El enfrentamiento retórico de los ministros Aníbal Fernández y Felisa Miceli con los dirigentes del campo que se decidieron a protestar, supone que estos últimos no son como los camioneros o los piqueteros de Gualeguaychú. Nuestro sistema político está así, el valor es ser marginal y estar dispuesto a cualquier cosa sin nada que perder. Ejercer una actividad útil y lícita no tiene ningún peso en este sistema. Los inofensivos no cuentan más que para que los bravucones oficiales se hagan los valientes.
Ni Miceli ni Aníbal Fernández utilizarían los términos que utilizan para enfrentar al campo con piqueteros o sindicalistas. Y no es porque los consideran a estos últimos mejores, sino justamente porque los consideran peores, es decir del propio palo.
La Argentina está en un enfrentamiento entre parásitos y productores desde el año 2001 de manera abierta. Al marginal galletitas como a los monos en el zoológico. Al empresario con un mensaje claro: se puede ser rico robando con el gobierno, pero antes un poco de dunga dunga. El gobierno trabaja para y por los parásitos e insulta y persigue a los productores. Claro que los bandos no siempre están tan claros porque los productores se sientan a negociar lo innegociable muchas veces y terminan aceptando el principio parasitario tratando de que sea más equitativo o tentándose con su propia tajada. Los parásitos cuentan con eso.
El punto es hasta dónde se llega. Y para eso hay que tener en cuenta cómo y en qué términos se está dando esta disputa. En la Argentina está roto el “contrato social”. El cumplimiento de las normas supone que estas son protectoras, que tienen ese basamento moral, no que simplemente rigen porque las quiere un mandamás para esquilmar a la gente en favor de sus mantenidos.
Este esquema que parece bastante cerrado tiene algunos puntos débiles. Se puede comprar a muchos, pero no a todos, porque siempre hay gente en el límite de la rentabilidad que está siendo eliminada por la arbitrariedad. Y ningún país puede vivir sin productores. Ni los parásitos pueden vivir sin productores. Se llega hasta donde la indignación lo permite. Y la indignación depende del valor que la gente honesta se asigne a si misma.
En vez de encogerse de hombros, aquí en Argentina Atlas agacha el lomo.
Cada vez habrá más parásitos, pero los verdaderos parásitos peligrosos son siempre los mismos. La casta política saqueadora. Comparemos lo que puede absorber a lo largo de su vida un ciudadano común con lo que absorbe un Cafiero, un Ubaldini, un De Vido, un Quindimil, una Carlotto, un Shuberoff, ¿será el sentimiento artificialmente inculcado de culpa el que impide a Atlas rebelarse?
Es la “colaboración de las víctimas”
¿Qué buena frase la de que “la indignación depende del valor que la gente honesta se asigne a sí misma”. Por ende, yo estoy rodeado de deshonestos, pues el único que vive indignado con esta banda de facinerosos soy yo. La mayoría son indiferentes, y unos pocos, tibios.
Raul no se de mas manija porque sino va a terminar como yo, que ya no se la cantidad de miligramos de Carvedilol y no se que Pril me tomo al dia y parece que tomara agua. Somos candidados al infarto
Si me pongo a pensar que mientras yo me paso 9 a 10 hs. en la oficina todos los días, sometida a miles de vaivenes y presiones para que con mi producido se mantenga a toda una caterva de parásitos, seguro termino enferma o gatillando un misil contra la Rosada.
Gracias a José con su espacio hago terapia de vez en cuando con alguna opinión y me doy cuenta que no soy la única, QUE SOMOS UNOS CUANTOS…!!!!
Estos 9 días estamos ejerciendo, aunque sea tibiamente, esa santa indignación
Jose Amen….la mecanica es muy simple la mayroia puede destruir si asi lo dispone,a la minoria, pero estas agrupaciones son siempre circunstaciales y cambiantes y por lo tanto las minorias despojadas van cambiando hasta que sellega a un punto en el que la suma de todas la minorias heridas es mayor que la mayoria del momento y ahi se termina el ciclo … el problema es si el ciclo siguiente se inicia sin entender la caida del anterior y se persisten en los mimso vicios de base, el intervencionismo fascistacolectivista y “papelista” (por la emision espurea de papeles pretendiendo ser de moneda)
Raul yo tambien estoy rodeado igualq ue vos pero gracias a dios hay sites como este en donde uno puede rodearse de amigos que comparten la misma indignacion…y es por ello que estan desesperados y no saben como contrlar estas manifestaciones “descontroladas”
los parasitos siempre van a estar , el problema de la ARGENTINA siempre fue moral, porque este fenomeno asolo a EUROPA y por lo tanto la inmigracion lo trajo , las personas que escapaban para tener una vida mejor , no encontraron la tierra de las oportunidades , si una colonia donde se mezclaba todo, el empresario local es un parasito que se instalo en el instestino del estado, y de ahi acompaña al otro parasito el sindicato, viven juntos , algunas veces se pelean por las ganancias pero siempre estan, la sociedad que es borrega e ignorante tiene la cultura del derroche y el entretenimiento, lo que hay hoy es lo mismo que el ayer , nada mas que potenciado, hoy las salidas son pocas , las ideologias giran alrededor del bocado de pan , y el corrupto no deja de ser corrupto porque cambie de bando, el politico argentino es un vendedor de milagros, un ilusionista que solo busca la limosna de la gruta del santo que el creo ,
tratar de justificar el mal haciendo un exorcismo es como tomar agua con sal en medio del desierto, el populismo es la salida de emergencia que utilizaron los politicos parasitos por la gran decadencia social y moral que habia , lo que no pudieron dejar de hacer es robar porque eso lo llevan en el alma, es una condicion que marca al argentino, porque esta siempre con necesidades basicas , asi estamos por la insolencia de caudillos y fabuladores tipo mesianicos , el peronista un engendro que solo genera partidos sobre partidos para poder seguir existiendo, asi estamos y asi vamos, no queremos ver la realidad porque ella nos confronta con nuestra identidad y como no la tenemos asi nos va, solo vivimos para disfrutar de las ganagas..futbol..asado…timba..y ser un parasito social mas, a nadie le gusta escuchar esto porque lo confronta con su pobre imagen , asi estamos gobernados pos seres con estas caracteristicas..en el fondo todos somos unos parasitos..comodos y felices.