Todo aporte jubilatorio es injusto

Los ideales liberales fueron abandonados por el llamado mundo occidental hace muchas décadas y en estos últimos años con mayor velocidad, como lo señala un artículo de ayer en el Financial Times. Se anima a presagiar que tales ideales no volverán y en eso me recuerda a los que creían en el fin de la historia o que la caída del comunismo de la Unión Soviética significaba el inicio de una era brillante libre de colectivismo con democracia y libertad en todo el mundo.

No hay nada dicho sobre lo que ocurrirá, porque al mismo tiempo que todo el espectro político occidental, incluido el argentino, da por buenos los dogmas distribucioncitas del Estado de Bienestar en mayor o menor medida y nadie con aspiraciones electorales se anima a plantear, a veces ni siquiera a pensar, en terminar definitivamente con todo vestigio con la costosa y falsa ilusión de reparto y bondad del poder; la pobreza se enquista en lugar de terminar cuanto más socialismo y regulaciones re-distribucionistas existen. En la Argentina nadie representa las ideas liberales en el terreno político, a lo sumo hay oposición a la profundización de las políticas colectivistas y tampoco una oposición muy entusiasta, pero nadie cree ni dice que el Estado para superar la pobreza es absolutamente inútil.

A eso me referí en la respuesta a un comentario de un post sobre los jubilados. Hay mucha gente que se enoja porque el sistema jubilatorio no da los frutos que prometía. Y hasta consideran injusto el fatal resultado de un gran error. Ninguna otra cosa que estafa y asalto es posible con el sistema jubilatorio y todo lo que se haga para “cumplir” promesas será a costa de alguien que no merece pagar los platos rotos.

Como dice un amigo mío estamos en una etapa en la que somos el último eslabón de ese negocio que se puso de moda en la década del 70/80 llamado precisamente “la cadena”. Cuando alguien entraba en el juego recibía una lista de gente. Había que mandar un cheque al primero de la lista, anotarse al final y hacer siete listas iguales pasándoselas a otras tantas personas. Se suponía que en algún momento llegaríamos al principio de la lista y recibiríamos una fortuna en cheques. Lo que sucedía es que las listas iban perdiendo fuerza y se iban abandonando en el camino, con lo cual los primeros se beneficiaban y los últimos perdían. Ahora que no se quiere asumir que la ilusión de que el Estado solucionaría la manutención de la vejez de las personas es la mentira más grande de la historia a la actual generación se le propone ser el último eslabón de una cadena, pero por azar, sino como un destino decretado. El ingreso en la cadena era voluntario. En 1944 el 7% de la población activa recibía jubilaciones. Brillante negocio para esa gente.

Las quejas hoy se centran en las jubilaciones más altas que demagógicamente fueron postergadas a partir de la crisis del 2001. Siempre la queja tiene que ver con la cantidad de aportes hechos por unos y por otros. Esto tendría fundamento si el sistema no fuera de reparto sino de capitalización. Con razón se podrían quejar los que aportaron más y hacer cuentas sobre la justicia o injusticia de las jubilaciones en relación a lo invertido. Pero resulta que de entrada no se engañó a nadie. Lo que se aportaba estaba destinado a pagar a los jubilados del momento, no a engrosar un ahorro para el futuro. La promesa incluía que futuras generaciones, inocentes y víctimas reales del sistema, pondrían los recursos para pagarles a los aportantes de entonces cuando les llegara el turno. Y las jubilaciones ni siquiera estarían relacionadas con los aportes sino con un porcentaje de lo que cobraran los activos.

El sistema de reparto es un sistema parasitario y si es “injusto” que los jubilados no reciban sumas acordes a las expectativas falsas que se les sembraron, mucho más injusto sería que para acercarse a ellas ahora el estado aumentara la presión sobre las nuevas generaciones que no solo no tienen ninguna responsabilidad con lo que se les robó sus mayores, sino que ya saben que están pagando para un sistema que es un fiasco.

Guste o no guste la encrucijada que hay que enfrentar es quién pagará los platos rotos de la gran estafa del sistema jubilatorio y las alternativas son los actuales activos o los contribuyentes por un lado, o los actuales pasivos por otro.

