Una victoria un poco rara

“Esta es una batalla ganada. Que sepan los uruguayos que la ruta es nuestra y la vamos a utilizar como queramos”.

Jorge Fritzler, piquetero de Gualeguaychú
mientras se levantaba el corte de ruta

No solo los uruguayos deberían ser notificados de semejante cosa, sino sobre todo los argentinos. Porque la ruta es nacional, fue hecha con impuestos pagados por todos. Gualeguaychú, con sus piqueteros de clase media “educada” es la muestra perfecta de que no es la ignorancia sino la formación deformante lo que convirtió al país en este carnaval.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

11 comments

  1. Uno de tus aciertos es señalar, con una reiteración que nunca será excesiva, que el problema principal no está en la carencia de educación formal, en la que tanto insiste muchas veces el sector “progre”, sino el cuerpo de imbecilidades socialistas que la clase media supuestamente ilustrada viene mamando en los principales espacios culturales y audiovisuales, desde el colegio, pasando por las universidades públicas y también privadas, “ferias del libro”, programas de televisión y un largo etcétera.
    Ese problema no es sólo de Argentina, sino de casi todo Occidente (porque absorben poco de eso, vienen creciendo los países del Sudeste Asiático), pero en nuestro país los males están agravados, pues prácticamente no hay lugares para el pensamiento disidente.

  2. Que le avisen al salamin Fritzler que la batalla no solo no esta ganada, sino que la perdimos y por goleada.14 a 1 en La Haya.

  3. Josè la “formaciòn deformante” fascista, populista, autoritaria, estatista, antinorteamericana, pro-fidel, pro-chè, anti–liberal, anti-derechista, anti, anti, etc.etc. es una enfermedad imposible de erradicar. Màxime cuando se continùan dando clases magistrales diarias…hasta el fondo no paramos. A joderse.

  4. Coincido con Julio y Juan, pero ¿cómo salimos de esto? Por la fuerza es imposible, iría contra nuestros principios y sólo crearía más resistencias. Por educación “no deformante”, genial, pero llevaría no menos de dos generaciones, y como están las cosas no hay ni miras de que cambie la tendencia. Pregúntenle a alguien de alrededor de 35 si conoce a Alberdi, nada más que a Alberdi. Ni sabe casi quién fue. Soy profundamente pesimista, no veo salida. Y cuando llegue el derrumbe, ya encontrarán un chivo expiatorio. ¿O alguien se acuerda de que existió la “alianza?. Es un vacío profundo en nuestra historia reciente.

  5. No hay salida por este camino. Hace muchos años se inventó la “economía social de mercado” para no enfrentar el quebrantamiento de principios que implicaba dejar de considerar sagrado el trabajo y el derecho de propiedad. Un híbrido que se fue haciendo cada vez más turbio. Este horror es el final de esa transacción. En el actual estado de cosas no hay “vuelta atrás”, hay salida para adelante. Algunas cosas deben madurar todavía. Hay que matar al perro, no tratar de convencer o educar a la rabia. El perro es el presupuesto público, el estado nacional. Confederación.

  6. Quien inventó la expresión “economía social de mercado” en Alemania fue Ludwig Erhard y en Argentina la adoptó Alvaro Alsogaray. Si bien la palabra era un atajo para no utilizar la palabra liberal en un contexto -la década del 70- ideológicamente muy parecido al actual, el camino para el triunfo de las propias concepciones, sin quebrantar los principios, es hacerse cargo de la realidad, y tratar de cambiarla a través de la persuasión, la enseñanza y la presencia en los medios de comunicación, en las universidades, y en los ámbitos culturales.
    Se trata de hacer gramscismo a la inversa. Así como Gramsci pensaba que el triunfo del marxismo sería completo cuando los hijos de Agnelli fueran marxistas, el liberalismo triunfará cuando forme parte del acervo mental de las clases medias cultas. Mientras en nuestro país sea señal de “cultura” leer -o al menos citar- los textos de Cortázar, de Sábato o Saramago, aunque no se sepa un comino de economía, historia económica e historia de Occidente, y aunque no se conozca el espíritu de nuestra Constitución; mientras la edición dominical, sección “Cultura” del diario “paquete” de Buenos Aires rinda periódico y obligado homenaje a la izquierda culturosa, proseguirá el lavado colectivo de cerebros, consentido con ceguera por el empresariado local.
    Modificar la cultura de la sociedad -educarla- es una tarea de largo alcance, y quizás en el corto plazo no se obtenga al éxito, pero es la única posible en “in the long time” (aunque estemos físicamente muertos).

  7. Ultimamente creo que si el liberalismo depende de que sea entendido, estamos fritos. Tampoco creo que el socialismo sea entendido. Simplemente es consustancial a la inercia de la existencia de un aparato perverso llamado estado y a un concepto tremendo denominado “poder público”.

