El periodismo desapareció, pero llega #Alas8 (PM)

A las 8, hasta que vuelva el mercado.

La historia del periodismo es también la historia del capitalismo. Se ha pasado de sobreestimar el poder de los medios a menospreciarlo, yendo y viniendo desde estas visiones opuestas. Pero lo que está claro es que el capitalismo entre otras cosas generó ese periodismo disponible para cualquiera, hoy glorificado o extrañado en nuestro caso. Esa forma de enterarse de la realidad relevante con opinión, control del poder, unido al financiamiento de comerciantes que buscan vender sus productos y servicios.

La contrapartida del periodismo es el ciudadano individual, independiente, libre y orgulloso como la célula del poder y el comercio sin interferencias.

Acá viene la parte en la que nos vamos a dividir. El peor enemigo del periodismo ha sido la socialdemocracia. Esa pretensión de que hay una libertades que son materialistas y egoístas y otras que se le puede dejar a la gente tener, es una visión de Ayatolas. El ciudadano se vio escindido. Una oveja y un tribuno al mismo tiempo ¿Cuál de ellos es el cliente o el productor de periodismo?

En esos dos extremos ha tenido que desarrollarse un periodismo alterado que es un zombie de lo que fue. No solo en la Argentina, en todo el mundo, pero en nuestro país la cosa se puso mucho más grave por la injerencia específica y dolosa del estado para alterar la relación del medio ciudadano con la media información, que es todo lo que quedó.

No hay periodismo sin mayonesa, sin autos, sin heladeras. Y sin que el contacto entre el consumo, la producción y la información sea totalmente libre y no culposa ni controlada.

Lo que queda del periodismo es lo mismo que queda del mercado.

Hace unos años me invitaron a un evento en México para hablar de “Que se pierde cuando se pierde la libertad de expresión”, organizado por TV Azteca. Mi respuesta fue que el problema cuando se pierde la libertad de expresión no es qué se pierde, sino qué se perdió. Porque cuando ya no se puede hablar, antes se perdieron todas las libertades, empezando por el derecho de propiedad. Sin el cual la oveja no puede ni hablar de la esquila. El derecho de expresión es la última pérdida, antes vino la socialdemocracia a contarnos que querer “libertad de mercados” es de malos. Te mataron con impuestos, te acostumbraron a pedir permisos, te aplicaron la máquina de impedir, te dijeron que si te iba bien era porque a otro le iba mal y a la falsa idea de que tu misión en la vida era mantener a otro. Después de que te creíste eso ¿qué clase de ciudadano te parece que sos? Lo primero que habilita la social democracia es que el estado que monopoliza el armamento, vuelva a ser moralista como lo era en el oscurantismo.

Digo todo esto para entender que el periodismo ese de la lata de tomates no nos hará libres. Hoy vive de la publicidad oficial y de las ovejas asustadas. Si llegamos a ser libres otra vez, habrá periodismo, seguramente el día en el que el mundo condene la existencia del impuesto a las ganancias. Si, la socialdemocracia empezó en Estados Unidos. El populismo bajo la forma directa y descarada de dictadura moderna es como el dedo gordo que se comió el huevo duro.

Esto no quiere decir que haya que resignarse o que haya que renunciar a la información, a la opinión y al debate. Está internet.

Antes de que el periodismo ese para cualquiera que apareció porque cualquiera podía poner una empresa sin dar explicaciones ni pedir permisos, ni aguantar inspecciones u opiniones de los defensores de las ballenas, existían otras formas de comunicación política. El panfleto antecedió al periodismo. Es otro formato de comunicación, su contenido es la denuncia. Hoy lo consideramos menor, porque conocimos otra cosa posterior. Claro, puede haber panfletos de porquería, facciosos, que no es lo mismo que defender una idea. Por ejemplo la idea de que no tenemos que ser esclavos, ni ovejas y que ningún idiota por estar en el estado nos tiene que decir qué cosa es ser bueno.

Internet nos da la oportunidad de no quedarnos esperando a que la libertad nos devuelva al periodismo. Nos podemos comunicar para volver a ser libres sin majules.

En eso hemos estado pensando con Roberto Cachanosky. La mayonesa no financia nada, está esperando la protección del estado y tratando de evitar la inspección de la AFIP. Así que contrató a un gerente de relaciones institucionales que tenga tatuado al Che Guevara y se ocupe de diseminar culpa de ovejas bajo la forma perversa de robar a los accionistas llamada “Responsabilidad Social Empresaria”.

Necesitamos ciudadanos. Serán menos, pero hay muchos individuos que no se resignan. Hemos diseñado A las 8PM, una manera de financiamiento de la batalla diaria por la libertad como forma adaptada a las circunstancias de comunicación. Ojalá que sean muchos los que nos sigan.

Para contribuir, seguí este link #Alas8

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

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