Seminario sobre coparticipación federal

Ayer estuve en el seminario sobre coparticipación federal organizado por la Fundación Atlas, la Fundación Bicentenario y la Asociación de Defensa Ciudadana. Participaron Francisco de Narvaez, Margarita Stolbizer, Carlos Raimundi y Rircardo López Murphy.

Estaban anunciados Juan Carlos Blumberg y Daniel Scioli pero no concurrieron. El primero no quería sentarse con de Narvaez porque en América TV habían hecho ese tipo de encuestas panfletarias típicas del periodismo alineado. La pregunta era si el encuestado estaba de acuerdo con que Juan Carlos Blumberg utilizara la muerte de su hijo para hacer política. Deleznable realmente lo de América TV. Y bien Blumberg por no sentarse con alguien que es responsable de que eso ocurra.

Scioli en cambio tenía otros motivos para no concurrir. El sabe que el precio para ser gobernador que tendrá que pagar es el de traicionar a la provincia de Buenos Aires que siendo la que más aporta es la que recibe en promedio la cifra más baja de coparticipación. Pero así se sostiene la caja nacional. No puede haber kakismo sin que la provincia de Buenos Aires pague la fiesta y por lo tanto debe ser sometida más que las otras.

El actual superávit fiscal está basado en el quiebre de todas las reglas federales. Es un dato para entender como razonan los economistas que dicen que una característica importante de esta década dosmilista es el haber incorporado ese logro, olvidando ese pequeño detalle y es el cómo se consigue. Estos son los aspectos de principios que nunca podrán discutirse desde posturas PRO. Es como hablar de sexología y no tener en cuenta si la actividad se realiza voluntariamente o por la fuerza por considerarlo un punto de vista demasiado ideológico. O lo que es lo mismo, que cuando una facción postula la violación como forma progre de obtener mayor satisfacción a la libido de la población, la respuesta del otro lado sea que no se discute “ideología”.

Humberto Toledo que estaba entre el público me contó una entrevista entre Menem y el Rey de Suecia. El monarca le comentó a Menem que su país estaba muy mal, sus finanzas quebradas y no sabían cómo iban a resolver la situación. A continuación agregó que en cambio su población estaba rica y disfrutando de un buen nivel de vida, que era en realidad lo único que importaba. ¿Cómo explicarle a nuestros políticos que el punto de vista filosófico político es lo fundamental?

Francisco de Narvaez no entendería nunca esto y lo demostró en el seminario. Su diagnóstico fue que era muy complejo el sistema de coparticipación y que debía simplificarselo haciendo una gran bolsa común, que luego fuera repartida con criterios de equidad ¿Por qué no organizar entonces al país de manera unitaria? Y siguió diciendo que Buenos Aires no estaba mal porque el reparto de impuestos fuera perjudicial para la provincia sino por defectos de recaudación. Según su punto de vista el tema se solucionaba recaudando un cincuenta por ciento más que es lo que calcula que se “evade” (al no pago le llaman evasión porque ni conocen la diferencia). Si llega a gobernador el problema de la coparticipación de Narvaez se lo hará pagar a los contribuyentes.

Margarita Stolbizer consideró que la coparticipación federal no era ni buena ni mala sino un instrumento. No ve si quiera el problema de la ausencia de autonomía fiscal para que exista el país tal cual fue pensado en la Constitución, con los contrapesos que implica el federalismo para limitar al poder. Ni siquiera conoce el problema del límite al poder. Otro asunto “ideológico”.

Raimundi dio las cifras de impuestos per cápita recibidas por coparticipación en cada provincia. Unos dos mil pesos por habitante en la provincia de Buenos Aires y unos nueve mil en Santa Cruz, donde ni siquiera blanquean a los docentes.

El único que abordó la cuestión desde el fondo diciendo que no cabía emparchar el sistema sino modificarlo desde el vamos porque no se compadecía con la Constitución fue Ricardo López Murphy que habló de correspondencia fiscal, de la necesidad de que haya representación detrás de la imposición,  de que quién gasta es quién debe recaudar y de la relación entre una organización de tipo federal y estas cuestiones.