Ya que estamos en un espacio libre y en el que no necesitamos demagogia ni afirmaciones políticamente correctas, es un buen lugar para iniciar este debate. Nadie quiere ver a nadie sufrir, ni siquiera a los que votaron tan mal durante tantas generaciones. Pero el traslado del sufrimiento a otros que no la comieron ni bebieron tampoco me parece aceptable.

Agrego también como elemento de debate que tampoco creo que se deba propiciar un sistema de capitalización. Nada de esto es un asunto del estado, la gente sabe como prever su futuro mucho mejor que el estado que siempre asalta cuanto fondo ve disponible. De hecho ya hemos probado eso y nuestro estado peronista no tuvo ningún problema en pasar por encima de los derechos de todo el mundo.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

10 comments

  1. Convengamos que si los fondos hubieran tenido una administración mínimamente decente el sistema estaría mucho más solvente.
    En la práctica todos hemos soportado el aporte compulsivo, y hemos sido testigos, en general mudos, del vaciamiento.
    La jubilación ha sido, en realidad, un formidable negocio para el estado.
    El colapso del sistema, hoy, se debe más a la mala administración que a otra cosa.
    Un borrón y cuenta nueva igual significaría que el estado debería seguir gastando, y más aún.
    La única posibilidad que yo veo a futuro sería sostener un crecimiento económico genuino y un respeto irrestricto a la integridad de los fondos de pensión.
    O sea, un imposible.
    Desde una postura liberal dogmática, la lógica sería la no intervención, de acuerdo.
    Pero sería como ponerse a discutir ahora si la bomba atómica debería o no existir.

  2. Jose nunca mas de acuerdo con tu posición.
    Lo primero que hay que parar es la expansiòn del daño y despues ver como se soluciona el problema de las victimas actuales.
    Para lo primero lo unico que hay que hacer es abolir completamente el sistema de previsiòn social…a ninguno de nuestros bis/abuelos que en su mayoria eran inmigrantes con bajo nivel cultural tenian que explicarle que debia ahorrar para cuando no trabajara, es obvio. Además esos tanos y/o gaitas sabian que contaban con algo que gracias a este subsidio a la irresponsabilidad, que es este saqueo compulsivo denominado aporte jubilatorio, esta desapareciendo..me refiero a la familia, nada mas destructivo para los lazos de solidaridad familiar que la creencia (falsa) que alguien proveera los bienes y servicios que nuestros padres/abuelos necesitan ..el Dios estado proveera…entonces para que preocuparse, delgemos toda resposnabilidad sobre el guro nuesrto, de nuestros padres y abuelos en esa entelequia antromorfisada y elimenos todo vestigio de responsabilidad individual en lo que a ganarse el sustento se refiere y confiemos en las Alicias K, en los Moreau, en los Peron etc.
    COn respecto a los actuales jubilados existen varias fuentes una la proveniente de la eliminaciòn del despilfarro y la enajenaciòn de activos inutiles para la acciòn del estado (que solo debe garantizar el respeto de los derechos de los ciudadanos y no regirles la vida)y otra bueno aún bajando ganancias, iva u alguno de los 55 (y que suman el 65% de nuesrto ingreso) impuestos que pesan sobre nuestro bolsillo se puede recaudar lo sufieciente como para mantener a los actuales…en fin el tema da para largo pero la peor soluciòn es la CRONOTERAPIA, es decir dejar que el tiempo “solucione” este problema, por que lo unico que realmente sucederà, si no se hace nada, es empeorar.

