En Cuba, el lugar al que sueña parecerse la farándula argentina, escribir “Abajo Fidel” o “No queremos a Raúl” puede provocar el inicio de una investigación criminal en la que se analice mediante peritos la autoría del graffiti. ¿Tendrá algo que ver con el embargo? ¿Será para defenderse de Bush o del hartazgo de la población que se atreve a pensar?
Amigo Bloggero:
En Cuba siempre se han puesto carteles, recurdo cuando era un adolescente (1961) que en el pqeuño pueblo donde vivia alguien en la parede de un carniceria puso: ! Fidel , Asesino , traidor !, la que se armo. Sobr todo porque muy cerca de alli habian fusilado 5 jovenes.
Hace un año aparecio un letrero en el frente del Cementerio de Santa Clara decia: Esta es tu casa Fidel.
En Guira de Melena otro cartel aparecia al lado de una yegua que habian pintado en un plan de ganaderia: ” Mi marido ( el caballo) esta loco”
con “farandula argentina” te referis a nazarena velez, a pergollini o al señor de los animalitos?
Nazarena Velez es demasiado seria para mezclarla en esto. Me refiero más bien a Pergollini, el de los animalitos, Fantino, etc.
Lo de la farandula argentina es entendible, entre la falopa y el alcohol que consumen, más las pavadas que leen, que se puede esperar. Despues uno tiene que bancarse qeu digan que Pergolini tiene humor inteligente, por DIOS…
jaaaa
siempre es divertido escuchar a alguien de derecha hablar de la farandula…
“..ahora esta de moda, en unos años va a ser obligatorio, nos van a romper el ort* a todos..”
Estás equivocado facundotorrijos, la falopa y el alcohol no tienen nada que ver con la estupidez de la farandula. Aún los narcóticos son una cuestión de imagen para ellos.
¿como? ¿no es delito estar en contra del gobierno y encima decirlo?
Acepto tu opinión sobre lo que comente Ramiro, aunque no lo comparto. Lo que no deberias decirme a mi ni a nadie es: “estás equivocado”.
En ese contrapunto se desdibujó lo sustancial: que en el país “amigo” a quien se quieren regalar varios miles de millones de dólares, y que es un referente insoslayable para la progresía nacional, el Estado utiliza sus recursos para investigar quién incurre en el crimen de lesa majestad de criticar al monarca vitalicio (pero, eso sí, antiimperialista, antiyanqui, y socialista “hasta la victoria siempre”).
Si no reaccionamos, Argentina puede llegar a esos niveles de totalitarismo. A muchos de nuestros gobernantes no les faltan ganas.