Lo más acertado del seminario fue plantearle el problema que es grave y nadie discute porque los fundamentos de nuestra organización política fueron olvidados hace tiempo. Y lo que prima en todos los discursos sobre cómo se reparten recursos impositivos es la idea de “equidad” y “bienestar social”. Cosas que ni siquiera se logran pero de cualquier modo nadie quiere  dejar de invocar. El estado es concebido como un aparato que actuará contra los incentivos del mercado, contra lo que la gente elige y una vez aceptado eso parece aceptable terminar con los límites al poder, relativizar el federalismo fiscal que ya no se basa en derechos sino en necesidades y ni hablar de tener todo el tiempo presente que lo que se recauda fue extraído por la fuerza. Ni hablar de darse cuenta (de Narvaez se retiraría de la política) de que en una república de verdad el único superávit que importa es el de la población y que la organización política debe arreglarse con lo que tiene. Al revés de como lo ven nuestros políticos. Pero en fin, estas cosas son poco PRO.

Supongamos que no queremos discutir esta vocación repartidora sin resultado alguno (la prioridad es ser bueno, no hacer el bien) lo que todos deberían entender es que cuando hablan de división de poderes, de federalismo, de instituciones republicanas, de libertad de prensa etc. etc. están hablando de formas de organización que tienen que ver con otro paradigma que es el de la libertad. No pueden seguir invocando ideales de otra forma de concebir la política y la relación entre los individuos y el estado, mientras creen que el estado es proveedor posible de cualquier cosa que necesitemos. Porque entonces vivimos en este travesti jurídico político en el que estamos inmersos que no es ni chicha ni limonada y del que la única conclusión que se saca es que no nos conforma.

Nuestro sistema institucional político está construido sobre la base de que los ciudadanos se proveen felicidad a si mismos cuando el poder se los permite. Deberían pensar otra forma de organización y entonces no se quejarían tanto de Kirchner que en definitiva es una versión un tanto cruda de lo que siempre quisieron lograr. No hay otra cosa que peronismo crudo, clientelismo y autoritarismo para organizar a un estado “generoso”.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

14 comments

  1. Por eso los norteamericanos hablan de “administration” tal o cual, segùn el ocupante temporal de la silla presidencial.
    Alguien temporal que en realidad es la punta de una piràmide cuya poderosa base es la sociedad y el equilibrio de poderes.
    La invocaciòn a las mejores intenciones y a los màs lindos fines de “justicia social”, “justa distribuciòn” tienen un peso increìble en millones de mentes argentinas, vistos los resultados a que los tan mentados y desastrosos estados distributivos y de bienestar nos han llevado.
    No alcanza la realidad, cuando no se entiende el diagnòstico de la enfermedad. Mejor dicho, ni siquiera hay mentes capaces de elaborar un diagnòstico acertado desde los hechos, como vos analizàs de cada uno de los disertantes, salvo Lòpez Murphy.
    Yo creo que no hay posibilidad hasta ahora de evitar el desastre cìclico al que nos vemos sometidos los argentinos, ya que no se entiende que el mal es ese mismo maldito concepto de Estado que se tiene acà. Y nò hablo de bandas de ladrones como la que preside hoy, ya que es clarito que no hay màs intenciòn que obtener el poder absoluto, eliminando la Repùblica y perpetuarse en el poder. Es grave.

  2. muy interesante el articulo. Me pregunto si gente “capacitada” como el Sr. de Narvaez realmente entienden lo injusta que es la coparticipación, pero la sostienen porque es politcamente correcto, porque quieren sacar un redito de la misma o si en verdad creen en lo que estan diciendo y no les pasa por la cabeza que cada provincia debería gastar lo que recauda… tan mal estaremos??? Al menos escuchar las distintas postutras sobre estos temas tan críticos ayuda a que en Octubre no tengamos de nuevo un “sobre vacío”

  3. Como siempre muy claro lo tuyo José y comparto, por supuesto, tu posición. Dos pequeñas observaciones sin embargo: En primer lugar, la provincia de Buenos Aires no es la única que pone mucho más de lo que saca, lo mismo pasa con la Capital, Santa Fe y supongo que con Córdoba (y tal vez alguna otra). La segunda, Buenos Aires suma a su escasa coparticipación un clientelismo superlativo en el conurbano. El conurbano es la representación misma de lo peor de la política argentina, el reparto descarado, el robo de los punteros, los intendentes, etc etc.

  4. Estamos gobernados por gente que jura por la constitución pero no tiene idea de lo que la constitución establece. Sus políticas son violatorias de la constitución y proponen más violaciones. Stobizer y De Narváez perfectos ejemplos de la imbecilidad política.
    La coparticipación debe dividirse con lo recaudado en cada provincia y en las partes que la provincias y la nación hayan pactado. No hay otro método más justo. Este sistema actual de coparticipación donde unos pagas los gastos de otros es un fraude más. Además la coparticipación de impuestos en manos del gobierno nacional convierte en papel mojado la división de poderes y el sistema federal establecido en la constitución.
    La reforma constitucional del 94 institucionalizó este fraude.