  3. Carlos estas equivocado… adminsitrar bien un sistema de saqueo sistematico solo nos asegurarà tener un eficiente sistema de saqueo (la tesis Macrista de hacer las cosas en forma eficiente).
    Si no hubiesen vaciado las caas en las reiteadas veces que lo hicieron solo hubiesemos conseguido durar un poco mas por que como muy bien describe Jose es como el juego de la cadena (o del aviòn) los calculos actuariales dan si hay 4 activos por cada pasivo y aca hay menos de un activo por cada pasivo…ergo jubilaciones de 300 mangos. Inavetidamente le podràs hechar la culpa al trabajo en negro pero eso solo agravaria el problema del empleo y bajaria aún mas los salarios por el costo de mantener empleados en blanco en arg…. ademas en el mejor de los casos tendiras casi 2 activos por cada pasivo y disminuyendo…La expectativa de vida sube (bahh en Arg tengo mis dudas) y por lo tanto cada vez habra que mantener la gente por mas tiempo…asi que lo mejor es que cada uno ahorre y se haga responsable de su vida y que las carencias de uno no signifiquen una hipoteca sobre el patrimonio de los demas que como dice Jose ni siquiera estuvieron en la fiesta … es decir sos mayor de edad para votar, para ir al guerra para ir a la carcel para casarte, tener hijos, viajar etc… pero no para para decidir que hacer con tu dinero… en ves de confiar en un burocrata, generalemnte arrogante ignorante y estupido, que cree que el solo hecho de okupar un sillon (a cuenta de los ciudadanos) lo imbuye con un conocimiento sobrenatural sobre las necesidades y prioridades de toda la poblaciòn

  4. ¿por que no dejar que cada uno sea artifice de su destino?
    Este estado de malestar tuvo su origen en Prusia con Bismark y sus politicas “sociales” hacia fines del siglo XIX y en nombre de los prometidos beneficios derivados del razonamiento de las mentes “omniscientes” a cargo del estado se han cometido las mayores violaciones a la libertad y la propiedad de los individuos…las demokracias (mejor denominadas kakistocracias) actuales tiene un poder que que hacen parecer a los epitomes de las monarquias aboslutas Luis XIV y Federico II (el grande) como meros aprendices.
    Casi el inicio de la 1º Guerra un estado rara vez insumia algo mas que el 4% del PBI, hoy llega al 50% y van en aumento, dificilemnte un estado empleaba mas del 4% ela fuerza laboral hoy llegan al 30%y todo para que???, para alimentar las exrvagancias de las partidocracias usurpadoras de la voluntad popular, crear ignoracia, miseria y marginalidad (para crear dependencia de la mano buena de estado) etc. etc… pero todo esto (incluso mas de 100 millones de murtos) se hizo en beneficio de los pobres y desamparados… en fin basta de chachara

  5. Estimado Jose, este mail circulo por los pasillos las oficinas de senado.Espero que te sirva…

    Señor Mainhard, usted no tiene autoridad etica pàra mandar estos mails, le informo que tengo 4 hijos y me desempeño laboralmente en America.Cual es su objeto? tener la primicia, destruir fuentes de trabajo.

    Desde ya repudio su actitud y la forma de hacer periodismo

    Sergio Espinters

    EL GOBIERNO NACIONAL LOGRO ALINEAR A AMERICA 2

    Finalmente el gobierno del presidente Néstor Kirchner logró alinear al canal de televisión liderado por los empresarios Manzano, Vila y De Narváez.

    En el día de hoy, el mendocino Daniel Vila se comunicó con sus socios para informarles que tras meses de batalla, había decidido alinear el rumbo del canal a la gestión K.

    Esta mañana ,Vila se había reunido en Casa de Gobierno con uno de los hombres más cercanos al Presidente, quien le comunicó al empresario que esta era la última oportunidad para establecer una relación adulta entre América y el Gobierno Nacional.

    Lo único que se le pidió a Daniel Vila es el seguimiento de los noticieros y el levantamiento del programa que conducen Alfredo Leuco y Marcelo Longobardi.

    Al regresar a los estudios de la calle Fitz Roy, Daniel Vila se reunió con Manzano y De Narváez, y les dijo textualmente que el pedido del Gobierno Nacional, es para cumplir si o si y que el costo es el levantamiento de Fuego Cruzado.

    Manzano aceptó y celebró la decisión mientras que De Narváez no la compartió, pero no tuvo peso para imponerse.

