Los piqueteros no son el peor de los males

Estoy tratando de dilucidar la diferencia entre dos tipos de saqueadores. Por un lado las hordas piqueteras y por otro el fisco. A ver:

  1. Los saqueadores privados (piqueteros) a cambio de no seguir perjudicando a las víctimas exigen cosas básicas como comida, ambulancias, medicamentos. Los saqueadores públicos exigen los fondos necesarios para su manutención a lo largo de todo el año. Eso incluye comida, bebida, vacaciones, oficinas, regalos que ellos hacen por cifras millonarias, aviones, etc, la lista es muy larga; tanto que hasta tienen un presupuesto y por las dudas no lo cierran nunca, no vaya a ser que se les escape un gasto.
  2. Los saqueadores privados se retiran de inmediato cesando en su agresión una vez que reciben el pago. El daño de los saqueadores públicos recién empieza al cobrar. Sus peores acciones tienen lugar una vez que cuentan con recursos.
  3. Los saqueadores privados están desesperados. Los saqueadores públicos la pasan de maravilla.
  4. Los saqueadores privados son eso, privados, y no tienen compromiso con nosotros. Los saqueadores públicos están obligados a protegernos, entre otros, de los saqueadores privados. Nuestro negocio se supone que es pagar saqueadores públicos para no tener el perjuicio mayor (supuestamente mayor) de soportar saqueadores privados. Los saqueadores públicos también pactan con los privados convirtiéndolos en semipúblicos.
  5. Los saqueadores privados actúan en nombre de sus propios intereses sin disfrazarse de nada. Los saqueadores públicos también actúan por sus propios intereses pero disfrazados de nuestros protectores, esgrimen una moralina según la cual pagarles es un deber moral y la subsistencia de la organización maléfica para la que trabajan es una variable no ajustable.
  6. El incumplimiento de las demandas de los saqueadores privados podría significar pérdida de ventas y molestias que impidan producir y comercializar los productos. El incumplimiento de las demandas de los saqueadores públicos recibe el tratamiento de un crimen, puede llevar a la pérdida de la libertad mediante la aplicación de un derecho penal nada garantista, multas millonarias y tortuosos procedimientos “legales”.
  7. El cumplimiento de las demandas de los saqueadores privados es inmediato y simple. El cumplimiento de las demandas de los saqueadores públicos requiere contratar expertos en interpretar a los saqueadores públicos y alquimistas de los números llamados contadores.
  8. Los saqueadores privados no nos prometen nada. Los saqueadores públicos nos dicen que con el botín harán maravillas, entre otras cosas, repartirán dinero generando un bienestar general que hará innecesaria la actividad de los saqueadores privados (les ahorrará el esfuerzo a estos últimos transormando nuestra erogación en permanente). Los saqueadores públicos también nos dirán que cuando otros nos intenten saquear ellos vendrán en nuestra defensa y si alguien nos impide circular libremente, también aparecerán cual Chapulín Colorado a restablecer el orden.
  9. Los saqueadores privados cobran y se van a casa. Los saqueadores públicos cobran y nos dan órdenes.
  10. Los saqueadores privados no pretenden guiarnos por la vida. Los saqueadores públicos nos dan lecciones contra la discriminación, nos dicen qué comer y hasta que remedios podemos tomar, nos hablan del deber moral de mantenerlos y educan a nuestros hijos.

Las pregunta que me hago al final (un tanto retórica debo admitirlo) es de cuáles saqueadores debemos deshacernos antes. ¿Qué es la anarquía? ¿Estar a merced de cualquier grupo que quiera esquilmarnos? Entonces vivimos en anarquía y la pregunta es por qué y para qué pagamos a los saqueadores públicos. Está mucho más claro para qué pagarle a los privados.

By Jose Benegas

Abogado, ensayista y periodista. Master en economía y ciencias políticas. Conductor y productor de radio y televisión. Colaborador de medios escritos, televisivos y radiales. Analista y conferencista internacional desde la perspectiva de la sociedad abierta y las libertades personales a las que ha dedicado su obra intelectual. Dos veces premiado en segundo lugar del concurso internacional de ensayos Caminos del la libertad.

4 comments

  1. José,
    creo que el gran problema, es que eventualmente los saqueadores privados se dan cuenta que haciéndose públicos, o consiguiendo los favores de un público se eficientizan en su tarea. A D’Elía lo consideraba un privado hasta hace un tiempo, que se dio cuenta que el negocio real estaba en lo público.

  2. Es claro figarillo. Los saqueadores privados son tentados por un negocio más grande y corrupto que es el de los saqueadores públicos.

  3. Lo màs terrible es que los saqueadores pùblicos a diferencia de los privados continuan saqueando y robando, pero a la gente parece no importarle que prosigan violando su libertad y encima generando màs pobreza.

    Todos imbuidos en una ignorancia terrible con raices bien plantadas que seràn difìciles de sacar.

  4. El fisco se covierte en la voz de nuestra conciencia y decide saquearnos aún más para compartirlo con los piqueteros que se sirven de él.

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