  5. Una forma de volver al federalismo que tanto se predica pero no se practica porque no saben lo es federalismo es: devolver la recaudación a las provincias y pactar un porcentaje del producto de los impuestos entre el gobierno provincial y el naciona, siendo la ley sancionada por el Congreso Nacional; quitarle al gobierno federal el fuero penal y civil y que las leyes con estos caracteres sean dictadas por las legislaturas provinciales, quitarle al gobierno federal la facultad de dictar códigos de minería y de trabajo, quitarle también el poder de establecer sistemas de seguridad social; elegir el presidente de la Nación por electores nombrados por las legislaturas provinciales, quitarle el derecho de vetar leyes, ponerle un límite fijo a su mandato y prohibirle la reelección consecutiva o no consecutiva. El presidente al finalizar su mandato debe ser un muerto político, quedar incapacitado de por vida para ser elegido a un cargo público otra vez. Disolver el banco central y quitarle al gobierno nacional la facultad de crear empresas y bancos.

  6. Tenes toda la razon Jose, el problema radica como vos lo decis en el plano filosofico-politico y no en lo meramente economico. Lo mas importante es ver la forma que posee el Estado de su poder recaudatorio. Particularmente yo pienso que el Estado se debe manejar con un criterio de eficiencia y eficacia igual e incluso mayores que en una empresa privada. El Estado tiene que asumir sus funciones no bajo cualquier costo sino al menor costo y al menor tiempo, esos son los criterios de eficiencia y eficacia, o sea, no sirve de nada que el sector publico sea eficaz sino eficiente ya que esto implica el menor costo y menor tiempo. Cuando hablo de Estado tambien me refiero a las provincias, los gobiernos provinciales y municipios. Para esto, como decia un lector mas arriba se deben eliminar los clientelismos, cosa que es realmente muy compleja principalmente en la Provincia de Buenos Aires.

  7. Esto es parecido – en escala macro- a lo que en escala individual

    se llama “Redistribución de la riqueza”, o sea, una minoría decide sobre la distribución de recursos producidos por otros

    de acuerdo con conveniencias sectoriales o personales en nombre de una supuesta “equidad distributiva” que ellos mismos definen.

  8. Este es el origen de todos los males institucionales y politicos de argentina y el primer tema que hay que resolver que, al igual que con el sistema previsional, en vez de discutir como reformarlo hay que discutir como abolirlo. La coparticipacion se termina muy facil y rapidamente pero son muchos los intereses, poderes y carreras politicas cosntriudas al amparo de este siniestro sistema de arbitrariedad institucionalizada.

    Los ciudadanos recuperaremos nuestra libertad cuando hagamos realidad nuevamente aquel principio inspirador de la organización politica britanica, americana y en teoria la nuestra “No taxation without represetation” . Pero ojo no creamos que es el omnimodo poder nacional que avasalla a las pobre e inocentes provincias. En realidad es un sistema de conveniencias mutuas, los gobiernos provinciales temen tener dar la cara y decirles a los votantes que para sostener un 70% de empleo publico, asalmbleas legislativas provinciales, infinidad de legislaturas locales, etc. etc. etc hay que cuadriplicar los impuestos…prefieren mantaner a toda la población viviendo dentro de la matrik, en la que nada tiene costo y todos son derechos adquiridos que “alguien” pagará y resignar independencia y que sea el gobierno nacional el gran paganini (que obviamente pedirá lealtad y felpudismo a cambio).

    Pero ojo las grandes masas que apoyan este sistema de gobierno regido por la supremacia de las necesidades de la partidocracia por sobre las de los ciudadanos son igual de responsables los politicos y los votantes que son los que “exigen “sin costo cada vez mas cosas a los gobiernos y son los gobiernos los que en un gran acto de simulación masiva fingen otorgárselos.

    Como mencioné varias veces la semana pasada, lo que tenemos no es otra cosa que un sistema constriuido a imagen y semejanza de los valores y de la etica de los ciudadanos que son los que apoyan a los politicos que sostienen este sistema.Nadie debería votar a un politico que justifique la existencia de este fenomenal mecanismo de opresión politica y arbitrariedad tributaria, solo deberíamos apoyar a los que proponen eliminarlo y volver a un regimen federal…con ciudadanos ricos y estados pobres..pero antes tenemos que lograr que se entienda el problema y por sobre todo las consecuencias de seguir viviendo con la etica del chapulin (en la que el estado viene siempre a “socorrernos”) y tal como desarrolla Jose en el post y en su gran libro “La Moral del Violador” (escrito hace 8 años, por lo que nadie Quiero insistir en el libro de Jose, no solo para expresar mi reconocimiento hacia él y su lucidez, por que en este libro Jose describio que tipo de sociedad estábamos construyendo , es decir nada de lo que hoy sucede era, ni es, imprevisible lo que agudiza aún mas la falta de responsabilidad e improvisación de nuestra dirigencia y la inmadurez de los ciudadanos. De ahi la importancia de insistir en los valores y sus consecuencias en la construcción de una sociedad.

