogación de esta legislación estéril y dañina?

    Sería bueno que verificaras también la información sobre la población carcelaria de EEUU. Tengo entendido que más de la mitad de los reclusos lo está por delitos de tráfico de drogas o vinculados al mismo. Después sería interesante conocer el costo (obsceno, quizá) de mantener semejante población carcelaria por delitos inventados por las leyes. En el pasado hubo “contrabandistas” de alcohol por una legislación también absurda.

    Son argumentos demasiado contundentes como para dejarlos pasar.

    Luis Alberto

  3. El argumento ad hominen me suena bastante kiznerista a esta altura. Enjoy.
    Hace poco mande un post opinando a favor de la legalización. Por lo visto no se entendió (o no me supe explicar, en ese caso disculpas). La legalización total de las drogas, por lógica, hace caer cualquier prohibición. Por lo tanto, al no ser delito, el uso y todo lo relacionado con las drogas pasa a ser legal. Por supuesto, coincido totalmente con Marquis, las prohibiciones no sólo son un disparate sino que aumentan el consumo y son la única razon de sus altos precios.
    Por supuesto, si estando en pedo o zarpado, atropello y mato a alguien, desde ya que me tengo que bancar las consecuencias. La libertad de drogarme no significa un bill de indemnidad.
    saludos

    PS: José, a ver si un dia los jueves hablamos sobre este tema, me anoto
    avrasos

  4. Además Celularis dice que “pueden presentar infinidad de ejemplos que nos llevarían a conclusiones poco felices”. He escuchado a mucha gente decir eso, pero todavía no he visto ningún ejemplo que me muestre lo contrario, que la prohibición es buena.

  5. Siempre el centro de la discusiòn es en referencia a la Libertad y la diferente concepciòn y/o confusiòn que tiene cada uno respecto de ella.

    Cuànta relaciòn tiene èsto tambièn con la legalizaciòn de venta y tenencia de armas.

    Una vez màs el paìs de la libertad, (al menos en su genètica), tiene bien claro eso.

    Imaginen la prohibiciòn total de venta de armas en un paìs como USA, donde sus ciudadanos tienen bien aprendida su libertad individual, la defensa de la propiedad privada, etc.

    Un caja de balas .22 valdrìa una fortuna en ese imaginario mercado negro.

    Cuànto de èsto, similar, pasa con la droga?

    La URRSS era un absoluto mercado negro, vale recordar que hasta un jean ò un “LP” valìan una fortuna.

  6. Con respecto a la inquietud de Celularis coincido en que lo relevante son los argumentos y no quién los expone. Pero como fui yo quien recomendó el artículo del P. Marquis en un comentario, aclaro lo siguiente:
    1) Me enteré del art. en cuestión por una cita que está en la pag. anterior al índice del libro de Alberto Benegas Lynch “La tragedia de la drogadicción”, -Lumiere, Buenos Aires, 2006- (Excelente libro que aprovecho también para recomendar).
    2) Como católico, me interesó mucho saber quién era este sacerdote que expresaba una opinión no común dentro del catolicismo. Busqué en Internet y sólo encontré el artículo y algunas pocas referencias al mismo.
    3) Pero en los Archivos de la Universidad de Notre Dame figura la referencia del artículo publicado en 1990. http://archives.nd.edu/findaids/ead/index/USC005.htm
    4) Es obvio que si un sitio de Internet cita las opiniones de Marquis, eso no significa que Marquis apoye todas las ideas que se difunden en ese sitio.
    5) Por último, siempre que sale el tema les pregunto a mis alumnos que tienen entre 18 y 25 años: “¿Es Buenos Aires -en la práctica- una ciudad de droga libre? ¿Sí o no?” Todos me responden que sí, que el que no se droga es porque no quiere y no porque la droga no esté a mano.
    Bueno, ya que tenemos “droga libre y mafia”, yo prefiero “droga libre sin mafia”.
    De todos modos, creo que en este tema el cambio deberá provenir de los EEUU, que ejercen hasta el día de hoy un liderazgo negativo nefasto en esta materia (y en unas cuantas más, en contra de sus propios principios fundacionales).

