Hace apenas 24 horas que conozco esta provincia y estoy impresionado. Se suele hacer identificar lo “natural” con lo mejor, pero siempre pensé que el artificio, lo humano, es lo más admirable.
En Mendoza llueve menos que en el desierto del Sahara, sin embargo su producción, los vinos que la han hecho famosa en todo el mundo, tiene lugar en cuatro “oasis” artificiales, producto del riego y el trabajo del hombre.
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3 Responses
¿Que raro que los de Greenpeace no hayan ido a hacer piquetes por la preservación del desierto no?
¿se les habrá pasado?
Es cierto, deberían defender el desierto. En realidad lo han hecho siempre los muchachos de pis verde.