Con macumba económica habrá festejos en la famlia K

Hoy es el día en el que se abusará de la palabra “nosotros” para aludir al hecho santificado por la religión kirchnerista de la “argentinización” del 14% de YPF. Situación que en realidad se está blanqueando porque Eskenazy toma las decisiones en la petrolera desde hace tiempo.

El significado para “los argentinos” de la operación es nulo. Pase de manos y salida de divisas. Una des-inversión extranjera parcial. Ahí estarán los pozos, las máquinas, el personal, la organización y el know how. Nada cambia, salvo el hecho de que mientras el negocio petrolero arde, en la Argentina los principales operadores se retiran por circunstancias políticas creadas por el gobierno de la que resultan beneficiarios un grupo de empresarios amigos que cualquier opción política alternativa haría bien en agendar que deberá investigar de arriba a abajo y, si es necesario, apoyar la devolución a sus dueños a los precios que hubieran recibido. De eso ya debería empezar a hablar la oposición, de lo contrario extorsionar, apretar con controles de precios y regulaciones para desvalorizar empresas y quedarse con ellas el poder político a un precio vil (se está vendiendo a un precio levemente inferior al de 1999 cuando el precio del barril de petroleo rondaba los 10 dólares) va a empezar a formar parte de nuestra incultura.

La kirchnerización de YPF es un tanto distinta al ideal socialista que dice esta muchachada sostener. Antes la cháchara nacionalista se utilizaba para estatizar estos negocios en nombre de estrategias para no se sabía bien cual guerra. La gente compraba la idea igual, siempre es importante tener combustible para luchar contra cualquier malo y parece que comprarselo al dueño no es suficiente. El nacionalismo económico no se enteró nunca de que existe el comercio.

De cualquier modo la nueva versión que reemplaza al estatismo por el amiguismo es más sincera. YPF y todas las empresas públicas eran cotos de caza de sindicalistas y políticos, por eso las recuerdan con tanto cariño. Para qué andar disfrazando todo de público.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

7 comments

  1. Benegas, lei la nota con atencion como todo lo que se publica en el Blog. Es mas, esta nota la lei dos veces porque hay un concepto que no me queda claro. Para que algo se compre a precio vil, debe haber un vendedor que acepte venderlo a precio vil. Repsol YPF, los gallegos, acaso son boludos. Cual es el negocio porque debo admitir que estoy un poco lerdo y no lo veo.

  2. Para que alguien venda a precio vil el comprador tiene que apretarlo y no dejarle salida, es decir, ser el gobierno y controlar los precios y regularlo.

  3. Esta claro, pero a Shell se la apretó muchisimo mas que a Repsol, y la petrolera Inglesa jamas acepto a vender a precio vil su empresa. Me parece que debe haber algo mas que no vemos. A Ud que le parece Benegas ?

  4. No puedo saber lo que no veo, menos lo que no ve usted elbueno. Pero que Shell haya resistido más no hace más legítima esta operación.

  5. En realidad la venta es producto de una extorsión. La Shell no se dejó intimidar y, creo, que la han llevado ante la justicia por iniciativa de Moreno. Los españoles son más proclives a “hacer negocios”, venden a precio vil pero también compran a vil precio. Y esto es lo que sucede ahora: Repsol compra, vendiendo en las condiciones insólitas que comentamos, la tranquilidad que busca para seguir con su negocio.

  6. La venta de YPF por parte de Repsol, es un hecho malo para el país. Implica salida de capital, una desinversión que perjudica el crecimiento económico, además que perjudica la imágen del país en extranjero que es muy costoso reconstruir.

    Una empresa no se cotiza por sus activos o por su patrimonio neto solamente, sino también por las espectativas de ganancias a futuro. Este factor es el más importante y explica porqué algunas empresas grandes se vendían a precios bajos y otras que tienen muy poco capital se venden a precios exhorbitantes. Las espectativas de ganancias a futuro son el factor clave en el precio. Los directivos de Repsol han analizado esto y habrán llegado a la conclusión que el panorama argentino en el futuro es malo. Incluso aunque el negocio petrolero mundial está el apogeo de su rentabilidad, los costos o perspectivas de costos que las emmpresas petroleras pueden tener en Argentina son superiores a las espectativas de ganancias. El negocio petrolero es el más rentable hoy en día en el mundo, pero el costo que sufren las empresas en Argentina por la inestabilidad política, la corrupción, el chantaje sindical y la carga impositiva, esfuman cualquier espectativa positiva a largo plazo.
    Las privatizaciones de las empresas públicas en los años 90 tenian este problema que mencioné más arriba. Estas empresas como Ferrocarriles, YPF, o Entel, tenían un capital operativo muy grande, pero obsoleto; además tenían un personal sinidicalizado, perezoso, acostumbrado a trabajar de manera chapucera, que iba a producir una fuerte resistencia al cambio. En esas condiciones en que estaban las empresas no podían competir, debían modernizar sus equipos, reducir los costos de producción, hacer grandes erogaciones en reformas estructurales y en marketing y comercialización para cambiar la imágen tan negativa que tenían las empresas públicas en esa època.
    Con tantas desventajas, y tan elevados costos las espectativas de ganancias eran bajas, por lo tanto el precio de la empresa también lo era.

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