    Hay que hacer un esfuerzo grande pero no de difusión, sino de acción para destruir las fuentes de alimentación del estatismo. Hay dos hilos que lo sostienen: la idea de solve et repete (los impuestos deben ser pagados, aunque sean injustos, casi como un dogma religioso) y la intromisión del estado en la educación. Eso sostiene todo el desastre. Sin imposición, no hay socialismo. Sin educación política no hay imposición. Los incentivos son socialistas y hay que cambiarlos, aunque no creo que nunca se llegue a entender por qué. El gramscianismo no funcionaría sin estar acompañado del presupuesto estatal.

  8. Yo no comparto la idea de culturalizar a la sociedad respecto a ideas polìticas. Eso es irreal.
    Como escribiò Carlos Montaner en “Los enemigos de la libertad”, basta que el poder de turno apunte a MEDIDAS ECONOMICAS BASICAS como economìa abierta, baja de impuestos, libre mercado, reducciòn del estado, etc. para que cuando la gente perciba que su bolsillo se abulta, su trabajo diario rinde, todo està fantàstico. Y pasarìa a importarle una mierda la derecha ò la izquierda.
    Irlanda y Chile aplicaron medidas bàsicas y los resultados que se consiguieron (con unos años de esfuerzo) son concretos. La ùnica o al menos la primera `”creencia polìtica” de cualquier sociedad es una economìa en funcionamiento. Lo demàs viene en consecuencia. Acà se trata de bandas de ladrones e ignorantes en un grado extremo, en el poder. No hubo polìticas concretas, salvo perìodos embrionarios de liberalismo, sòlo saqueo.
    Ante dècadas de frustracion de generaciones surge el resentimiento y desde allì el odio y la bùsqueda de culpables externos y supuestos sistemas polìticos perversos.
    Repito, no màs de 10 medidas concretas en lo econòmico y las ideas polìticas pasarìan al cementerio. Mientras tanto la gilada descerebrada se come la propaganda, apunta y tira.

  9. Reitero lo que postee mas abajo. La educaci`n es un arma, depende quien la tenga y para donde apunte …coincido con todo lo dicho aca, creo que el liberalismo debe concntrarse en dos o tres ideas basicas (como las que plantea Jose) la desacralizacion de la AFIP (o que via impuestos se contribuye al bienestar genreal, ya Yunus probò que eso es una vulgar mentira) y que es el gobierno el que debe decidir que carajo deben aprender los chicos….si solo se puediera presentar a una discucsiòn seria una agenda alternativa a la actual que gire sobre estos dos o tres temas por lo menos habremos puesto el debate donde debe estar y que es en los derchos inalienables de los individuos…. todavia estamos muy lejos de esto y al reciente debate de la ley antipucho me remito, un conjunto de iluminados creen que desde una banca puede irrupir en la vida privada y en la propieddad privada de los ciduadanos y exigirles que dentro de sus propiedades prohiban fumar a sus clientes…lo peor es que nadie (salvo aca en este blog) planteo el debate como una intromisiòn en los derechos de los propietarios de los locales, sino que lo plantearon como una lucha entre fumadores y no fumadores …esa forma de deformar la real naturaleza del debate es lo que permite que esta cafila de descerabrados hayan conseguido lobotomizar a una gran mayoria de la sociedad

  10. José: estoy de acuerdo en muchas cosas, pero en el fondo, descartada la violencia, para que se hagan posibles las ideas que expones y con las que en gran medida coincido, es necesario un cambio cultural: por ejemplo, para que se erradique el “solve et repete”, la mayoría de los jueces, y fundamentalmente la Corte, deberían rechazar ejecuciones de impuestos o accesorios inconstitucionales; pero mientras los designe el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, y los poderes políticos consideren que la forma de ser electo y reelecto es saquear a los contribuyentes y luego gastar ese dinero para financiar su perpetuación, estamos fritos.
    Para que el Estado no se entrometa en la educación, debería reformarse la Constitución, y eso también requeriría de la sociedad ideas opuestas al espurio consenso actual.
    Es cierto que sin imposición no hay socialismo, pero para que no haya imposición, los poderes políticos y los electores deben estar de acuerdo en eso. El problema, aunque sea políticamente incorrecto decirlo, es que tienen más peso numérico los votos de empleados públicos y beneficiarios de “planes trabajar”, que los de los contribuyentes.
    Por eso, y aunque hoy parezca utópico, hay que tener presencia. Hoy la calle, la universidad, la escuela, la televisión, los diarios, las librerías y el debate político están casi monopolizados por la izquierda.

  11. Estoy de acuerdo en todo eso. Lo que creo es que hay que concentrar el fuego en lugar de tratar de convencer de los fundamentos.

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