En defensa de Luis D’Elía

El jefe piquetero oficialista quedó pintado de cuerpo entero en la última semana que empezó a las piñas y terminó con un emocionado “te odio” dirigido a Fernando Peña por lo que éste tiene o lo que en su imaginación representa. Está convencido de que se lo odia en el Barrio Norte como un todo por algo que él es y no por lo que hace y dice. Cree estar devolviendo algo que le han hecho sus fantasmas. Los perversos son quienes lo usan.

Fue tan brutal su irrupción en esta historia que concentró la información. Hasta llegó a tapar el envío de Moyano como primer asustador oficial. Al gobierno que lo usa le sirve después para explicarse su fracaso. “Fue él” dicen los mismos que lo mandaron a la calle de manera expresa como señalaron varios medios, o por la simple vía de dejarlo actuar para ver si logra algo.

Los que lo mandaron por haberlo mandado y los otros porque miran lo que hace Kirchner, desprecian a D’Elía y siguen ahí sirviendo a ese sistema y simulando ser “otra cosa”. Estos si que dan asco.

La carta a Cavallo puede ser oportunista, la defensa de los oligarcas Kirchner tal vez lo sea e inclusive su supuesto marxismo o las alabanzas a Chavez y al régimen iraní. No creo que piense que alguien quiere hacer un golpe de estado y tampoco creo que le importe en lo personal que hubiera un golpe de estado más allá de el problema que eso significaría para su bolsillo. Lo más auténtico en él es el odio del que habló en los últimos días después de que se lo usó para encarnar lo peor del kirchnerismo. Todo lo demás son medios.

Por supuesto que su odio lo dirige contra fantasmas. “La oligarquía” no existe. Y si existió una elite política y económica sesenta años atrás cuando irrumpió Perón en la escena el piquetero no había nacido. De esa élite queda poco más que el snobismo y su alejamiento del poder es total.

Tal vez representen para él algo que le hubiera gustado tener o a alguien en particular que lo maltrató. No es el único que convirtió a la “oligarquía” en fantasma. Fueron los judíos de Perón. Lo que es seguro es que ese odio mal llevado es lo único real. El odio no nace por generación espontánea. El pasado de D’Elía se refleja en ese sentimiento y con pocas armas la única salida que encontró fue odiar.

El reportaje de Peña empezó con un comentario hecho como un mal chiste: “Vamos a hacer una nota de color, porque es una nota con el negro D’Elía”. Así comenzó la respuesta. Perecía que lo había tomado con humor pero la verdad surgió después.

D’Elía puede ver en sus piñas otra cosa que una devolución. Y la reacción que genera su violencia es para él un odio por lo que él es.

Lo deleznable es la política que usa a estas personas y fomenta estas situaciones. Los “blanquitos” del kirchnerismo son los perversos, no los instrumentos a los que activan y desactivan cuando lo necesitan. Esa es la trampa en la que caen los que se quedan prendados de fantasmas. Son incapaces de ver que se rodean de sus verdaderos enemigos. Como ni siquieran pueden odiar a los que los maltratan mientras le dan un hueso se la agarran con cualquier otro.

No es D’Elía quién arruina al kirchnerismo, sino al revés.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

18 comments

  1. En el post de ayer referido a este mismo tema dije que pese a lo repudiable que resultan los dichos de Jorge D’Elia, el hombre es sincero en lo que dice. D’Elia tiene odio y lo manifiesta directa y claramente, está equivocado y dirige sus insultos hacia una clase de gente que no existe en la actualidad o a fantasmas creados por su imaginación, como dice el Sr. Benegas; pero el invento de fantasmas es muy común entre el pueblo argentino. Estos fantasmas los tienen muchos, una gran parte de la población, hay más fantasmas en Argentina que en el infierno o cualquier otro lugar. Esos fantasmas son por ejemplo: el imperialismo, el capitalismo salvaje, los grandes terratenientes, la oligarquía, el sionismo internacional, e incluso la CIA o el Calentamiento Global. Son cosas que no están probadas sus acciones malvadas o incluso no están probada su existencia, pero no importa, lo que importa es que son funcionales a la dirigencia política, los usan para dominar a los estúpidos. Cuando un político sabe crear un fantasma y lo hace creer a la población consigue buenos resultados electorales.
    Carrió es una gran creadora de fantasmas. Creó uno cuando se decidió a combatir el menemismo y después se asustó a si misma con su propio fantasma y dejó inconcluso todo lo que quería investigar.
    Kirchner tambien crea fantasmas, para dominar a la gente, para apoderarse de sus mentes, no lo asustan sus fantasmas. Él es peor que todos los fantasmas y demonios juntos. Él es mal encarnado en un hombre.
    El pueblo argentino es atípico entre los diversos pueblos del mundo. La mitología ha existido siempre, en todos los tiempos y en todos los pueblos, pero en el caso del pueblo argentino parece ser el primer pueblo del mundo que necesita terapia psicológica. No se resolverán los problemas del país mientras no tengamos los pies en la tierra. Los fantasmas, los ángeles, los dioses, las vírgenes no sirven para nada, sólo una mente sana resuelve los problemas.

