El ministro del interior sigue rindiéndole culto a sus jefes en su periplo por España. Esta vez salió a exaltar la figura de doña Cristina Kirchner diciendo que era uno de los dos políticos más importantes del país (junto con su marido, el señor que todavía falta que nos diga que hizo con mil millones de dólares de Santa Cruz) y que podría convertirse en “una de las mejores presidentas del mundo”.
Nos quedamos esperando la segunda parte de la declaración, en la que el ministro explique por qué. No sabemos mucho de ella ¿no?
Los caudillos suelen rodearse de estos personajes inferiores y adulones,
porque los hace sentir cómodos,
esto no es nuevo, basta reveer los noticieros fílmicos oficiales del década del 50 “Sucesos Argentinos”
donde se sobreactuaban hasta el límite de la cursilería las alabanzas al matrimonio presidencial de aquel entonces.
Pablito
El asunto de los mil millones de Santa Cruz ya está aclarado.
El presidente dijo que los iba a traer cuando hubiera condiciones confiables en la Argentina.
Esa situación no se ha dado aún,
¿y quien mejor lo puede saber que el presidente?
De modo que no insistan mas con los millones de Santa Cruz.
Pablito
Esas hipérboles son propias de la genuflexión que muestran los súbditos de Kirchner para seguir teniendo los favores del Presidente. En España -ni en mingún lugar importante del mundo-se toman en cuenta estos comentarios. Basta con observar qué lugar ocupa el país en los distintos informes internacionales sobre credibilidad, corrupción, seguridad jurídica, etc. para tener un juicio inapelable de la imagen del gobierno en el exterior.