El dictador don Hugo Chavez Frías compra bonos argentinos. Pero él no es malo como otros compradores de bonos. No es el único acreedor de la Argentina bueno si nos fijamos bien.
¿Cuál es la diferencia? El paseo por el despacho. Unos cargan bolsas de papel y otros son Juan de los Palotes. Ser acreedor anónimo del Estado es estar sometido a la diatriba de algún funcionario y correr el riesgo de no cobrar nunca o cobrar un ínfimo porcentaje ajustado por un índice manejado y que cualquier protesta se tome como un gesto deshonesto. Pero si se es un acreedor concentrado, identificable, un posible viajero de las bolsas de papel o un aliado político que paga favores, todo bien. Esto se llama “socialismo del siglo XXI”.
El sistema kirchnerista para juzgar acreedores es más o menos así: “el que nos deposita dólares, recibirá muchos dólares”.
Es lindo vivir a las puertas del paraíso ¿no?
Me gusto la que dijo Chavez de “una maniobra del imperialismo para ensuciar sus viajes”. Este tipo se creyo que esto es Venezuela, que iba a entrar con una valija como si fuera su casa y que nos vamos a creer la basura que dice.
Acá hay un sitio venezolano que tiene buena información:
http://www.noticierodigital.com/
Según el diario La Nación, la justicia confirmó que uno de los viajeros, Claudio Uberti, es un alto funcionario del ministerio de De Vido.
Esta puede ser una bomba mas grande que la de Miceli. Al menos la estoy leyendo en los diarios. Esperemos que se esclaresca el caso y que le pegue al pinguino en la jeta asi queda al descubierto de una vez por todas