No es un invento de Greenpeace, ni de un organismo de control, ni de un diputado o concejal. No la crearon los piqueteros de Gualeguaychú. Es la botella de “plastico” completamente biodegradable fabricada a partir del maíz. El invento fue lanzado por la compañía Belu, un esfuerzo conjunto de universidades, hombres de negocios participando individualmente y personas interesadas por si mismas en el problema del agua pura.
¿Festejan los ambientalistas? Algunos ya le han encontrado la quinta pata a éste gato, diciendo que el invento es un avance, pero en realidad habría que promover directamente que la gente consuma agua corriente, porque la costumbre de tomar agua envasada genera toneladas inmanejables de plástico. Esa es la posición que ya asumió Norman Baker MP, titular del All-Party Environment Group de Gran Bretaña.
La compañía británica Belu es la primera que lanza este tipo de envases, pero no la única que trabaja en el problema de la acumulación de este material en forma de residuos. Otras empresas están trabajando en el mismo sentido, como Coca Cola, Nestlé, Marks & Spencer Tesco.
3 Responses
Si, consumiriamos agua corrinete si los estados se dejaran de intervenir en la prestacion del servicio ya sea con regulaciones incumplibles o como propietarios y/o cosntructores de infraestructura o directamente como prestadores del servicio…
Lo que no te dicen es que para que el servicio de agua potable de agua potable la tarifa deberia ser mucho mayor de lo que se paga… Quizas si nos dejasemos de tirar la plata en impuestos riduclos para financiar extravagancias mesianicas, la gente tenga dinero para pagar la tarifa que corresponde a un servio de “agua potable” es decir tomable
Lo rescatable es que un gurpo de personas trabajado libremente ofrece una solucion sin necesidad que alguien le diga que , cuanto, como y donde hacer las cosas…sin esa actitud en la Europa del siglo XIX todas las teorias de Malthus se hubiesen convertido en realidad, tal como si ocurrio en China e India que estaban goberandps por autocracias dirigistas
Es cierto, mejor regulador de la sustentabilidad que el precio no hay. El precio en su lugar (libre) es lo único que nos asegura que podamos seguir consumiendo. Uf, 2 más 2 igual 4. Nos van a prohibir!