El carro delante del caballo

Siguiendo el asunto del post anterior. Enrique Iglesias, ex titular del BID,  afirma que el gran desafío para América Latina es producir una reforma del Estado y la Justicia. Si el estado funciona mejor, seremos todos felices. Era parte de un evento basado en poner el carro delante del caballo: “La corrupción como obstáculo para el desarrollo”.

América Latina está capturada por la política. El estado está omnipresente, pero los “transparentes”, el mejor aliado bobo que han tenido los nuevos tiranos de la zona, creen que todo estaría bien si en el chiquero los chanchos no se ensuciaran. O lo que es lo mismo: si el estatismo estuviera gobernado por gente que no quiere plata (no tienen la mínima prevención contra la gente que quiere poder).

Varios de estos desorientados (porque algunos saben muy bien lo que hacen) creen que América Latina es como Estados Unidos pero lleno de corruptos. Pero el estado es enemigo de la gente, se llena de ladrones (que es un efecto secundario y menor del gran crimen que es controlar la vida de las personas) y la justicia no existe por otros motivos. La idea de igualdad destruyó todo vestigio de justicia y la construcción del llamado “Estado de Bienestar” derivó en el cajismo que acabó la república y federalismo al crear una dinámica de poder por afuera de las instituciones formales y con mucho más peso.

Quienes venden el estatismo eficiente y honesto son los principales colaboradores de la corrupción, la destrucción de la justicia y la pérdida de las libertades en América Latina

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

14 comments

  1. Leo este artículo y me viene a la memoria un una declaración que escuché precisamente de un político, pero un político atípico, al menos para Argentina y latinoamérica pero no tanto para los Estados Unidos: Ronald Reagan. “Dijo tal cual,El Gobierno no es la solución sino el problema”. En Estados Unidos le llaman “Gobierno” a lo que aquí le llamamos “Estado”.
    Toda vez que es Estado pretende solucionar un problema, termina agravándolo. Es un fenómeno tan previsible y regular que puede ser considerado una ley natural.
    Enrique Iglesias y todos los políticos, lo mejor que pueden hacer por el pueblo es marcharse. No son la solución sino el problema.

  2. Precisamente una de las principales vendedoras de ese ” estatismo eficiente y honesto” es la Sra. Carrió. Lo peor es que la enorme mayoría de argentinos sigue creyendo que nuestros males son producto de las personas y no del sistema que nos agobia desde hace décadas. Aquí no se votan ideas (¿qué es eso?), se votan personas. Por eso seguimos tropezando indefinidamente con la misma piedra.

  3. Sí, casi todos creen que el sistema es perfecto, pero que hace agua porque quienes lo administran son incapaces o deshonestos.
    Entonces se dejan engañar por los cantos de sirena de las campañas electorales, y parecen no perder las esperanzas de encontrar el candidato adecuado.
    En un sistema republicano constituido y firme, los márgenes de maniobra de los funcionarios están muy acotados, por los controles inter-poderes.
    Aún así, hay corrupción, es inevitable.
    Lo de la Carrió ya es paradigmático y hasta ridículo.
    Cuando se fundó el BCRA la ley de bancos estipulaba que al estado no se le podía prestar más que el 10% del promedio de las 3 últimas recaudaciones fiscales anuales.
    Después, en el 46, se nacionalizaron los depósitos, se crearon los encajes, y el estado comenzó con la emisión desenfrenada, el endeudamiento brutal, y la inflación como impuesto encubierto.
    No escucho a ningún candidato proponer un remedio a ese desastre, que fue la causa de la desolación y la ruina del país.

  4. Si la democracia republicana pudiera asimilarse a un complejo dispositivo tecnológico, que debiera cumplir una función,(Control y limitacion al poder) diría que tiene defectos de diseño que lo dificultan.

    Esos defectos consisten en la insuficiencia intrínseca de procesos de autocorrección de los desvíos funcionales.

    Ya está visto que la separación de poderes a mas de dos siglos de ser concebida, no resiste los embates de minorías sin escrúpulos instaladas en el gobierno.

    Como bien dice Henri Lepage en su interesante libro “Mañana el capìtalismo” La “tecnología” política es hoy día, arcaica.

  5. En realidad los resguardos políticos republicanos no estaban previstos para soportar la idea de estado de bienestar. Es eso lo que ha quebrantado sin remedio toda posibilidad de equilbrio.