  7. Cuando leo este artículo, racional, indiscutible y cuando se ha revisado este tema tantas veces, en general como dijo Martín Benegas, con demasiados sentimientos, me queda siempre la misma pregunta: ¿muerto el perro se acabó la rabia?. O en otras palabras: ¿cuántos perros hay en este problema y cuál es el mas feroz?. Ya no estamos en tiempos de la ley seca o del opio. El mundo, ha cambiado y en sociedades como la nuestra, los límites no existen, aunque se cree un marco jurídico nuevo. Caerán las mafias (dudas) pero la libertad y el nuevo negocio legal no perderá las condiciones de gran negocio al pasar de unas manos a las otras, pagando impuestos y cumpliendo con estándares mínimos. Mi temor es que la rabia siga siendo una epidemia.
    Si en Holanda están pensando en quitar las drogas blandas de los cofee shops, si la experiencia suiza en Platzpitz fracasó hace años y todavía no tienen una respuesta adecuada al problema, ¿por qué suponer que en una sociedad latinoamericana, corrupta, falta de educación, carente de límites la solución pasa sólo por un marco legal?

  8. Me preocupa el problema práctico que genera en una sociedad la proliferación de consumidores sin contención ni educación. No es para mi un problema moral, quiero que se entienda. Creo que es un problema en el que concurren innumerables variables, es casi como una ecuación no linear, difícil de resolver.

  9. Mi preocupación es la de Grecia.
    Aquí impera la corrupción, consumidores sin contención ni educación y como si fuera poco el negocio es manejado por los punteros políticos, lo que les da vía libre a la impunidad.
    En semejante caos, estos tipos argumentaran ese estado, entonces permitido, para escudarse ante los desmanes y delitos que cometan. Lo vemos en los estadios, los trenes, los recitales, etc. .
    En esta sociedad que solo demanda derechos pero se hace la desentendida de las responsabilidades que la convivencia demanda para el efectivo disfrute de los derechos y el uso pleno de la Libertad individual.
    Es cierto,( en mi opinión)lamentablemente que hay sectores y parte de generaciones que están abandonadas y perdidas como fuerza laboral en nuestro país, las que son lumpenizadas ( no se si existe la palabra, pero me entienden) con cerveza y cumbia bitonal por los punteros que así contienen a esta gente que ya no sirve ni para hacer zanjas porque desconoce la disciplina mínima de un trabajo. Pero al menos está contenida y “asistencializada” sirviendoles para el voto.
    No me quiero imaginar esa enorme cantidad de personas bajo los efectos de drogas, desmadradas y encima amparadas por los narcopunteros, narcointendentes y asi subiendo la escala política.
    El tema es, lo sabemos, muy serio y disculpen pero me parece que excede la dimensión del problema moral ( que está clarito, eso es simple) cuando se lo lleva al mundo real.

  10. Grecia, decís que te preocupa ¨que proliferen consumidores sin contención ni educación¨.
    La prohibición genera ese estado de cosas, a pesar de lo cual la inmensa mayoría intenta evitar los daños como puede. La prueba está en que en los kioskos se pueden conseguir drogas peligrosas, potencialmente letales (como la aspirina y el paracetamol), y hasta un analfabeto sabe que no le conviene tomarse todo un paquete.

    La despenalización eliminaría los problemas evitables (asociados a la prohibición); el resto de los problemas no parecen estar siendo resueltos actualmente.

    Sin despenalización no hay contención ni educación posibles.

    ¿Qué te hace pensar que el Estado, en estas sociedades corruptas y carentes de límites está integrado por seres nobles, responsables, sabios y cariñosos?

    Luis tiene razón: tu problema es que la gente se drogue y querés al Estado de tu lado, cueste lo que cueste, persiguiendo “drogadictos” (personas cuyo único delito es hacer lo que vos desaprobás).

