La noticia de hoy es el tarifazo del gas, como lo fue antes el tarifazo de la luz y todas las sorpresas con las que el gobierno formó su propio “plan B”, confiscación jubilatoria incluida.
La otra pelea con un vicepresidente indisciplinado ocurrió en agosto de 2003, justamente porque el ahora recluta autómata del kirchnerismo osó mencionar que era necesario liberar los congelamientos tarifarios, justo cuando se empezaba a sentir el rebote del colapso del 2001/2002. Ahí le cayeron todos encima, incluso la viuda Alberto Fernández que ahora se dedica a aconsejar al gobierno que no se encierre tanto.
Todo indica que alguna vez Scioli tuvo razón en algo. Que fue precisamente la vez que se rectificó.
Qué salame…
En aquella oportunidad, y como represalia le limpiaron a todos los funcionarios que él habia designado cuando estaba en el área de Turismo.
O sea que lo pusieron en la horma para que se fuera amoldando.