    Paso seguido, se instruyó a Román Lejtman para que vigilara de cerca los noticieros y para que dispusiera el final del programa de Longobardi y Leuco. Un sólo pedido se le efectuó a Román Lejtman, que fue que evitara el escándalo como el que ocurrió con el levantamiento de TVR.

    A partir del próximo Domingo, Leuco y Longobardi podrán descansar junto a sus familias mientras que Vila y Manzano festejarán el nuevo pacto firmado con la gestión K.

    Por Edgar Mainhard

  6. Estimado Sr. Benegas:

    Confieso que cuando con un gran amigo de mis padres, liberal acérrimo de toda la vida, discutía el tema de la jubilación, no podía comprender que lo considerara injusto e inmoral. Hoy que no solo veo como se saquean impunemente las “cajas” sino que veo como saquean el sueldo que bien me rompo el alma para ganar, lo entiendo perfectamente. Coincido con la perversidad del sistema, y creo que debiera tender a desaparecer: si no lo dispone un consenso social más o menos oportuno, lo forzará la realidad con consecuencias inimaginables. Ni siquiera en los países desarrollados y buenos administradores tiene sentido, y si no véase el actual debate en EEUU sobre el sistema jubilatorio. En ese debate se propone pasar al sistema de capitalización, aunque creo que dicha propuesta es un modo cómodo de “resolver” el problema de los aportes actuales. Adicionalmente, es crear jugadores importantes en los mercados de capitales y financieros (los fondos de pensión), que son tomadores de recursos cautivos (los aportes) y a los que se puede controlar muy fácilmente por la vía regulatoria, dos cuestiones que los distinguen de los fondos de inversión privados. CATO tiene un leaflet muy recomendable, que equipara la jubilación a los esquemas tipo “Ponzi” (el famoso avión en el que se ponía plata que se recuperaba cuando conseguías que entrara más gente al esquema), que no son más que estafas: en algún momento algunos quedará sin cobrar (los que lleguen más tarde). Exactamente lo mismo pasa con la jubilación: es un esquma Ponzi obligatorio: vamos poniendo plata que se llevan los que la pusieron antes, para llevarnos nosotros la que pondrán los que vengan después, hasta que todo colapse, por efecto no solo de la variación en la pirámide poblacional sino de muchas otras circuntancias ya señaladas en otros comentarios a esta entrada.

    Una ultima cuestión que no tengo totalmente resuelta es cómo atendemos a los que por “x” motivos no pueden disponer de ahorro (lamentablemente la pobreza coexistirá siempre con la riqueza, cualquiera sean los parámetros con los que midamos los niveles de ambas). Lo natural es que, en todo caso, los hijos cuiden a sus padres, del mismo modo que nuestros padres nos cuidaron a nosotros, pero de cualquier forma pueden existir casos extremos donde habrá que sincerarse y otorgar subsidios a la vejez, o alguna solución de tipo “retributivo” (cambio la jubilación a cambio de alguna función caritativa, como leer a ciegos o algo así), como para justificar de algún modo y que no sea simplemente un regalo. Claro que esos casos deberían ser muy pocos, dado que en una sociedad civilizada hasta la pobreza podría ser dejada atrás con esfuerzo personal, lo que permitiría que los hijos que una vez fueron pobres puedan dar una mejor vida a sus padres. De cualquier modo, es una punta que aún no tengo resuelta y respecto de la cual me interesaría conocer su posición, así como la de los demás comentaristas.

    Saludos muy cordiales

    Nicolobo

  7. Gracias a todos por sus contribuciones, este tema es importantísimo para el futuro de todos. Contestando el interrogante de Nico, me parece bin circunscribir el asunto a unos pocos casos de los que queden absolutamente desguarnecido, pero esto tiene que ser reconociendo el hecho de que las actuales generaciones no tienen ninguna obligación ni jurídida ni moral de hacer aportes y pagar a los jubilados. Si el principio no se rompe, asumir el costo de seguir pagando a algunos pocos muy restringidos podría tolerarse. Lo vital acá es terminar con la mentira y el asalto generalizado y que cada uno asuma su responsabilidad y SUS pérdidas.

