Verbitsky se está poniendo viejo

Sigo con la ola de “nueva política” que se levantó en los noventa como forma de recuperar los curros del estatismo disfrazándose de moralistas públicos. Un claro exponente de esta tendencia fue el colocar a Horacio Verbitsky (desde la izquierda y desde la derecha) en el lugar de referente periodístico y analista serio. Acostumbrado a recolectar información como partes de inteligencia Verbisky nunca hizo periodismo sino que siempre fue un operador que busca la forma de encontrar elementos en la realidad para distorsionarlos y ponerlos al servicio de sus propias causas. Todas sus notas son una violación sistemática (a él le encanta esa palabra) de las reglas de la lógica.

Verbitsky vino a demostrarles a los políticamente correctos que estaban tan dispuestos a colocarlo en un pedestal con la idea de modelarlo o ser aceptados por él, que a él no se lo civiliza y que es un operador de los pies a la cabeza. En eso debo decir, es otro de los miembros de este gobierno que llegó para desnudar cuan idiota se ha vuelto el establishment nacional. Ahora es un mero constructor de propaganda oficial, no hay forma de que alguien pueda seguir simulando que cree que es un intelectual honesto o un periodista dedicado a la información. No es un hombre que analiza los hechos con una idea, no tengo nada contra eso, sino que describe como quiere las cosas con una causa, con una finalidad política. El problema es qué se hace en la Argentina con la vergüenza, la tendencia es a taparla con otra actitud vergonzosa, pero tengamos paciencia.

Hoy la columna del “Perro” es la presentación de la explicación oficial sobre lo que va a ocurrir. Podría ser una solicitada del Frente para la Victoria, pero la firma él en nombre del patriarcado del periodismo sin cerebro de la Argentina que ejerce y al que le encantan sus neurosis. Primero pone a los enemigos en el papel que le interesa, a los amigos los viste de blanco y después arranca con el hacha de verdugo. Rutina.

Lo de hoy, según el autor de “Robo para la corona” que no tiene problema alguno con el skanskamiento generalizado de sus amigos, es al fin la lucha de clases que él quería. Los proletarios, es decir los Kirchner con sus mansiones y millones, contra los ricos, es decir los Macri. Linda lucha de clases.

Entre la colección de estupideces de hoy está la vuelta a la referencia sobre el origen estatista de la fortuna de Macri. El es defensor de ese estatismo y paje mayor de un señor que construye un sistema que se conoce como capitalismo de amigos pero ahí está con su guadaña de gran inquisidor anti estatista. Hombre ¿no le da vergüenza ser el lugarteniente de un señor que no dice que fue de mil millones de dólares de su provincia y al mismo tiempo pretender distraernos acusando a otros? Macri padre mal o bien se hizo rico dando servicios al estado.

El frontón achica el cerebro, de eso no hay duda. Tan acostumbrado a ser considerado gurú y que nadie le conteste lo están envejeciendo, por suerte para una Argentina que ha caído demasiado en sus trampas. Según él Macri representa la vuelta de las clases dominantes al poder. Setenta años de atraso en la información ¿no será mucho?

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

19 comments

  1. Jose, esto es tipico de fascismo, buscar enemigos para poder sostener los discursos y con esto defenestrarlos. Verbitsky representa claramente el fascismo, ya que este tiene raices socialistas.

  2. Largo, pero siempre actual, Los principios de la propaganda de Joseph Goebbels.

    1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

    2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

    3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

    4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

    5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

    6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

    7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

    8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

    9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

    10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

    11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

  3. Se le atribuye a Goebbels la frase sobre la eficacia de la repetición de la mentira.

    Pero Goebbels en realidad la tomó de Voltaire:

    “Mentid,….mentid…. que siempre algo queda”.

  4. Que quieren que les diga, soy del interior ,y estoy acostumbrado a ver campañas sucias en los medios oficiales,Verbitsky más que viejo es una especie de pendeviejo decrépito y asustado por la posible derrota ,le falta el respeto a todo el mundo ,no se podia esperar otra cosa.

  5. Evidentemente detras de toda campaña hay un sustrato “social”, el nuestro es principal problema: La envidia, el resentimiento, la vagancia, la estupidez, la ignorancia, la inmadurez infantil que nos hace hasta renegar de las consecuencias de nuestros actos cuando estas se hacen evidentes (crisis enrgètica por ejemplo); son todos ingredientes de nuestro “sustrato social”. La gente compro lo que quiso comprar y escucho lo que auiso escuchar. Las estupideces y disparates con que esta cafila que okupa los sillos y depachos oficiales nos bombardeo durante un lustro estuvieron todas basadas en valores muy arraigados en la masa.