  11. Mariana y Marcelo, no quiero la persecución de drogadictos por el hecho de consumir una sustancia, no creo en el dios estado, no estoy de acuerdo con mafias y comercio negro. Pero este tema no puede ser defendido desde un solo punto de vista ya que las variables son muchas. Legalizar el comercio contribuiría a bajar el nivel de hipocresía pero nadie me asegura que el problema verdadero, que es el de los consumidores irresponsables liberados del mito de lo incorrecto, no se propaguen generando nuevos negocios mafiosos. Aquellos que no tengan lo suficiente para comprar encontrarán a alguien que provea siempre a cambio de algo. ¿O creemos que con la legalización dejaremos de ser argentinos?. Esa fábrica de carenciados funciona cada vez mejor en este país.
    Cuando dicen: “sin despenalización no hay contención ni educación posibles”, pienso que la educación debería estar primero, por encima de todo. Hay países como Colombia (se puede leer hoy en un diario) que han logrado bastante apuntando a este aspecto: la educación, el respeto por los demás, la construcción de valores.
    Y además de aspirinas en los quioscos también hay pegamento. O nafta en las estaciones de servicio. Por eso insisto en que ésto no es un simple teorema.

  12. El juego de las docientas boludeces, entr ellas:”Legalizar produce la ilusión de que los delitos se acaban. Y en efecto se acaban, pero de nombre. Ya no existiría el delito de narcotráfico, sencillamente porque la droga se hace llegar de manera legal, pero la adicción ahí estaría. Si se legalizara el homicidio, la tasa de homicidio bajaría a cero, porque ya no habría el delito de homicidio. Pero los muertos ahí estarían.”
    Nota completa:http://edimpresa.diariouno.com.ar/2009/01/04/nota202051.html

  13. Dejá de macanear Flavio. La adicción no es delito.

    Grecia: El alcohol se vende libremente y la gente no vive en pedo. (Los alcóholicos son una ínfima minoría.)

    Celularis: Ya hubo venta libre de estupefacientes y el mundo no se cayó. Tan poca importancia tuvo el asunto que hoy muy poca gente conoce este hecho.

  14. El alcohol no es comparable la cocaína, metanfetamina, rohipnol, etc etc. A lo sumo produce somnolencia, dificultades respiratorias, entorpecimiento y coma. Las drogas duras y las mezclas tornan agresivo a un individuo, lo deshinibe, tienen efectos psicóticos, alucinatorios graves. No podemos negar que son inductores del delito muchas veces, en capas bajas de la sociedad cuando la miseria y el rencor le gana la batalla a los límites, mucho mas.
    Mi libertad también es importante. Pero tengo que ser paciente y aceptar la irresponsabilidad de los individuos que por unos gramos mas disparan el gatillo con demasiada facilidad, roban a sus padres para consumir, terminan dejando de estudiar. He conocido a uno que ya no tenía plata para consumir y se transformó en dealer. ¿Cómo terminó?, a los 24 años lo mataron de un balazo en la puerta de su casa. Se hicieron hasta marchas a la quinta de Olivos, pero todo estaba demasiado claro.
    Eso no se va a terminar. Con la legalización sóla, las mafias cambiarán de disfraz, el negocio será mas importante.

    1. ¿Se solucionaría esto prohibiendo los negocios? En definitiva parece que todo pecado proviene de los negocios (cuando no del sexo), en consecuencia prohibirlos parecería ser un camino posible. Por chocolate nadie mata, pero por negocios si. ´¿Y qué pasa si prohibimos el amor? Lo digo porque la gran mayoría de los homicidios son pasionales.

  15. No soy religiosa no entiendo de pecados. Pero no puedo evitar preocuparme por mi creciente falta de libertad frente a la inseguridad. Y pensar en la legalización como única medida, dejando que los melones se acomoden solos (Bielsa dixit)me parece ingenuo.