    Lo que hay que entender no es, como plantean los progres, un tema de honestidad solamente, sino que el gran desafio es construir una sociead cuyo fundamento sea el respeto por el individuo: su vida, su libertad y su PROPIEDAD tambíen (sin esta los otros dos puntos devienen en abstracto) Ser honesto en un sistema construido sobre la base de la violación del individuo es como hablar de castidad en un prostibulo (ojo no tengo nada contra la putas simplemente quiero ejemplificar el punto)

  9. Leandro, lo que los progres planteen no tiene la menor base de sinceridad, realidad, pragmatismo. Es simplemente el discurso que cualquier inculto, naif ò lobotomizado quiere oìr y ellos lo saben, lo usan.
    Mirà a Zaptero como actùa con ETA (antes y ahora). El plan consiguiente es adueñarse del poder y afanar, sosteniendo siempre esos postulados hermosos, dulces y perversos por su falsedad.
    Jamàs aceptaràn los postulados liberales, republicanos en su accionar. Estos son los ùnicos posibles. Estado mìnimo y controlado, 3 poderes independientes, libertad y derechos individuales, respeto irrestricto por la propiedad privada, producciòn y capital. No hay basamentos màs pragmàticos que esos para el bienestar de la poblaciòn.
    En el fondo, progres, populistas, totalitarios, fsscistas, dèspotas son lo mismo con diferente camiseta y discurso. El problem,a es que los ignorantes creen que oyen diferentes discursos.
    El resultado es siempre sociedades empobrecidas y en conflicto y economìas destruidas por el megestado salvador protektor.
    Es en el fondo un problema cultural y eso incluye a muchos tipos como los que nombra Josè en la disertaciòn.
    Yo tambièn me pregunto si son tan ignorantes o algo peor: unos reverendos hijos de puta que conocen el sistema pero estàn corrompidos por el poder y la guita y se garkan en todo con tal de lograr subir en la montaña de mierda.

  10. En todos los países organizados bajo la forma federal, el tema de la distribución de los recursos tributarios no ha sido una cuestión menor.

    Nuesta CN de 1994 establece un regímen de federal de coparticipación de las contrbuciones que ella misma autoriza y que comprenden todas las imposiciones regulares hechas por el gobierno sobre las personas, propiedad, privilegios, ocupaciones y diversiones del pueblo con la finalidad y el propósito de conformar el tesoro público.

    Teóricamente esta distribución se haría en relación directa a las competencias, servicios yh funciones de cada provincia y la ciudad de Bs.As. siguiendo criterios objetivos de reparto, sería equitativa y solidaria.
    Para cumplir con estos objetivos debía sancionar una nueva ley nacional de coparticipacón federal de impuestos en un plazo constitucional que venció en 1995.

    Primera pregunta: ¿por qué las provincias no exigen su cumplimiento? Leandro nos dá la respuesta. Los gobiernos provinciales temen dar la cara y decirle a sus gobernados que tienen que aumentar los impuestos y tasas para seguir con sus políticas de dilapidación pública, porque con el nuevo y definitivo reparto no les alcanza. Es más fácil seguir como estamos y que el gobierno nacional les arrime fondos negros o ATN que nunca reintegran.

    Segunda pregunta: ¿qué sistema emplean otros países para resolver esta cuestión? Para la respuesta tomo tres ejemplos: Australia, Canadá y Alemania. Los tres tienen un sistema de transferencia de nivelación basado únicamente en fondos provenientes del Impuesto a losIngresos Personal.

    En Australia el Commonwealt Grants Commision sólo transfiere el 40% de lo recaudado en tal concepto durante el ejercicio anterior, si bien tiene facultades para asistir con más recursos en casos de necesidad grave.

    Canadá utiliza el sistema para auxiliar a las provincias con capacidades subestandar para financiar los servicios que tienen a su cargo. Ese nivel de estandar de capacidad impositiva, se establece tomando un promedio de cinco provincias representativas: British Columbia, Ontario, Quebec, Saskatchewan y Manitoba.

