El principio no es ese, señor Obama

El presidente de los Estados Unidos Barack Obama definió la posición de su país sobre el conflicto de Honduras señalando que Zelaya debe volver al gobierno porque “apoya el principio de que los pueblos deben de elegir a sus gobernantes”. Su definición podría caracterizarse como la versión fast food de otra realizada por un presidente de ese país mucho tiempo atrás y que bien haría la elite política de Washington en volver a leer. Me refiero a la caracterización de la democracia como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” hecha por Abraham Lincoln, que deja afuera a estas nuevas dictaduras nacidas de una elección como la que se intentaba instalar en Honduras, que nada tienen que ver con el principio democrático.

¿Cómo definiría el presidente Obama al proceso de “impeachment” seguido contra Richard Nixon que derivó en su renuncia? El pueblo lo había elegido, no era Gerald Ford la persona a la que había votado para ocupar la Casa Blanca.

El principio democrático así reducido carece de sentido y más que representar un “derecho de los pueblos” parecería expresar un derecho de propiedad de los gobernantes hacia súbditos con carácter de irrevocable. Curioso que haya tantas palabras para querer demonizar al derecho de propiedad como si fuera peligroso para el hombre común (cuando es exactamente al revés) y al mismo tiempo convertir al mandato condicionado, limitado y reglamentado del gobernante en un acuerdo por el que se le da el derecho a esclavizar a todos aquellos que le “prestaron” el poder de manera irremediable. A lo mejor no es tan curioso y todo forma parte de la misma corriente para volver al poder absoluto en nombre de otras deidades, solo que esta vez llamándole democracia.

El pueblo tampoco es “la mayoría”, menos una mayoría circunstancial de una elección, que puede cambiar en la siguiente, una que tal vez ni siquiera esté presente en el momento en que el gobernante es sometido al juicio sobre su apego a la ley que le dio origen a su cargo. El pueblo es ese todo como lo define Lincoln. El origen del poder en una democracia no es la mayoría, por más que la regla de la mayoría determina quién es el mandatario. El mandato después de la elección es el conjunto y no de la facción triunfante por más mayoría que hubiera alcanzado.

La democracia no somete a la minoría a la mayoría. Es el gobierno de todos, por todos y para todos. Un gobernante elegido democráticamente que hace cruzadas contra parte de la población y que genera división y enfrentamientos es un gobernante antidemocrático que utiliza el resultado de su elección para violar su mandato. El apoyo de las mayorías a las dictaduras ha sido la regla en la historia, no la excepción. No es la mayoría la que inaugura la democracia moderna sino la minoría que subraya “todos”, donde decía “muchos”.

En la democracia verdadera no se afirman derechos de los gobiernos, sino derechos de todos los ciudadanos como iguales, ninguno, ni uno solo puede salir perdiendo derechos sino únicamente la orientación de alguna política que se lleve a cabo sin afectar la libertad de nadie, hecha en beneficio del conjunto y no de un sector (para todos), porque entonces esa parte minoritaria del pueblo perjudicada perdería el carácter de soberana. Si un sólo ciudadano es asaltado en sus derechos y libertades la democracia terminó y fue reemplazada por la dictadura del que obtuvo una mayoría. Mayoría no es democracia. Democracia es pueblo, es decir, todos.

No se vota poniendo en juego la libertad. Nadie aceptaría eso, salvo bajo amenaza y bajo amenaza no hay democracia alguna. En otras palabras no se vota para ser libre, se vota una vez que se es libre y no para definir si se sigue siendo libre. Tal cosa no sería una democracia, sino una guerra sin pólvora. Así la pólvora de cualquier modo llegará después, porque aunque alguien de verdad aceptara someter su libertad a una votación, tarde o temprano se cansará de ese acuerdo, con todo derecho.

Véase también: http://josebenegas.com/2009/07/07/por-que-el-gobierno-en-honduras-es-de-iure/

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

14 comments

  1. Jose: por un deformaciòn semàntica su supone que el gobierno es solo el Poder Ejecutivo, olvidando o relegando a los otros poderes a una funciòn de sumisiòn incondicional a aquèl.

    Esto es lo que pasa tradicionalmente en la Argentina. Sin embargo, en el caso de Nixon tan bien citado, fue otro poder del gobierno, el que decidiò su destino.

    Y lo mismo ha ocurrido en Honduras. La destituciòn de Zelaya no la decidieron las fuerzas armadas, sino los poderes legislativo y judicial.

    ¿Què es lo que Obama entiende como derecho del pueblo a elegir sus gobernantes? ¿Que a èstos se les extiende el poder absoluto de las viejas monarquìas para que gobiernen sin respetar las reglas de juego con que las que asumiò?