  6. EL SR. ENRIQUE IGLESIAS

    FORMA PARTE DE UN GRUPO

    QUE PRETENDE CREAR EL

    NUEVO ORDEN SECULAR,

    BASADO EN EL RELATIVISMO

    FILOSOFICO Y LAS ACTITUDES

    “POLITICAMENTE CORRECTAS”

    SON UN COLECTIVO DE

    HIPOCRITAS, SEPULCROS BLANQUEADOS.

  7. Los resguardos constitucionales de la República existen, precisamente, porque los seres humanos somos falibles, corruptibles e ignorantes. Aun así, persiste la idea de que el sistema no funciona por la perversidad de algunos políticos pero que, el día que los ciudadanos sepan votar, entonces desaparecerán la miseria, la corrupción y todo el conjunto de problemas. Como insiste Rubén Zorrilla, en política y en economía no hay “soluciones”, sino tratamientos, puesto que no hay nada definitivo en cuestiones humanas.

  8. Creo que los recaudos constitucionales existen y son suficientes. Las garantías constitucionales han ido desarrollándose durante el siglo XVIII y XIX, es posible verlos en casi todos los textos constitucionales decimonónicos como la Constitución de los Estados Unidos, la Constitución de Cádiz y la Constitución de 1853 de Argentina. Constituciones con menos derechos individuales enumerados, pero mucho más coherentes y realistas. El problema es el concepto de Estado de Bienestar que se desarrolló mucho después al estallar la 1ª guerra mundial y sobre todo después de la gran depresión de 1930. Esta última a mi opinión ha sido la raíz de todos los desastres que han sucedido despúes, y ha sido en mi opinión el origén del abandono del desarrollo constitucional en muchas naciones occidentales.
    Veo que el avance del concepto de Bienestar Social, ha sido a expensas de un desarrollo constitucional. El despilfarro público creciente con la justificación de un mayor bienestar y justicia, ha sido en menoscabo de las garantías que las constituciones habían establecido originalmente.

  9. Creo que con el avance de la tecnología estamos en condiciones de especificar mas el alcance y las limitaciones del mandato que contiene el voto.

    Hoy en día el voto es como un cheque en blanco hábilmente aprovechado por los enemigos de la sociedad abierta.

    Intresantes son las propuestas que al respecto escribieron Buchanan y Tullock en su libro “El Cálculo del consenso”. Ed. Espasa Calpe.

  10. Estimo que lo que hoy se llama “Crisis de representación” es en realidad el desvío consciente de políticos inescrupulosos del mandato – bastante impreciso por cierto- que han recibido a traves del voto.

    El voto debe ser un mandato mucho mejor especificado.

    Creo que es sobre este punto que hay que diseñar los nuevos resguardos institucionales, que como dice José no estaban previstos en la concepción republicana original.

    En cuanto a los mecanismos de autocorrección, el juicio político y la revocación del mandato son hoy una ficción en la Argentina.

  11. El mejor testimonio del divorcio que hay entre el contenido del mandato del voto

    y lo que los políticos hacen de él

    es la actitud de los votantes cuando sobreviene el fracaso de los gobiernos,

    de negar haberlos votado.

    “Nadie los votó”

  12. Mientras elijamos representantes por sistemas de listas habrá crisis de representación. Sólo el sistema uninominal en mi opión es el único que puede ser considerado sistema electoral. El sistema uninominal permite al votante identificarse con su representante, y este sabé quien es su representado y intereses le motivan.
    El problema de representación en Argentina es que tenemos senadores que representan a los autonomías de provinciales, pero a las provincias no les importa su autonomía. Tenemos senadores por la minoría y el senado es y debe ser una cámara de representación territorial y no de representación de población.
    Segundo, la Cámara de Diputados que debe ser la asamblea de representación demográfica, tiene asignados sus escaños por manejos políticos y no en relación exacta a la población. Hay un mínimo de tres diputados por provincia, ninguna puede tener menos de cinco, tampoco debe tener menos que los diputados que eligío en 1973. La distribución de escaños que debe hacerse cada diez años después de cada censo, no se hizo nunca, porque afecta intereses políticos de los caudillos. En esta desproporción un diputado por Tierra del Fuego representa en promedio 20.000 habitanes, por La Rioja 40.000 y Buenos Aires 207.000.

    Tercero: el elector no tiene noción de cual es el límite que debe tener el representante, ni al representante le interesa tenerlo.

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