Bandera, banderita

Hoy es un día en el que deberíamos estar laburando. La bandera es un símbolo no un objeto de culto. Hasta es un insulto a la trayectoria pública de Manuel Belgrano que se lo recuerde como “creador de la bandera”. Un acto verdaderamente menor.

Por arte de la patria Anteojito, que representa el daño hecho a lo largo de toda su historia por el ministerio de destrucción de la educación, la misma Argentina que tolera tener un presidente que se llevó mil millones de dólares, sumada a la Argentina que lo venera, incluidos periodistas “serios” y muy apoltronados en su posición inmerecida, han hecho su acto de contrición ante la celeste y blanca. El ridículo llevado al morbo, como un fiel reflejo del tiempo chiflado que estamos viviendo.

Querer a la Argentina no es ponerse una escarapela como la que tenía puesta un legislador que me dijo la semana pasada que era su obligación responder a los deseos presidenciales, en contra de la Constitución que le impone representar los derechos de su electorado.

La Argentina no es la bandera, y no es que la Argentina sea gran cosa. Un país es algo a ser construido con valores y con esfuerzo. Es esto último lo que debe glorificarse, cuando existe.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

5 comments

  1. Hace unos cuantos años atras vi una pelicula hermosa, creo una de las mas lindas que vi en mi vida, una pelicula que le ha hecho caer las lagrimas a mas de uno, sobre todo a quienes somos hijos de inmigrantes italianos.
    Se llamaba CInema Paradiso y narra la historia de un muchacho que siendo muy joven emigra de su Sicilia natal a una ciudad del norte de Italia.Aun en su pueblo, de chico, él veia siempre en la Plaza del pequeño pueblo al loco del pueblo que con sobretodo (en cualquier epoca del año) y dos bolsas en sus manos gritaba, mientras corria de una punta a otra de la plaza “La Piazza e mia, mia, mia e solo mia” (La plaza es mia y solo mia)
    Una vez emigrado nunca mas vuelve a su pueblo hasta la muerte de un amigo, 40-50 años despues.Durante el sepelio, al pasar el cortejo funebre por la Plaza, alli vuelve a ver al loco que, mas viejo, pelado, con canas pero con sus dos bolsas y su sobretodo sigue gritando “La piazza e mia, mia, mia, e solo mia”

    A mi K, con sus actitudes y sus dichos me hace acordar al loco, porque en definitiva K , con lo que hace y dice, le esta diciendo (escupiendo mejor dicho)a 40 millones de personas “El pais es mio, mio y solo mio” (y hago lo que quiero, agregaria yo).
    Y al igual que el loco, esta completamente desquiciado y desequilibrado.

    Y esto viene a cuento de lo que decias acerca del pais que le tolera que se haya llevado mil millones de dolares.En definitiva, el pais es de él y hace lo que se le canta.Triste.

  2. En parte comparto lo que dice Marcelo. Me gustó la imagen del loco del pueblo de Cinema Paradiso. Pero el verdadero problema no es que tengamos un presidente como Kirchner. Personajes como Kirchner existen en todos los sistemas políticos del mundo, pero en países más o menos normales, son marginales al sistema. En la Argentina, Kirchner, Alfonsín, Duhalde, Ibarra son lo que se consideraría “mainstream”, lo normal y aceptable de nuestro sistema político.

    En un país más normal, aún si un personaje que representa lo peor del sistema llegara al principal cargo electivo, el andamiaje institucional limitaría severamente su capacidad destructiva. En un sistema con la debilidad institucional del nuestro, un delirante como Kirchner hace absolutamente cualquier cosa.

  3. Tal vez nuestro problema consiste en que la gran mayoría en el fondo le tiene miedo al loco. No porque sea en soledad un loco peligroso, sino porque se le permitió llegar a una posición de privilegio (gracias, anti-menemistas de pico, y sé que también se las arreglarán para no hacerse cargo) desde la que dispone de mucho dinero para gastar principalmente en el pago de matones para sostén de la farsa.

  4. La bandera es un símbolo. Simboliza otra cosa de lo que solía simbolizar, y podemos hacer muy poco (o nada) para evitar el cambio.

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