    No hay que ser un genio ni tener postgrados en Oxford para darse cuenta que si amplias la base monetaria en un 26% anual los precios van auemntar, que si subisidis el consumo de productos y servicios qeu escasean (energìa y trasnporte) el consumo aumentarà y la oferta ira disminuyendo, que si el presidente todavia no dicho que hizo con US$ 1000.000.000 de fondos publicos todas la obra publica sera una gran pantalla para enriquecerse, que si hechas a 4 jueces de la corte por TV y el congreso cede todas sus facultades no estas en un gobierno republicano respetuoso y custidio de los derechos sino que esta bajo una tirania, que si el gboernino de un plumazo recauda mas de 6 putos del PBI adicionales ese dinero no iba a estar disponible para producir y terminar con la pobreza, que si hay casi 2.000.000 millones de personas que cobran sin trabajar el desempleo no puede bajar, que si incumplis todos los contratos y realizas la estafa mas grande que registre la historia economica moderna (en medio de aplauss y vitores) te vas a convertir en paria insignificante al que solo le queda aliarse con lo peor del planeta, etc. etc. (cientos de etc mas).

    Todos estos temas estaban al alcance de cualquier persona mas o menos informada y/o interesada por el mundo que lo rodea, recien ahora “prestigiosos” periodistas se estan dando cuenta que el crecimiento no era tal (faltaba computar el consumo de capital que la metodologia empleada no considera..pequeño detalle no???) , y del tema insititucional recien hace poco se levantan timidas protestas.

    Es decir detras de toda la gran matrik kakista no hay una compleja red de engaños, ni misteriosas mentes manipuladoras de una “sociedad” inocente buena y trabajadora sino que lo unico que hicieron es poner en escena la obra que el gran publico pedia ver…y el kakismo lo hizo.

    Es decir las maximas de Goebbels solo se pueden aplicar en una sociedad cuyo sustrato es la estupidez, la hipocrecia y la envidia , no es un mero detalle sino la condiciòn necesaria y suficiente para montar ese gran engaño.

  6. Gracias José por acercar el pensamiento de Página 12, pasquín que de otra manera no leería.

    De todas maneras, no pude llegar a leer toda esa perorata escrita por el viejo dogo.

    Mi estómago no puede soportarlo.

  7. En otro blog (El Opinador Compulsivo) hice alguna vez unos comentarios que creo son plenamente aplicables, pues uno de los principales autores intelectuales del lavado colectivo de cerebros es Verbitsky. Reproduzco lo que en su momento opiné:

    Estoy convencido de que el pueblo argentino fue colectivamente sometido por los medios de prensa -fundamentalmente la televisión- a un gradual, pero no por ello menos efectivo lavado de cerebro. La maestría de la izquierda para la propaganda sólo es comparable con su notoria incapacidad para gobernar; su esencia es destructiva, y su inmerecido prestigio le permite hacer y decir cosas inaceptables si provinieran de la “derecha”.

    Caído el Muro de Berlín y derrotado el comunismo, Argentina emprendió un camino que habían seguido otros países del mundo. La convertibilidad no sólo fue exitosa como plan antiinflacionario, sino que, para horror de los Alfonsín y otros “progres”, por primera vez en muchos años, el común de la gente mejoró sus ingresos reales, y su creciente nivel de consumo la aburguesaba y “desmovilizaba”, según opinión de Verbitsky. Había que destruir ese modelo, no fuera cosa que la gente se convenciera que la solución era el capitalismo.
    El primer paso del lavado de cerebro, fue obtener la vergüenza de los seguidores y votantes de Menem, por la “corrupción”, y así lograron la primera victoria psicológica: que la gente que votaba a Menem, y que claramente estaba mejor, se avergonzara.
    El segundo paso, fue identificar con la corrupción o con la maldad todo lo que nos podía acercar al mundo civilizado: las privatizaciones eran corruptas; la tímida ley de reforma laboral de De la Rúa, fue conseguida con coimas; las desregulaciones por decreto, eran una muestra de autoritarismo (¿a quién le preocupan ahora los mucho más frecuentes decretos de necesidad y urgencia?).
    El tercer paso, fue liquidar la convertibilidad, no por sus eventuales deficiencias ni por la necesidad de hacer correcciones, sino porque un pueblo medianamente próspero, es un pueblo satisfecho, y menos afecto a los delirios izquierdistas. Además, había que promover como una suerte de “causa nacional” el repudio de la deuda externa. Aunque el default se consumó en gran parte contra argentinos tenedores de títulos de la deuda pública, defender el orden jurídico pasó a identificarse con la traición a los intereses nacionales.
    El cuarto paso -que, por su éxito, envidiaría más de una agencia publicitaria- fue, después que la devaluación, la pesificación y el default arrasaron con los ingresos y ahorros de gran parte de la población, convencerlos de que la culpa de sus penurias se sitúa, no en el año 2002, sino en 1991: la miseria actual es hija de Menem, pese a la evidencia de lo contrario.
    El quinto paso, fue un corto salto: Menem era perverso y corrupto, Menem era neoliberal, ergo, en realidad lo corrupto es el neoliberalismo (no saben bien qué es, pero se identifica con todo lo malo).
    El sexto paso, y dado que el capitalismo se identifica en gran medida con los Estados Unidos, fue hacernos rechazar todo lo que nos podía ofrecer ese país. Las relaciones con USA durante el “menemato” eran “carnales”; ahora, debemos enamorarnos de Venezuela y Cuba, para diferenciarnos de esa época oprobiosa.
    El séptimo paso, fue desacreditar y de ser posible desarticular a toda institución que pudiera ser un contrapeso, aunque sea tenue, u opinar de otra manera: la Corte “menemista”, el Congreso (salvo que lo integren miembros adictos), la Iglesia Católica, las fuerzas armadas, la policía, la prensa que no es del todo adicta, la diplomacia profesional. Ante la ausencia de voces disidentes, gran parte de la gente, de tanto oír lo mismo y repetirlo, termina pensando lo que escucha y dice.
    La alemana Elisabeth Noelle- Neumann sostuvo que “opinión pública” es aquello que cualquiera puede animarse a decir en público sin temor a ser reprobado por el medio en el que actúa, por el rechazo al aislamiento social; siendo así, las minorías se encuentran en una enorme desventaja por haber elegido el silencio como opción. En un segundo estadio del lavado de cerebro, y como a todo el mundo le resulta incómodo decir una cosa y pensar otra, se termina pensando lo que se públicamente se dice.