  2. Estoy de acuerdo en todo Roark. A veces caigo en la cuenta de que he vivido muchos años con la sensación de ser culpable ¿de qué?, de los fantasmas y de las clasificaciones, un ejemplo casi inocente: los gorilas. ¿Y qué hice yo para merecer ésto?… no estar de acuerdo con algo, tener un pensamiento diferente equivale a ser desvalorizado y clasificado con una denominación(importante).
    Encontré de casualidad el blog del desacuerdo y me sirvió para no sentirme excluída, no se puede evitar la vida entera el pensamiento por el temor a la exclusión.
    Y D’Elía es un matón a sueldo, pero lo tratan como a una sirvienta que es peor.

    También pienso como Lagarto que(aunque no tengo la suerte de creer)los temas espirituales no los pondría en el mismo territorio.

  3. Me parece que puede haber otra lectura de la asociación de D´Elía con el Kirchnerismo.

    Creo que se lo cobija y subsidia desde el poder porque si se les cruza a la vereda de enfrente para correrlos desde la izquierda sería muy peligroso.

    Ya lo mostró con sus apologías al extremismno iraní que pusieron en una posición incómoda al gobierno que debió despedirlo temporariamente de su cargo.

  4. Los organizadores de estos grupos de choque siempren son unos rayados que actúan beneficiando a una especie de patrón, aunque de tan rayados a veces se pasan de vueltas. Creo que volviendo al paralelismo que hacía José hace unos dias entre el nazismo y la inquierda litinoamericana, D’Elia se me parece como muy semejante a Röhm. Este sujeto dirigió las SA “Los camisas pardas” el grupo de choque del nacional socialismo naciente. Los camisas pardas le aseguraban a Hitler el “control de la calle” (Como Luisito al tomar la plaza los otros días). Pero Röhm era tan loco que se pasaba de vuelta muchas veces (Como D’Elia al decirle lo que le dijo a Peña) y se transformó en absolutamente incontolable, el fürher lo hizo matar en la noche de los cuchillos largos y reemplazó las SA por las SS como su guardia personal. Claro en este caso la historia también se repite como farsa (al menos eso espero)

  5. D’Elia es un pobre infeliz de mente limitada que solo sabe de fuerza bruta y resentimiento social.
    Lo mantienen como aliado porque dicen que “sabe cosas” que pondrían incómodo al gobierno. No son cosas graves pero sí incómodas, si fuesen cosas graves ya hubiese tenido algún final accidentado, un ataque de hiperglucemia o una “embajada” suficientemente lejos como para que no joda.
    Es un bruto asqueroso matón dispuesto a todo, cuando no sirva más o vean que es muy piantavotos van a buscar la vuelta para sacarlo de en medio.

  6. creo que delia es un insano,peligroso para si y para terceros, violento, con actitudes psicopàticas y delirios de poder. Me preocupa que el poder lo tome en serio

  7. Hola,
    Sería fácil caer en los comentarios “fáciles” con el insulto poco oculto y los lugares comunes, pero a ¿alguien se le ocurrió hacer algún tipo de análisis sociológico? Creo si, que Luis D’Elía expresa un profundo sentimiento que a quienes leémos éstos espacios nos resultan sino raros, por lo menos los desconocemos. No he visto donde vive un cartonero ni de que se alimentan los indigentes, no sé lo que es el hambre ni siquiera lo que no es tener vacaciones. Soy un privilegiado (si bien estudio y trabajo) hay quienes no, no pueden, no quieren, no saben que puedan. Creo -personalmente- debemos atender a las necesidades educativas de los marginados para poder poner las cosas en el lugar que queremos y no el simplismo de insultar a quienes los expresan y defienden. Hay un mundo que cambiar en la Argentina y no es casual que Luis D’Elía sea maestro y viva en un asentamiento. Creo más bien, es un mérito no haber cambiado ya que hasta el más “pintado”, ante las cámaras y las alfombras, se deslumbra, se muda a San Isidro y olvida a quienes representa. Es quizás un mérito de K. seguir “bancando” a éste tan argentino personaje. Gracias por el espacio. Claudio Hunter – Watts

    1. Claudio, estás seguro de que se podrá entender a D´Elía desde lo que nos imaginamos nosotros que nos pasaría si estuviéramos en su lugar? Tiendo a pensar que en el lugar en el que estamos, económicamente digo, perfectamente podríamos ser como él. Y perfectamente podríamos ser distintos a él y en ambas situaciones tener una buena explicación.