    1. Te repito la pregunta Grecia, te parecería pertinente prohibir el amor teniendo en cuenta la inseguridad que causa?

  16. ¿Cómo hubiera terminado tu conocido, el dealer, de haber podido mantener su hábito sin tener que volverse un criminal?

  17. Grecia: es comprensible que no veas el modo en que la prohibición afecta tu seguridad y la de tus hijos; al fin y al cabo para eso está diseñada esa propaganda intensa, ubicua y permanente. Tenés derecho a creer en ella, pero tranquila: el ministerio contra las drogas (o como se llame) no te obliga a defender lo indefendible, le basta con que no pienses.

  18. Grecia, decis :

    “Eso no se va a terminar. Con la legalización sóla, las mafias cambiarán de disfraz, el negocio será mas importante”

    ¿Podés explicar esto?

  19. Grecia, Si es por los estragos que causan habria que prohibir el peronismo, deberiamos internar a los peronistas y rehabilitarlos, son seres autodestructivos que encima imponen gobiernos. 🙂

  20. Voy a admitir que la legalización de la droga corregiría una parte del problema: el sistema ilegal montado a su alrededor. No discuto mas por ésto.
    De ahí en mas me preocupan demasiadas cosas pero parecen no ser tan importantes: delitos violentos relacionados con drogas, incapacidad de contención por parte de las familias con menores recursos de sus hijos una vez que han entrado en la adicción, entre otros.
    Mariana y Marcelo: tal vez me moviliza el hecho de tener hijos(4), que pasaron por la adolescencia en medio de recitales de rock de los 90, profesionales ya, pero todavía me tropiezo con los amigos que no pudieron salir, los ejemplos que fui dando salieron de allí. No creo en la simpleza del problema. Para Uds esto es casi una ecuación linear, método y se resuelve. El tiempo me ha vuelto escéptica.

    1. Grecia no sos escéptica, tenés una fe ciega en la ley. Sos creyente. Los amigos de tus hijos que no pudieron salir, vivían en un país con legalización? Tus hijos iban a recitales en esos paíes?

  21. Grecia, bastaría prohibir de nuevo el alcohol para resucitar al heredero de Al Capone, y a los delitos violentos relacionados con el alcohol.

    No proponemos una solución a los problemas existenciales de los drogadictos, sino a los problemas de millones de personas que – drogadictos o no – padecen la “guerra contra las drogas”.

    Esos problemas que no te importan hasta que te plantan una bolsita.

  22. Gracia, la despenalización de la producción, comercio, tenencia y consumo de drogas NO soluciona todos los problemas. Pero lo que parece es que la prohibición no soluciona ningún problema (HAY adictos, y cada vez más -y no sólo en “este país corrupto”). Y además la guerra contra las drogas crea problemas adicionales gravísimos, como ya se dijo.
    Sobre el problema de la seguridad, en el libro de Alberto Benegas Lynch “La trajedia de la drogadicción” hay un capítulo titulado “El nexo crimen-drogas”. Es cierto que muchos criminales consumen drogas, pero la gran mayoría de quinenes consumen drogas o incluso son adictos, no comenten crímenes. Y muchos criminales adictos comenzaron por el crimen, no por la droga. Es decir, se drogan para robar, ya sea para tener “coraje” (como un compañero mío del secundario que se emborrachaba todos los sábados para encarar chicas en los boliches), o porque en varios países ser adicto es considerado un atenuante de los crímenes.
    Las leyes sobre drogas convierten en criminales a la mayoría de consumidores y adictos que no cometen ningún crimen. Es cierto, se arruinan su salud, y en muchos casos destruyen su vida y la su familia, pero lo mismo se podría decir, del alcohol, del cigarrillo, del juego, etc.

