No fueron eternos los laureles

A diferencia de Luis Patti, el ex postulante a rector de la Universidad de Buenos Aires Atilio Alterini se doblegó ante la voluntad de sus censores. En un acto de deserción abandonó su postulación a rector de la Universidad de Buenos Aires “para destrabar el conflicto”. Los conflictos no se destraban entregando principios, no hay un punto medio entre la democracia y la imposición de su voluntad por parte de un grupo violento.

Pero de cualquier modo, ambos episodios se suman en la cruzada contra la democracia que está librando la izquierda argentina. Dos personas como Aterini y Patti, con formaciones y posiciones ideológicas muy distintas, sólo se parecen en haber sido marcadas como indeseables por el poder. Como en todo proceso autoritario están los que apoyan la persecución y están también los que sin apoyarla se desmarcan y están más preocupados por no identificarse con las víctimas que en no imitar o hacer el juego al victimario.

Para los que se engañaron con la retórica republicana de Elisa Carrió, como Ricardo Lopez Murphy y una buena parte de la sociedad, frente a su apoyo a la exclusión de Patti de la Cámara de diputados, quedará también la lección de que no hay mesianismos buenos, y que la palabra república en boca de quién no reconoce el principio de inocencia o adhiere a la idea de que derechos humanos sólo tienen los cómplices ideológicos, es pura demagogia.

Un recuerdo final para los diputados del “centro-derecha” que prestaron sus votos para que la infundada impugnación de Bonasso pasara a comisión y fuera tratada, y que se la pasaron diciendo que igual el oficialismo no conseguiría la mayoría a la hora de votar el dictámen. ¿Cómo se paga la responsabilidad política? ¿Renuncias tal vez?

Permitanmé dudarlo. El Frente para la Victoria mientras tanto se va acercando cada vez más al sueño del partído uniko

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

4 comments

  1. Estos hechos muestran tanto…Por lo pronto, que como siempre se sospechó, Alterini es un salame. Parece que descartó hasta la posibilidad de accionar judicialmente.
    La gorda es una hipócrita. Llenándose la boca (y panza) hablando de instituciones, república, democracia. Lo que entra por un lado, sale por otro (y no necesariamente de forma mas linda). Votó en contra de Patti, y al minuto salió a decir que no estaba de acuerdo con el gobierno. Como dice Armando, es una pitonisa.

    Cuando había militares gobernando, al menos estos no hacían el doble jueguito de democracia sí, democracia no (cuando no me gusta el resultado). No había democracia y se acabó. ¿Ahora acaso hay mucha más democracia? Ni la sustancia ni el aspecto dejaron (los que están ahora, porque los militares se fueron hace rato). Con todo esto digo que los que tanto clamaban por democracia, les importaba tan poco como a sus rivales. En todo este circo, es destacar la coherencia que tuvo un personaje nefasto (pero coherencia al fin) como Alfonsín.

  2. El Frente para la Victoria (hasta el nombre debería habernos hecho sospechar), para mí está destinado a ser el heredero de la Alianza. En todo, hasta en el fracaso.

  3. Marian, lo vengo diciendo hace rato. Esta es la versión peronista de la Alianza. Esta vez no puede salir mal.

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