  8. Nico – Jose

    Los temas y casos particulares habra que tratarlos como tales, en principio no hay que crear ningún esquema..cualquier persona puede acceder a un seguro de retiro, o depositar en una cuenta bancaria o enterrar el dinero en el jardin, es decisión de cada uno lo que hace con SU dinero y no necesitamos a ningún “iluminado” (vaya a saber por quien ¿por lucifer será?) que nos “diseñe” sistemas que solo sirven para financiar a la partidocracia o para benefiar a los “financistas” que cobran comisiones por cada trasnacción que hacen (sin nuestro consentimiento por supuesto)…es decir todos estos esquemas de pensión son una gran estafa que pagamos nosotros…lo unico que vambian son los beneficiarios estado, admisnitradores de fondos o ambos a la vez (recuerden que la mayoria de estos fondos compran la basura que emiten los estados para financiar sus extravagancias ).
    Reitero HAY QUE ABOLIR TODOS LOS REGIMENES DE JUBILACION COMPULSIVOS, el que le quiere pagar comisión a Met para que le resuelva la vejez que lo haga y el que no quiere hacerlo que no lo haga…
    Ojo con el argumento de los pobres por que primero despues de mas de un siglo con estos esquemas estos lo unico que han hecho es dejar cada vez mas solos (sin familia) y mas pobres a los supuestos beneficiarios del sistema…
    Es decir si el estado y los regimenes de jubilación fueron y son el problema no entiendo como pueden llegar a ser la solución

  9. José: en la mayoría de los temas coincido con vos. En esto no. Si no nos acostumbramos a la idea de que un sistema jurídico liberal incluye el respeto por los derechos adquiridos, no nos extrañe que se haya avasallado el derecho de propiedad, que se haya hecho pedazos la ley 25.466 de intangibilidad de los depósitos, que el gobierno se haya apropiado de los activos externos (afectados como estaban, por la ley de convertibilidad, a la base monetaria cuyo respaldo económico y jurídico debían constituir). En todos los casos, el pretexto para vulnerar derechos adquiridos, fueron razones de supuesto interés público.
    Nuestra Constitución histórica era tan respetuosa de los derechos adquiridos, aun por un régimen injusto, que dispuso que si la libertad de los esclavos generaba perjuicios, debía indemnizarse a los propietarios (art. 15).
    Para el futuro, puede discutirse hasta el infinito la conveniencia de que el Estado vele por nuestra subsistencia en la vejez (yo opino que sí debe hacerlo, dentro de límites razonables) pero no puede decirse a la gente que compulsivamente se vio obligada a aportar por décadas -no importa si a un régimen de capitalización o reparto- que, como todo eso era una estafa, como las leyes 18.037 y 18.038 o demás regímenes jubilatorios eran inviables, inconvenientes o absurdos, se hará tabla rasa de los derechos que aquéllos le reconocían, y que no estuvo en sus manos eludir.
    Esa lógica es, en el fondo, la misma que sirvió para que el gobierno no respetara la convertibilidad, ni la intangibilidad de los depósitos, pesificara las deudas y pisoteara los contratos con las empresas privatizadas proveedoras de servicios públicos: el régimen legal era -según el alfonsinoduhaldismokakismo- inviable o inconveniente.
    Hay gente que, por 40 o más años, aportó al sistema. Aunque sus aportes estuviesen destinados a financiar a los jubilados del momento -eso es lo que ocurre en un sistema de reparto- lo cierto es que no tuvieron la opción de ahorrar ese dinero (si ahorraron, fue otro dinero). Privarlos de una jubilación digna porque se repudia el paternalismo, es castigarlos dos veces: primero fueron víctimas del paternalismo al obligárselos a aportar, y luego serían víctimas del “antipaternalismo” al privarlos de los derechos adquiridos por las leyes bajo cuyo imperio se vieron constreñidos a efectuar los aportes.

  10. Julio, no se adquieren derechos contra terceros sino entre partes libres. Si no habría que haber respetado los derechos adquiridos de los amos por sobre sus esclavos. De hecho ese era uno de los arguementos del Sur norteamericano.

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