    En otras palabras: no es que la prensa diga lo que dice, porque refleje la opinión pública, sino ésta opina lo que opina, porque los periodistas -que ya han sido convenientemente idiotizados- los han convencido de que es así.

  8. Leandro, agregarìa a tu anàlisis que aunque la sociedad cambie a èstos okupas con su voto, en cuanto aparezca otra kareta (lo demuestra la intenciòn Krishtina presidente) la votaràn.
    No se llega asì nomàs a entender los factores del cìclico desastre.
    Para eso hace falta cultura republicana, cierta inteligencia para razonar verdades y sacarse clichès pelotudos.
    El populismo hizo profundas mellas en èsta sociedad.
    Ya W. Shakespeare lo decìa “los actors cambian pero la obra es siempre la misma”.

  9. Esto opinaba “el Perro” Verbitzky en su libro “Hacer la Corte” en la página 167 8° renglon, a propósito de los DNU de Menem:

    “Los decretos de necesidad y urgencia son una extorsión al Congreso”.

    Eso se llama capacidad de adaptación.

  10. Verbitsky de algo tenia que vivir, si desde 1989 con lo ocurrido en Berlin se le derrumbo media vida.

  11. Yo agregaría una cosa al excelente post de Julio:

    Se trató de hacer sentir culpable a la gente que prosperó legítimamente en los 90 “asociando” aquél bienestar con la desocupación y la pobreza que resultaron con la devaluación.

    O sea el viejo cuento de que la prosperidad de unos resulta a expensas de la miseria de otros.

    Muchos cayeron en la trampa, y para disimular su “culpa” sobractuaban su odio al menemismo.

  12. El pobre tipo que por primera vez se pudo comprar un electrodoméstico decente fue tildado de frívolo y cosas parecidos, ni que decir si compraba algún artefacto importado que no engrosara los bolsillos de los emmpresarios amigos, o la UIA mejor dicho.

    Como digo ello son los dueños de los valores y quienes no los posean serán tratados de cualquier cosa menos de señores.

  13. Muchas de las experiencias de los 90 dejaron muy preocupados a los estatistas,

    pero la que mas les molestó, fue la estabilidad de la moneda y la existencia de la ley de convertibilidad

    que les impedía aplicar el impuesto inflacionario

    y lo que astutamente llaman “políticas monetarias activas” que no es otra cosa que la manipulación de la moneda con fines políticos.

    La adhesión popular que tuvo la estabilidad monetaria la tienen todavía atragantada.

    Por eso su consigna es: la demonización TOTAL de los 90.

  14. Absolutamente de acuerdo, Pablito. El “antimenemismo” era una fachada del anticipatalismo. El odio a la convertibilidad era una fachada del odio a la estabilidad monetaria de los aprendices de brujo, más el “lobby” de los agricultores e industriales endeudados, siempre esperando disfrazar de causas populares las licuaciones de deudas

  15. José, un poco descolgado, ya que recién hoy entré en el blog, quiero felicitarte por tu artículo y los inteligentísimos comentarios de todos los participantes. Acabo de imprimirlos porque quiero conservarlos y poder releerlos, con el placer que, a mi edad, me da la lectura sobre papel.

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