Como en el Hospital Francés, el oficialismo no recurre a las fuerzas regulares que puedan generarle responsabilidad sino a sus propias fuerzas de choque. Esta vez en Entre Ríos donde el gobernador ex promotor de pasteras, Jorge Busti mandó a sus “militantes” a detener un corte de ruta en Concordia.
Fuerza contra fuerza, a eso debe referirse el embajador francés al hablar de la política de derechos humanos y el ex embajador norteamericano al referirse a nuestra buena democracia. El estado no responde a sus obligaciones públicas, sino a las necesidades políticas particulares de los gobernantes.
Soplen, soplen muchachos, que el globo da para más todavía.