  23. Gustavo, ojalá fuera así, también puede ser como lo digo yo. No hay estadísticas ni estudios actualizados, no nos estamos basando en ellos. Todos tenemos una percepción que viene acompañada por nuestra propia convicción que define los mismos actos de una manera diferente. Para mi (no soy la única) la droga se está metiendo cada vez mas en los actos cotidianos con la cuota de agresividad, impulsividad, desconexión que trae aparejada y se refleja en delincuencia creciente y nunca sancionada por este sistema injusto.
    Siempre dejo de lado al consumidor responsable.
    Los medios tonos para algunos pueden ser claros y para otros oscuros.

  24. ¿La personas que no se drogan, no lo hacen porque no está en su naturaleza hacerlo o porque está prhibido?. Creo que la respuesta es obvia, se trata de lo primero, el que no se droga es porque no está en su naturaleza o indiosincracia hacerlo.

  25. La guerra contra las drogas no deja de lado a los consumidores responsables (o sea casi todos, aunque por obvias razones tengan que ocultarse), y perjudica tanto a los consumidores irresponsables como a los no consumidores.
    Grecia: no es como decís vos; mal que te pese, la farmacología existe. Tus objeciones no son racionales.

  26. Chicos, puede ser lo de emocional. Es difícil sustraerse del medio en el que nos toca manejarnos. Demasiados ejemplos personales me hacen pensar que la farmacología o la ley solas no revierten la situación. El coctel de miseria propiciado por los políticos populistas que necesitan pobres e ignorantes es explosivo. Crece en forma exponencial. Somos los ciudadanos los que nos encerramos o los que tomamos medidas presionando sobre autoridades y policía que no actúa sin orden judicial.

  27. Perdón por meterme, no quiero que esto sea un aporte a “péguenle a Grecia”.

    Como soy muy rudimentario, mi forma de ver la situación actual es: Prohibición incrementa los precios y desarrolla mafias; precios incrementados no detienen a consumidores, ni la prohibición per se, vigente, los amedrenta. Y encima si un delincuente es consumidor, pasa a ser “enfermo” y por lo tanto menos punible.

    Situación deseada por mí: No prohibición, las mafias pierden razón de ser al caer los precios, reducción de gastos en persecuciones; y si un delincuente, encima, es consumidor, triple pena. No enfermo, triple pena. Esto no soluciona las “adicciones”… la situación actual tampoco.

    Lo interesante es qué pitos toca el gobierno en todo esto, si ellos gastan sumas considerables en persecución, participan de las mafias, y encima decirle a un consumidor que no es enfermo, es contrario a la ideología progre, por hacerlo individualmente responsable (aunque este último tema no se trata en este sospechoso plan del gobierno).

    Mis 0.20 cents (por la inflación subió de 0.02)

  28. Bien Klaus, ahí entiendo mejor. Hablamos entonces de un cambio mayor. Legalización pero leyes mas duras para quienes delinquen drogados. Si estamos casi de acuerdo en que hay que penalizar a los conductores borrachos y de hecho la sociedad se manifiesta de acuerdo, se hacen campañas, no veo objeciones, ¿por qué considerar la libertad del tipo que se droga y negar la mía perjudicada por su conducta?

  29. Exacto Grecia, ciertas conductas de otros pueden perjudicarte. Por ejemplo, si un ladrón con sombrero te apunta con su pistola mientras reclama tu billetera, el problema viene a ser el robo (el acto delictivo), no el sombrero en cuestión. El sombrero es inerte.

    ¿Y qué tienen que ver los sombreros con el delito? Lo mismo que las drogas prohibidas, o que, en otras coordenadas temporoespaciales, la homosexualidad, el judaísmo, el cristianismo, la brujería, la masturbación, el mate, el café, el alcohol y un larguísimo etcétera.

    Otra cosa, Grecia: no contestaste ninguna de las preguntas – y son por lo menos ocho, formuladas con respeto por distintos comentaristas.