    Alemania tiene un sistema más interesante aún: por un lado hay una nivelación por transferencias horizontales, en la que los estados ricos contribuyen a mejorar los recursos de los estados pobres. El gobierno federal no participa en esta distribución horizontal más que para controlar su cumplimiento. A su vez hay una transferencia vertical, del gobierno federal a las provincias pobres en caráctger de reintegro de impuestos con carácter devolutivo.

    En todos los países serios del mundo, el sistema busca nivelar las diferencias de capacidades tributarias para el cumplimiento de los servicios básicos que quedan a cargo de las provincias y que son de interés nacional: salud, educación, seguridad. El auxilio federal sólo llega en caso de situaciones imprevistas y graves. De otro modo el gobernador tiene que componérselas por su cuenta. Recordemos que cuando Rockefeller era gobernador del estado de Nueva York, éste entró en cesación de pagos. El Tesoro Federal lo aýudó sólo para cumplir con los servicios mencionados y el estado de NY tuvo que hacer los esfuerzos necesarios para salir del pantano.

    En nuestro país los déficit de financiamiento de las provincias se producen por la dilapidación de los recursos propios y coparticipados por efecto de una reprochable práctica de clientelismo maquillada de populismo, amén de los que van a las faltriqueras de los que mandan.

  11. Sobre lo que señala Miguel, hay que remarcar que las grandes estafadas del sistema de coparticipación son las provincias agroexportadoras, que además de la masa de impuestos que recibe el Estado Nacional, aportan las retenciones agropecuarias.
    No tengo a mano ahora los números, pero es interesante hacer el cociente entre lo aportado y la población, o aportado y %del PBI para darse cuenta de quien subsidia a quien.

    La delegación de facultades recaudatorias al Estado Nacional, que después reparte a gusto y conveniencia del poder político no es nueva, y es la base de la destrucción del esquema federal impuesto desde hace más de 70 años. Si alguna vez pretendemos volver al espíritu de lo establecido por la constitución del 53 debe ser de lo primero a abolir. Pero claro, significa tocar intereses de demasiada gente, en los lugares más impensados, que llevan años y años viviendo de lo ajeno sin preocuparse por crear riqueza.

    Este post no es exactamente sobre la coparticipación pero refleja en cierta medida los desequilibrios en las economías provinciales.

  12. Ciertamente la provincia de Buenos Aires es la más perjudicada con la caparticipación federal, seguramente las provincias grandes también. El resto de las provincias chicas como Santa Cruz, Formosa, La Rioja y otras más no pedirán la reforma del sistema,pues a ellas les favorece como están las cosas actualmente; debe ser la provincia más grande Bs As quien deba tomar la iniciativa. Con toda la población que tiene Buenos Aires y la enorme producción, podrían ponerle un freno al gobierno nacional, sublevarse contra el gobierno, ordenarles a sus habitantes no pagar impuestos al gobierno nacional, pero el gobernador Solá no tiene huevos para enfrentar a Kirhcner, es más, ha permitido que este sujeto se entrometa en sus asuntos domésticos, designando algunos ministros provinciales y decretando aumentos de salarios a maestros que el gobierno nacional no pagará sino el gob. provincial. El gobernador de Bs As le tiene miedo al gobierno nacional, no tiene carácter, es el gobernante de la provincia más grande y también la peor administrada.

  13. Si hay algo que yo haría es derogar el sistema de coparticipación (des)federal de impuestos. ¿Por qué? Porque el mismo genera que las provincias no paguen el costo político de recaudar impuestos para financiar sus enormes e ineficientes estructuras burocráticas.

    Mi propuesta es la siguiente: dejar a manos de la Nación sólamente uno o dos impuestos -por ejemplo, un IVA de tasa única del 10%- y derogar el resto de los impuestos nacionales o transferir algunos a las provincias (ejemplo: Ganancias). Luego, se debe otorgarles la autonomía fiscal a las provincias y, porque no, a los municipios.

    También propongo una ley que establezca que la sumatoria de impuestos municipales, provinciales y nacionales no debe ser confiscatoria.

    Yo creo que derogando este sistema perverso denominado coparticipación podremos empezar a descentralizar el país y, por que no, descongestionar las grandes urbes como Buenos Aires (y sus alrededores).

    Escucho propuestas y contrapropuestas.

    Por último, les dejo una pregunta: ¿Quienes son las encargadas de establecer que los municipios puedan cobrar impuestos? ¿La Nación o las Provincias?

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