  8. Hola José Benegas,
    Tanto en lo profesional como en lo personal y por supuesto en mis opiniones tiendo a pensar de manera diferente: intento decir que Luis D’Elía defiende los intereses (tal vez con cierto colorido que lo destaca) de las clases humildes y ataca los opuestos. ¿Convenimos? Si desde sectores del Gobierno Nacional lo apoyan (generalmente), no se me ocurre nada más pensar que necesitan a alguien que les sostenga la protesta social, que canalice las necesidades (de alguna manera apremiantes). Tal vez no les guste cuando se le suelta “alguna chaveta”, pero no hace más que al color de la situación y se destaca por la consistencia de sus posturas y argumentos. En si, no puedo negar mi admiración por tamaña dedicación, aunque entiendo sea difícil de digerir a nuestro estilo, quizás más recatado. Pero el campo, cuando hace un paro, utiliza sus mismos métodos aunque exsacerbados y sin dudar de desabastecer de alimentos o llenar de humo una ciudad como Buenos Aires ¿No es curioso?, casi diría se trata de una paradoja sobre lo que las clases medias miden a quienes ejercen la protesta. Un saludo cordial.
    Claudio Hunter – Watts
    claudiohunterwatts@gmail.com

    1. No creo Claudio que defienda los intereses de las clases humildes. Defiende los suyos. No me opongo a eso, ni me opongo a que crea que se dibuje a si mismo que defiende los intereses de otros, creo que no ha conocido alternativa alguna. Si creo que tiene un resentimiento, que tampoco critico porque puedo comprender, hacia todo lo que representa una posición distinta a la que tiene él. En ese resentimiento se ciega y no ve que trabaja para tipos que están en la posición que él odia, pero que lo usan explotando sus falencias emocionales. Tampoco creo que él canalice la protesta, es un instrumento para sostener la calle al estilo fascista. Mi problema no es con él sino con quienes lo usan. El campo no creo que sea igual. Defienden sus intereses como D’Elía, pero eso está asumido, no hay disfráz ideológico ni clientelismo político ni creo que sea igual hacer cortes ahora que este es el país donde todos cortan. El viva la pepa no lo crearon ellos. En síntesis, como verás el post es en defensa de D’Elía, no para atacarlo. Poco se le pude pedir y por lo que hace se lo conoce y uno se puede enterar de lo que le faltó, que no creo que sea plata. También se conoce así a los miserables que lo usan. Igual que Rohm era buena información sobre Hittler. Aunque D’Elía no llega a ser Rohm ni K llega a ser Hittler.

  9. Hola José,
    Conozco –por historia y profesión- los más negros y siniestros rincones del alma humana, sus más bajos impulsos y miserias varias. También el altruismo. Sitúo a Luis D’Elía, su accionar y sus ideales más cerca de lo 2º que de la miseria humana. Con todo respeto, entiendo que lo que puede resultar objetivo a mí entender, no lo es para otros, donde puedo incluirte. Pese a eso, me permito sugerir que pensar en un balance del actual Gobierno Nacional emplees varios parámetros, desde los que incluyen los económicos a los sociales. Si, entiendo hay muchas cosas mediocremente hechas, otras, realizadas a medias y tal vez demasiadas por hacerse pero, aun en la peor crisis del capitalismo, nuestras perspectivas, si bien malas, no son pésimas como otras economías que hasta ayer, eran ejemplos para La Nación.
    Un cordial saludo
    Claudio Hunter – Watts
    claudiohunterwatts@gmail.com

    1. Claudio, es un problema de perspectivas teóricas, de experiencias y de evaluaciones. Imposible ponerse de acuerdo, para mi la palabra altruismo no tiene el mismo significado que tiene para vos, y últimamente además lo considero la forma más sofisticada y perversa de narcisismo, para mi no hay ninguna crisis del capitalismo sino del socialismo bancario, que todos, sobre todo los más socialdemócratas, quieren solucionar dandole más plata a los malos de la película. No es interesante juzgar a la persona de D’Elía, eso le toca a él, simplemente pretendo en este post absolverlo de la responsabilidad de lo que hace para este gobierno, que no puedo aprobar bajo ningún parámetro. Nadie tiene por qué sostener a unos sátrapas sin escrúpulos para mejorar ninguna condición de nadie. Como digo, hay perspectivas muy distintas. Saludos.

      1. Estimado José,
        Absolutamente, creo que más allá de problemas semánticos, el desacuerdo está claro. Simplemente abrevo en estuarios confusos donde ni los buenos son tan buenos ni los malos lo son tanto. Asimismo en tiempos de cataclísmicos -donde hasta los filósofos enmudecen-, me seduce el pensar que los héroes –en el sentido mitológico- aun existen y si, creo Luis D’Elía es uno.
        Saludos atentos.
        Claudio Hunter – Watts

        1. Claudio, no insisto con el último punto. Pero en cuanto a lo primero, ni siquiera creo que existan los buenos y los malos. Si hay una ética a discutir y normas que son mejores que otras para juzgar las conductas.

  10. FELICITACIONES!!!!!!!! Es muy grato y para nada frecuente encontrar dos opiniones distintas , confrontadas, sin que surjan insultos.
    Algunos vericuetos de la conversación se me quedaron y tengo por supuesto mi opinión, poco modoficada por lo que dijeron. Pero insisto fue un placer seguirlos y disfrutarlos

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