    Obama se està convirtiendo en lo que muchos temìamos: un demagogo que busca quedar bien con tirios y troyanos y que en el caso de Honduras, despuès de inmiscuirse inconsultamente, se lavò las manos y le pasò la guinda a Arias.

  2. Jose, muy buena tu disquisiòn sobre lo que muchos llaman la “dictadura de las mayorías”.

    En la esfera polìtica la democracia està demostrando no ofrecer los suficientes contrapesos para detener el avance de caudillos y dictadores que se apoyan en arbitrarios resultados electorales para justificar sus tropelías.

    Y digo arbitrarios resultados electorales ya que bien sabemos que en numerosas ocasiones los votantes simplemente eligen por descarte, por el menos malo o en contra de alguna figura o idea polìtica. Mal pueden entonces los aspirantes a dictadores apoyarse en tan endebles decisiones.

    En la esfera econòmica tambièn se usufructua el mismo principio justificando cualquier latocinio bajo la excusa del “bien comùn” desconociendo aviesamente que cualquier minorìa o individuo tambien forma parte del bien comùn.

    Es hora de reconocer que la democracia es un “dios que fallò” y tratar de pensar en algún sistema màs efectivo para limitar el poder polìtico y minimizar el poder de daño del circunstancial burócrata.

  3. Excelente post. Que se vaya ya el muñeco este de Washington por favor que mal le esta haciendo a Latinoamerica

  4. Nobama es una verdadera desgracia. Parece el ejecutor de “Las Venas Abiertas de América Ladina” de Galeano (no en balde el tiranuelo Chávez Frías le regaló ese “libro sagrado” del colectivismo populista subtropical).
    Ahora Ladinoamérica está unida, porque este estadounidense dudoso -hay una serie de presentaciones judiciales muy interesantes, y comentadas en algunos blogs, sobre el particular- ha incorporado buena parte del discurso insensato de los robolucionarios, como los llama José. Es el anti-Reagan que, durante años, venía esperando la histeria “progresista” a la que le implosionó la URSS. Esa misma a la que Fidelio Castro Ruz, como presidente del Movimiento de Países “No Alineados” omitió condenar cuando Moscú decidió invadir Afganistán.
    Es curioso como muchos de los que critican a de Narváez y a Macri por haber ido a trabajar poco al Congreso se babean frente a Nobama, un sujeto que no llegó a trabajar cien días efectivos en el Senado y que su único antecedente “ejecutivo” relevantes es haber sido “líder comunitario”.
    Conviene resaltar que buena parte de la “mass media”, “marx media”, “más mierda” o como quieran llamarla, se ha dedicado convenientemente, durante la campaña presidencial pasada en los EEUU, a ocultar el pasado y el pensamiento de Nobama.
    Esperemos que el sistema estadounidense genere los anticuerpos suficientes como para que este sujeto no pueda destruir el espíritu de los Padres Fundadores sobre el que esa nación se ha hecho grande.

    Sherwood Montague

  5. Buenísimo artículo que pone en evidencia la vulnerabilidad de las democracias a las deformaciones de interpretación que predominan hoy día.

    Al repecto vale la pena releer un párrafo de la “Anatomía del Estado” de Rothbard subtitulada “Lo que el Estado no es”:

    “Con el surgimiento de la democracia, la identificación del Estado con la sociedad se ha redoblado, hasta el punto que es común escuchar la expresión de sentimientos que virtualmente violan todos los principios de la razón y el sentido común, tales como “nosotros somos el gobierno”.

    El útil término colectivo “Nosotros” ha permitido que un camuflaje ideológico haya sido extendido sobre la realidad de la vida política.

    Si “nosotros somos el gobierno”, entonces todo lo que un gobierno le haga a un individuo no es sólo justo y no-tiránico, sino también voluntario de parte del individuo involucrado.

    Si el gobierno ha incurrido en una enorme deuda pública la cual debe ser pagada gravando a un grupo en beneficio del otro, la realidad de la carga es oscurecida al decir que “nos lo debemos a nosotros mismos”; si el gobierno recluta a un hombre, o lo encierra en prisión por sus opiniones disidentes, entonces “él mismo se lo hizo”, y por lo tanto, nada grave ha sucedido.

    De acuerdo a este razonamiento, cualquier judío asesinado por el gobierno Nazi no fue realmente asesinado, sino que debe haber “cometido suicidio”, ya que los judíos eran el gobierno (el cual fue democráticamente electo) y, en consecuencia, cualquier cosa que el gobierno les haya hecho fue voluntario de su parte.