  30. ¿Qué pasa conmigo? ¿es tan malo disentir? ¿represento un peligro? ¿es ésta la libertad que sueñan? Se que coicidiremos en algunos puntos, es mas, he dado mas pasos que Uds para tratar de entender. Pero hasta acá. Harán falta mas polémicas, o mas experiencias, o mas tiempo para que pueda aplaudir convencida. ¿Por qué se hacen controles alcoholemia? Si por Uds fuera habría que penar sólo la infracción de tránsito ¿no? ¿conducir drogado es lícito?
    No contesto las preguntas con trampas. Me quedó una pregunta atinada de Luis, que no contesté, luego admití que tal vez la legalización tenía sus ventajas. Allí estaba la respuesta.
    Los ejemplos tipo “ladrón con sombrero” son pintorescos pero no tienen que ver con esta cuestión. Conozco como actúan los drogadictos, vivo acá, no ando en helicóptero.
    No sigo con esta cuestión porque perdió interés.

  31. “Conozco como actúan los drogadictos, vivo acá, no ando en helicóptero”. ¿Los conocés a todos?

  32. Va de nuevo una pregunta fundamental que no contestaste: ¿Cómo definirías “droga dura”? (no hay trampa en la pregunta, vos misma empleaste el concepto).

  33. Drogas duras: la cocaína, los opioides (morfina, heroína, etc.), el alcohol, o las anfetaminas son comúnmente descritas como drogas duras.

    Drogas Duras
    Las drogas “duras”, son aquellas que alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos

    Así se determina que drogas duras son los opiáceos, los barbitúricos, el alcohol, la cocaína y las anfetaminas, en ese orden de importancia.

    Un sondeo de la actitud británica con relación a las políticas de drogas ha descubierto que la mayoría de las personas está lista para despenalizar la marihuana o volverla una infracción equivalente a una multa por estacionamiento. Pero la encuesta también descubrió que una sólida mayoría hace una distinción entre drogas “blandas” como la marihuana y drogas “duras” como la cocaína y la heroína. La mayoría de las personas no quiere ver ninguna disminución de las restricciones sobre el uso o venta de las drogas duras.

    La clasificación de las drogas según los efectos que producen a nivel del sistema nervioso central constituye el sistema de clasificación menos aceptado en la actualidad (frente a la distinción entre drogas duras y blandas o legales e ilegales).

    Existen diferentes criterios para clasificar las drogas. Según sus efectos, su procedencia, si son legales o ilegales, suaves o duras y muchos otros.

    La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha clasificado las drogas agrupándolas según sus efectos, es decir, según induzcan pautas de comportamiento similares en los consumidores.

    De acuerdo con este criterio las drogas pueden ser: Depresoras, Estimulantes o Alucinógenas.

    Noun 1. hard drug – a narcotic that is considered relatively strong and likely to cause addiction
    cocain, cocaine – a narcotic (alkaloid) extracted from coca leaves; used as a surface anesthetic or taken for pleasure; can become powerfully addictive
    controlled substance – a drug or chemical substance whose possession and use are controlled by law
    diacetylmorphine, heroin – a narcotic that is considered a hard drug; a highly addictive morphine derivative; intravenous injection provides the fastest and most intense rush
    narcotic – a drug that produces numbness or stupor; often taken for pleasure or to reduce pain; extensive use can lead to addiction
    soft drug – a drug of abuse that is considered relatively mild and not likely to cause addiction

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    Bueno basta me aburrí de copiar y pegar.

  34. “La clasificación de las drogas según los efectos que producen a nivel del sistema nervioso central constituye el sistema de clasificación menos aceptado en la actualidad (frente a la distinción entre drogas duras y blandas o legales e ilegales).”

    Interesante: la farmacología ya fue; las drogas duras son las que están prohibidas porque son duras. ¿Y qué las distingue de las otras?: que están prohibidas.

    ¿No te llamó la atención que incluyan al alcohol entre las “drogas duras”?

  35. Muy interesante el debate personalmente soy partidario de la despenalización TOTAL de las drogas, me imagino a MUCHOS laboratorios legales y que verifiquen normas ( ISO , etc) compitiendo por los “clientes” que solo podrían obtener estas substancias a travez de recetas
    que les parece ? muy delirante?

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