El “modelo productivo” fue la gran ilusión

El kirchnerismo está en plena etapa de suicidio en masa y huida. De la gloria al sótano en sólo un año de no contar con el viento de cola. Es probable que desaparezcan y se fuguen sin que nadie los haya combatido, salvo la realidad a la que no pudieron asustar ni comprar. Por eso es que faltan datos para saber qué cosa viene después. No fue “otro proyecto” lo que los superó, aunque ellos no tuvieron ninguno sino que siguieron con el plan iniciado con la caída de Fernando de la Rúa.

El llamado “modelo productivo” se agotó. Basado en parasitar la infraestructura y las condiciones económicas dejadas por la “década del noventa” (caminos, puertos aeropuertos, empresas estatales renovadas en equipamiento y tecnología) con una gran devaluación y confiscación de depósitos sobrevivió seis años gracias al crecimiento exponencial de los comodities ayudados por la expansión creiditicia norteamericana. Pero la suerte ya pasó, no solo para los K sino para todo el sistema.

El estado nacional no se puede financiar del modo en que se vino financiando sin destruir a todos. No hay retoques posibles, al “modelo productivo” se lo debe reemplazar por uno que sea productivo en serio y no lleve sólo el nombre. Nunca hubo una ilusión tan grande como este período en que empresas tomadas eran llamadas “recuperadas” y se creía que se podía producir confiscando capital, como si al capital no se lo debiera producir también. Es lo mismo que hizo el estado y la Unión Industrial con todo el país y su obsesivo post-noventismo. En el medio de la confusión encontraron la forma de seguir de fiesta causante de la caída de la convertibilidad a costa del resto , sin asumir lo que debía reformarse. El club del estado estuvo de fiesta una vez más.

Si el estado no puede financiarse ya con retenciones, las provincias están fundidas, hay alta inflación y recesión, el cambio que se debe hacer es enorme, asumir el costo de haber entrado en la trampa del 2002 pero que esta vez lo pague quién causó todos los problemas es decir el estado nacional. Y todavía queda redefinir la coparticipación.

No estoy haciendo ningún estudio sobre la cuestión, solo son los grandes rasgos, pero todo indica que se requiere un nuevo pacto federal y sobre todo reducir el papel constitucional del estado nacional en favor de las provincias. Nunca es deseable financiar a un elefante, pero peor es financiar a dos. El estado nacional hoy por hoy no produce ningún servicio a la población sino que es una gran caja política para la demagogia y la generación de coimas. No viene la etapa del post-kirchnerismo, porque no dan las cuentas para que simplemente el mismo sistema sea conducido por alguien que supere un test psicológico; lo que empezó, se quiera o no, es la etapa del post-centralismo. O nos vamos a chocar con otra pared.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

7 comments

  1. Benegas, existen “actores politicos” para encarnar los papeles de lo que viene?.La oposición, no hace otra cosa que repetir lo que dicen los K, eso sí, sin crispación. Qué quiere que le diga, no le veo salida a este asunto.

  2. Estaba un poco deprimido estos días, este artículo me pone optimista otra vez. Respondiendo al bueno de George, que haya una clase dirigente capaz de reemplazar a la runfla kirchnerista a mi no me preocupa mucho, creo que es necesario no acabar con el gobierno sino con el estado. Transferir poder político del estado nacional a los provinciales es cierta un gran avance, también sería necesario que los provinciales transfieran poder político a los departamentos y comunas, y de estas a los individuos. Lo necesario es distribuir el poder, que actualmente está muy concentrado en el estado nacional. Las reformas políticas deberían ir en ese sentido en adelante. Obviamente la comunidad no entiende un carajo de este asunto, la gente piensa que un cambio de gobierno resuelve el problema, pero no es así, el problema es mucho más profundo y complejo, se trata de una falla en la naturaleza misma del estado.
    El problema actual del estado sobredimensionado es porque en el diseño de las instituciones hubo una omisión grave por parte de los constituyentes, especialmente los de 1957 y 1994, que pretendieron mantener el equilibrio de poderes, mientras se suprimían instituciones antiguas que eran barreras para el avance del poder político, se hizo prevalecer el partidismo y sus intereses sobre las garantías contra el abuso de poder, y lo peor de todo, se mantuvo y se perfeccionó el poder del gobierno central en materia de impuestos y recaudación. Con estos poderes en mano, el de recaudar impuestos y distribuirlos, todas las salvaguardas, pesos y contrapesos, garantías, división de poderes y demás cosas que debe tener una constitución se vuelven insignificante. El poder de recaudar y distribuir es un poder en estado puro que arrasa con cualquier otra forma de poder limitado que puede concederle una constitución a un funcionario o institución pública.

  3. La gran ilusión del “Modelo Productivo” consistió” en suponer que las “fuerzas productivas” iban a actuar ciegamente generando riqueza cualquiera fuera el resultado que pudieran retener para sí, como fruto de su esfuerzo.

    El rol, de los impulsores del modelo era pues, administrar la distribución de esa riqueza apropiándosela por la fuerza.

    Bastaron un par de ciclos de producción para que los productores se percataran de como venía la mano, y se acabó el modelo.

  4. Un verdadero federalismo es un eficaz freno a cualquier abuso jurisdiccional ya que aparece la competencia de los estados vecinos por atraer productividad y emprendimientos generadores de riqueza y ello se consigue seduciendo la inversión via bajos impuestos.

  5. Los resultados progres del gobierno hipócrita simulador y farsante irrumpen con la fuerza incontenible de la realidad:

    Abandono del Proyecto delirante “Tren Bala” o “salto a la modernidad” (según la presidente).

    y la otra cara del “modelo K”:

    Explosión de la epidemia del Dengue, enfermedad típica de la pobreza que sigue creciendo incontenible mientras el matrimonio se ocupa de negarla para dedicarse a las manipulaciones de la campaña electoral.

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