    Uno pensaría que no es necesario elaborar sobre este punto, y sin embargo la gran mayoría de la población cree en esta falacia en menor o mayor grado.

    Debemos entonces enfatizar que “nosotros” no somos el gobierno, el gobierno no es “nosotros”.

    El gobierno no representa en ningún sentido preciso, a la mayoría del pueblo(1). Pero aún si lo hiciera, aún si el 70% de la población decidiera asesinar al restante 30%, eso sería de todas formas asesinato y no suicidio voluntario de parte de las minorías masacradas. A ninguna metáfora organicista ni calmante irrelevante de que “todos somos parte del otro” debe permitírsele oscurecer este hecho básico.”

  6. Y para moderar nuestro optimismo sobre la lucha por la libertad de los individuos leemos el final del artículo arriba citado:

    “En este siglo (el XX), la raza humana se enfrenta una vez más al virulento reino del Estado -del Estado armado ahora con los frutos de los poderes creativos del hombre, confiscados y pervertidos para sus propios objetivos.

    Los recientes siglos fueron tiempos en los que los hombres trataron de poner límites constitucionales y de otro tipo al Estado, sólo para darse cuenta que tales límites, como con todos los otros intentos, han fallado.

    De las numerosas formas que han tomado los gobiernos a lo largo de siglos, de todos los conceptos e instituciones que han sido probadas, ninguna ha tenido éxito en mantener al Estado bajo control.

    Evidentemente, el problema del Estado está tan lejos de una solución como nunca antes. Tal vez nuevas formas de pensar deban ser exploradas, si es que la solución exitosa y definitiva del problema del Estado ha de ser lograda algún día.”

  7. The Fathers of Foundation deben estar revolcàndose en sus tumbas.
    “A change we need”…ya lo preguntaba Ron Paul. Què cambio?
    Acà està la respuesta. Barak Hussein, un polìticamente correcto, que infecta a USA, el primer y ùltimo bastiòn de libertad del planeta.
    Si ese es el cambio, comenzar a parecerse a los demagogos actuales, estamos en el horno.
    Acà yà lo habìamos sospechado…no?
    Me pregunto què estaràn pensando los halcones, el ala dura republicana.
    Lo de Honduras yà està anlizado exhaustivamente.
    A buen entendedor pocas palabras.

  8. Lamentablemente se veia venir. Debe ser el presidente americano mas “diet” de los ultimos años. Habla y no dice nada (se parece bastante a la señora Kirchner). Como bien dice Ricardo mas arriba, un demagogo que busca quedar bien con todo el mundo, ni chicha ni limonada. Me parece que en la eleccion de medio término los republicanos se van a dar una panzada.

  9. Dice Mariano M, mas arriba, que hay que reconocer que la democracia es un dios que fallò y en consecuencia buscar nuevas formas que nos aseguren un lìmite al poder polìtico.

    Esto me hizo recordar a Solòn, uno de los siete sabios de Grecia quien, cuando le preguntaban acerca de cual serìa el mejor sistema de gobierno, solìa responder: “primero dìganme para què pueblo”

    Por eso cambio la interrogaciòn que queda aùn sin respuesta: ¿es viable la democracia, tal como la concebimos, para el pueblo que somos?

  10. Ya estoy cansado de explicarles a muchos que el hecho de haber sido electo por “la mayoría” no les da derecho a los gobiernos de hacer los que se les cante, el ensayo de Rothbard que cita Pablito, y se que es una contradicción lo que voy a decir, debería ser de lectura obligatoria en las escuelas.

  11. Basta! Que la CIA empiece a envenenar dictadores o que los saquen a la fuerza con los soldados americanos. Si ellos se cagan en las leyes, yo tambien ¿Que no puede ser la policía del mundo? ¿Por que no? Si pedimos una policía justa y honesta en la ciudad para que nos cuide de los chorros y asesinos ¿Por que no hacer lo mismo con el mundo para que nos cuide de estos dictadores criminales y chorros que asesinan directa o indirectamente? Que USA sea esa policía.
    Obama es un socialista populista, demagogo y cobarde. Atenta contra los principios de Estados Unidos y de la libertad.
    El presidente ideal sería una combinación de Ron Paul en el ámbito socio-econámico y George Bush en lo que a política exterior respecta.
    Lamentablemente no encuentro a uno que pueda cumplir ambas tareas de la mejor manera. Pero Obama debe irse ya!
    Excelente post Jose.

  12. SUPERLATIVO JOSE……NADA MAS QUE AGREGAR…. Seria bueno que estos articulos circulen por los medios de latinoamerica y quizàs por alguno de USA…¿probaste con tu amigo Eneas Biglione?

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